La muerte del joven Guillem, una herida a¨²n abierta 27 a?os despu¨¦s
Carlos Marques-Marcet vuelve al festival de cine de M¨¢laga para narrar la historia de un antifascista valenciano asesinado por un grupo de neonazis en 1993
Solo una madre conoce todo el dolor de perder a un hijo. Solo quienes hayan sufrido de cerca una muerte inesperada y anticipada saben que sus consecuencias pueden desgarrar a una familia para siempre. A¨²n m¨¢s cuando el asesino anda suelto y la herida sigue abierta 27 a?os despu¨¦s. La madrugada del 11 de abril de 1993, el neonazi Pedro Jos¨¦ Cuevas clav¨® una navaja en el coraz¨®n de Guillem Agull¨®, de 18 a?os, en la localidad castellonense de Montanejos. El tribunal consider¨® el crimen una simple pelea entre j¨®venes sin motivaci¨®n pol¨ªtica y conden¨® a Cuevas a 14 a?os de prisi¨®n por homicidio. Sali¨® a los cuatro por buen comportamiento.
La figura de aquel chaval antifascista, antirracista y risue?o sigue siendo hoy un s¨ªmbolo de la lucha, y su caso se ha convertido ahora en pel¨ªcula: La mort de Guillem, dirigida por Carlos Marques-Marcet, doble ganador de la Biznaga de Oro del Festival de Cine de M¨¢laga (el a?o pasado por Los d¨ªas que vendr¨¢n y en 2014 por 10.000 Km), donde hoy se estrena el filme.
El actor que iba a encarnar a Guillem Agull¨® se retir¨® del proyecto d¨ªas antes de comenzar los ensayos por miedo a tener el mismo final que el joven valenciano
¡°Cuando empec¨¦ a hablar con la familia para preparar el guion, el padre de Guillem me dijo: ¡®Si consegu¨ªs hacer la pel¨ªcula, podremos dejar ya de contar la historia y que esta se cuente por s¨ª misma¡±, explica Marques-Marcet, quien recibi¨® el encargo para dirigir el proyecto a comienzos de 2019 durante el rodaje de En el corredor de la muerte. ¡°Vaya responsabilidad¡±, pens¨® entonces el cineasta, que mezcla en su trabajo realidad y ficci¨®n de una manera natural.
Las im¨¢genes de archivo conviven con el resultado de un rodaje que no estuvo exento de sobresaltos. El actor que iba a encarnar a Guillem Agull¨® se retir¨® del proyecto d¨ªas antes de comenzar los ensayos por miedo a tener el mismo final que el joven valenciano. Hubo quien increp¨® al equipo durante el rodaje en Burjassot, la poblaci¨®n natal del asesinado, y quien estamp¨® el nombre de Vox sobre una pintada en homenaje a Guillem. ¡°Notas la violencia¡±, aseguraba entonces Marques-Marcet. Es lo que le ocurre a¨²n hoy a la familia Agull¨® de forma constante, especialmente en cada aniversario del crimen: llamadas con amenazas, an¨®nimos, garabatos con s¨ªmbolos fascistas en la fachada de su casa...
Esa violencia queda reflejada en La mort de Guillem, donde los silencios durante las cenas familiares dicen m¨¢s que cualquier di¨¢logo, como las discusiones, gestos y llantos. A trav¨¦s del punto de vista familiar se narra una historia que nunca debi¨® suceder. En la Semana Santa de 1993, Agull¨® se fue de acampada con unos amigos a Montanejos. Era nadador ¡ªlleg¨® a ser preseleccionado para los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona¡ª y ten¨ªa un elevado compromiso pol¨ªtico antifascista. Uno de aquellos d¨ªas de vacaciones, un grupo de neonazis se dirigi¨® a ¨¦l y lo mat¨® de un navajazo. ¡°Ten¨ªa el coraz¨®n tan grande que fue f¨¢cil dar en la diana¡±, subraya su hermana Betlem (encarnada por Mar Linares) en la pel¨ªcula, que protagonizan adem¨¢s Pablo Molinero, Gloria March y Yani Collado en el papel de Guillem.
