Una catalana en la corte de sabios de Macron
La economista Mar Reguant asesora al presidente franc¨¦s sobre cambio clim¨¢tico y reclama decisiones urgentes y ambiciosas
Mar Reguant es una de los 26 expertos convocados por el presidente de Francia para ¡ªah¨ª es nada¡ª cambiar el mundo. El curr¨ªculo de esta economista catalana corta el aliento. A sus 36 a?os, est¨¢ acostumbrada a trabajar de t¨² a t¨² con popes como los premios Nobel Jean Tirole o Peter Diamond y el antiguo economista jefe del FMI Olivier Blanchard. Fue Tirole precisamente el que propuso su n...
Mar Reguant es una de los 26 expertos convocados por el presidente de Francia para ¡ªah¨ª es nada¡ª cambiar el mundo. El curr¨ªculo de esta economista catalana corta el aliento. A sus 36 a?os, est¨¢ acostumbrada a trabajar de t¨² a t¨² con popes como los premios Nobel Jean Tirole o Peter Diamond y el antiguo economista jefe del FMI Olivier Blanchard. Fue Tirole precisamente el que propuso su nombre para el consejo de sabios con el que Emmanuel Macron se ha propuesto redefinir las prioridades del siglo XXI. La irrupci¨®n de la pandemia ¡ªcomo un meteorito estrellado contra nuestras vidas¡ª no ha hecho m¨¢s que convencer a Reguant de la necesidad de ser m¨¢s ambiciosa en sus planteamientos. Y de exigir cambios m¨¢s radicales.
En una conversaci¨®n por Zoom desde su piso de Chicago en la que de vez en cuando irrumpen sus hijos de uno y tres a?os, Reguant bromea sobre lo duro que es enfrentarse a las sesiones en las que los 26 investigadores elaboran propuestas en torno a tres ejes: cambio clim¨¢tico, desigualdad e inmigraci¨®n y poblaci¨®n. ¡°Son agotadoras mentalmente. Despu¨¦s de cada reuni¨®n siempre me tengo que tomar un break al d¨ªa siguiente¡±, confiesa.
Profesora en la prestigiosa Northwestern University del Estado de Illinois, describe unas sesiones acaloradas, en las que todos los participantes tienen opiniones muy fuertes de las que est¨¢n convencidos y defienden con mucha intensidad. Pero no parece que ella se quede atr¨¢s. ¡°Yo tambi¨¦n soy muy tozuda¡±, admite con una sonrisa. ¡°Parece imposible que vayamos a llegar a un acuerdo¡±. Pero deben hacerlo. El objetivo es elaborar entre todos un documento con propuestas concretas que Macron pueda poner en marcha. ¡°Nos ha dicho que quiere algo muy pr¨¢ctico, que ¨¦l pueda aplicar¡±.
Las discusiones se centran a veces en detalles que a un reci¨¦n llegado podr¨ªan parecer nimios. ¡°Un ejemplo son las tasas al carbono. Todos estamos de acuerdo en que son insuficientes y en la dificultad de que los Gobiernos aprueben unas tasas tan altas como ser¨ªa necesario. Pero podemos tirarnos 50 minutos discutiendo sobre c¨®mo expresar esto que te acabo de decir. Es un asunto de matiz, pero todos queremos insistir en nuestro matiz¡±, dice esta especialista en econom¨ªa de la energ¨ªa.
Reguant lleva casi la mitad de sus 36 a?os fuera de casa. Tras estudiar en la Aut¨®noma de Barcelona y un Erasmus en Alemania, cay¨® en la meca de la ciencia econ¨®mica, el Massachusetts Institute of Technology, archiconocido por sus siglas MIT. Dio all¨ª con un ambiente poco jer¨¢rquico, en el que los profesores ¡ªy no cualquiera, Blanchard y Diamond fueron sus maestros¡ª le trataron enseguida de igual a igual. ¡°Puedes tener poca experiencia, pero si tienes una buena idea te dejan equivocarte¡±. De ah¨ª pas¨® por otro de los nombres m¨ªticos de su especialidad: la Toulouse School of Economics, de la mano de Tirole.
