David Trueba: ¡°Melilla es la expresi¨®n brutal de la frontera¡±
El director madrile?o presenta en M¨¢laga su nuevo trabajo, ¡®A este lado del mundo¡¯, pel¨ªcula que se podr¨¢ alquilar desde ma?ana en su p¨¢gina web
Cuenta David Trueba (Madrid, 50 a?os) que la primera vez que visit¨® Melilla le sorprendi¨® la singularidad de una ciudad europea en suelo africano. Pocos han viajado hasta un territorio que sigue mostrando en la actualidad una mezcla de culturas ¡ªjud¨ªa, musulmana y cristiana¡ª, apenas un recuerdo en otras partes del pa¨ªs. Y que tiene una estructura, la valla, que es toda una declaraci¨®n pol¨ªtica. ¡°Es la expresi¨®n brutal de la frontera¡±, afirma el cineasta. Parece que la verja siempre estuvo ah¨ª, pero apenas tiene dos d¨¦cadas de vida y se extiende a lo largo de 12 kil¨®metros con un objetivo claro. Son todos esos ingredientes los que animaron al cineasta a escribir A este lado del mundo, una pel¨ªcula que no habla tanto de migraciones como de dignidad. Y que deja en manos del protagonista y, por extensi¨®n, del espectador, la soluci¨®n a una compleja cuesti¨®n: ?qu¨¦ har¨ªas si te encargan impedir el libre movimiento de los seres humanos?
La pel¨ªcula se muestra esta tarde en la Secci¨®n Oficial del festival de cine de M¨¢laga, al que Trueba ha llegado con la ilusi¨®n de ense?ar un trabajo que el coronavirus ha dejado demasiado tiempo a oscuras. La obra se podr¨¢ tambi¨¦n alquilar en su p¨¢gina web a partir de ma?ana viernes. ¡°S¨¦ que para la prensa espa?ola eso no tiene ning¨²n valor, es tal el grado de colonizaci¨®n mental de las marcas, el ruido que generan, que te hacen sentir que no puede haber algo bueno m¨¢s all¨¢, en la independencia¡±, explica. Eso s¨ª, no abandonar¨¢ los cines. Realizar¨¢ proyecciones a lo largo de la geograf¨ªa espa?ola, a las que ¨¦l mismo acudir¨¢ como si de una peque?a gira se tratase. Cree que es la forma de recuperar al p¨²blico, de devolverlo a las salas. ¡°Lo haremos con prudencia, pero tenemos que activar el pa¨ªs¡±, relata. ¡°Hay que ir volviendo poco a poco, recuperar los espacios. Hay que ir saliendo de las burbujas, porque eso genera mucha menos empat¨ªa con los dem¨¢s¡±, sentencia.
Es precisamente una burbuja, esta vez de indiferencia, la que parece experimentar la sociedad respecto lo que se vive en la frontera de Melilla y la situaci¨®n de las migraciones en general. Es la que encarna en A este lado del mundo el actor Vito Sanz cuando se mete en la piel de Alberto, un ingeniero al que encargan proponer nuevos m¨¦todos de seguridad para impedir que los migrantes superen la valla. Necesitado de dinero ¡ªha decidido junto a su pareja ser padre y comprar una casa¡ª acoge la petici¨®n como un trabajo m¨¢s. ¡°Es un mister no s¨¦, el cl¨¢sico espa?ol que dice no tengo ni idea, no s¨¦ posicionarme, no s¨¦ de pol¨ªtica. Cuando todo es pol¨ªtica, desde d¨®nde compras al colegio que eliges para tus hijos¡±, sostiene Trueba. El protagonista encuentra en Melilla a Nagore ¡ªAnna Alarc¨®n¡ª, una guardia civil que le explica la idiosincrasia de la frontera, su apertura o cierre a capricho de quien manda, las porteadoras, el papel de Marruecos. ¡°Algo hay que hacer, si no esta gente invade Europa¡± le dice la agente mientras le hace de cicerone. Un recorrido casi tur¨ªstico por un trabajo oscuro e invisible que solo salta a los medios de comunicaci¨®n ¡°cuando interesa¡± y que tiene una clave esencial. ¡°Se trata de no sentirse culpable¡±, remarca la agente.
¡°Los espa?oles somos muy injustos con los espa?oles que viven en Melilla. No queremos saber nada de sus problemas, lo ¨²nico que buscamos es que no nos den problemas a nosotros. Queremos que hagan su trabajo de manera limpia o sucia, pero que no nos hagan sentir mal. Y eso es injusto, porque lo hacen para nosotros¡±, reflexiona Trueba, que habla de la diferencia entre la deshumanizaci¨®n del despacho ¡ª¡±con decisiones basadas en cifras, estad¨ªsticas, l¨ªneas, presupuesto¡±¡ª y la situaci¨®n real, el cara a cara. ¡°Si eres una buena persona y ves a alguien ahog¨¢ndose, lo rescatas, no le pones la pierna encima. La inmigraci¨®n as¨ª en general no la puede resolver una persona, pero visto desde lo peque?o, como lo ve el protagonista, s¨ª¡±, comenta el director de Soldados de Salamina y ganador de tres premios Goya por Vivir es f¨¢cil con los ojos cerrados.
¡°Cuando visitamos reliquias del pasado, como la muralla china o el muro de Berl¨ªn, no somos conscientes de que seguimos haciendo lo mismo ahora. Y no hay mayor expresi¨®n de la impotencia de los seres humanos que los muros¡±, dice Trueba. Y aunque siga habiendo quien piensa que son la soluci¨®n, la historia dice lo contrario, seg¨²n el director. ¡°Hasta los griegos y los romanos, que eran mucho m¨¢s listos, fracasaron en ello¡±, subraya el cineasta y escritor, que tambi¨¦n habla de la dignidad del progreso ¡ª¡°nadie quiere quedarse atr¨¢s¡±¡ª, de que hay m¨¢s miedo al pobre que al migrante, y de privilegios. O, m¨¢s bien, del rencor que puede generar tener la sensaci¨®n de que peligran. ¡°Hay que tratar que tus privilegios no sean a costa de los dem¨¢s. Esa es la parte dif¨ªcil del sistema que hemos creado, pero tenemos que cambiarlo¡±, incide quien destaca lo azaroso y accidental de nacer a un lado u otro de la valla, al otro o a este lado del mundo.
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