Los agresores se marcharon cantando el Cara al sol con el brazo en alto, seg¨²n declararon los amigos de Guillem en un proceso judicial que se desgrana en el filme.
Uno de aquellos d¨ªas de vacaciones, un grupo de neonazis se dirigi¨® a ¨¦l y lo mat¨® de un navajazo
El tribunal termin¨® absolviendo a la mayor¨ªa de los supuestos implicados y conden¨® solo al autor material del crimen, Pedro Jos¨¦ Cuevas. A?os m¨¢s tarde, se present¨® a la alcald¨ªa de Chiva (Valencia) como candidato de la formaci¨®n ultra Alianza Nacional y fue detenido en 2005 en la Operaci¨®n Panzer de la Guardia Civil contra una trama neonazi. ¡°Guillem, j¨®dete¡± sigue siendo un grito de guerra de la ultraderecha valenciana.
¡°Creo que es muy interesante entender qu¨¦ sucedi¨® entonces para ver las similitudes y las diferencias con lo que ahora est¨¢ pasando¡±, opina Marques-Marcet. Aquel 1993 era el de la Espa?a m¨¢s internacional, que sacaba pecho tras el ¨¦xito de Barcelona 92 y la Expo de Sevilla. ¡°Tiempo de masilla, no de derribos¡±, dice el abogado a los padres de Guillem, consciente de que el franquismo estaba entonces muy enraizado en la Comunidad Valenciana. ¡°A¨²n hoy hay muchas cosas del r¨¦gimen anterior que no se han marchado¡±, sostiene el cineasta, que subraya que su generaci¨®n ¡ªtiene 37 a?os¡ª ha crecido con ideas cuestionables ¡°como que la Transici¨®n no se pod¨ªa criticar¡±.
Por eso, defiende que es buen momento para revisitar la historia y entender de d¨®nde surgieron algunas situaciones que a¨²n no han sido resueltas m¨¢s de 40 a?os despu¨¦s de la recuperaci¨®n de la democracia: ¡°Es muy sintom¨¢tico que j¨®venes de clase obrera como los que mataron a Guillem lo hicieran en defensa de la ultraderecha, de las clases altas. Es algo que, en cierta manera, sigue ocurriendo¡±. ¡°?Qu¨¦ estamos entonces haciendo mal?¡±, se pregunta el director. La mort de Guillem quiere ofrecer algunas respuestas.
"Los premios te animan a seguir"
Tras obtener la Biznaga de Oro por 10.000 kil¨®metros y Els dies que vindran, Carlos Marques-Marcet recibi¨® anoche tambi¨¦n el premio M¨¢laga Talent en el Festival de Cine malague?o. ¡°Lo normal es recibirlo al final de tu carrera, cuando ya est¨¢s acabando; pero esto es un impulso, te ayuda a entender que hay gente que va al cine a ver tus pel¨ªculas¡±, asegura el cineasta. ¡°Es como una palmadita en la espalda, te anima a seguir, insiste, tan agradecido como sorprendido de obtener un reconocimiento a su trayectoria cuando ¨¦sta se encuentra en plena efervescencia. De hecho, acaba de rodar junto a Pablo Messiez un cap¨ªtulo de la serie Escenario 0 para HBO, plataforma para la que tambi¨¦n grab¨® En casa dando su punto de vista sobre el confinamiento. Tambi¨¦n anda dando forma a su pr¨®ximo largometraje, que escribe desde hace un a?o. ¡°La exigencia genera dudas¡±, dice, con la ilusi¨®n de llevar a M¨¢laga esa pr¨®xima pel¨ªcula. ?Conseguir otra Biznaga de Oro? ¡°Ojal¨¢¡±, afirma. El refr¨¢n est¨¢ de su parte: no hay dos sin tres.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.