¡°Todo lo que estamos viviendo me ha ayudado a darme cuenta de que los investigadores tenemos que comunicar la emergencia clim¨¢tica con la misma urgencia que comunicamos la necesidad de una vacuna¡±, dice Reguant
Admite que en esas universidades de ¨¦lite ha disfrutado de much¨ªsimos m¨¢s recursos de los que habr¨ªa tenido si se hubiera quedado a investigar en Espa?a. ¡°Al menos en ciencias sociales si tienes buenas ideas las puedes comunicar. Pero en ciencias m¨¢s duras ni siquiera puedes ejecutarlas, porque no vas a disponer del material necesario¡±.
Encerrada en casa con su marido y sus dos hijos, lleva casi medio a?o sin pisar la universidad. Y, lo que se le hace m¨¢s duro, sin poder visitar a su familia ni saber cu¨¢ndo podr¨¢ hacerlo. Asegura que la pandemia le ha servido como se?al de alarma ¡ªo ¡°wake up call¡±, como ella dice mientras trata de buscar la traducci¨®n correcta, se?al de que lleva ya muchos a?os trabajando en ingl¨¦s¡ª. ¡°Todo lo que estamos viviendo me ha ayudado a darme cuenta de que los investigadores tenemos que comunicar la emergencia clim¨¢tica con la misma urgencia que comunicamos la necesidad de una vacuna. Para m¨ª las dos emergencias no est¨¢n separadas, sino que son dos manifestaciones del mismo problema¡±.
Efectos a medio y largo plazo de la covid-19 en la energ¨ªa y el medio ambiente, un reciente art¨ªculo del que es coautora, se?ala un hallazgo interesante: que los efectos de la reducci¨®n de gases contaminantes fruto de los meses de paralizaci¨®n de la econom¨ªa por el coronavirus no van a compensar el da?o que la pandemia har¨¢ si se traduce en un retraso en las pol¨ªticas de innovaci¨®n de energ¨ªas limpias. Es decir, que ni siquiera una de las poqu¨ªsimas cosas buenas que trajo el virus ¡ªesos cielos impolutos que se ve¨ªan durante los peores d¨ªas del confinamiento¡ª podr¨ªa terminar siendo beneficioso para el medio ambiente.
Todo esto hace pensar a la joven economista catalana que hay que ser m¨¢s y m¨¢s ambicioso. Y que metas que antes parec¨ªan inalcanzables han de ser superadas. ¡°Antes del coronavirus ya sab¨ªa que hac¨ªa falta una transformaci¨®n absoluta. Pero ahora lo veo mucho m¨¢s claro. Ni siquiera parando absolutamente la econom¨ªa, la reducci¨®n de gases contaminantes ha sido tan grande. ?Es que hay que reducir las emisiones a cero!¡±, dice.
Reguant es muy cr¨ªtica con sus colegas. ¡°Los economistas hemos sido demasiado conservadores. Llevamos 30 a?os discutiendo si debemos parar las emisiones ma?ana o pasado¡±, asegura con tono de hast¨ªo. Ella tiene claro de qu¨¦ lado est¨¢. Y, por si le quedaba alguna duda, la pandemia le ha ayudado a quit¨¢rsela. ¡°Todo esto me ha servido para preguntarme: ¡®?Qu¨¦ estoy haciendo?¡¯ ?Voy demasiado lenta!¡±.
Entre la mina y la ecolog¨ªa
Procedente del pueblo minero de S¨²ria (Barcelona), Reguant sabe mejor que nadie del impacto medioambiental del sector que a tantas familias ha dado de comer. ¡°Se ha criticado a los chalecos amarillos, pero entiendo los golpes que han sufrido. Antes, los economistas estaban c¨®modos dise?ando pol¨ªticas consideradas necesarias. Pero eso ya no sirve. Si son inviables por el rechazo popular, no sirven¡±.