Un reencuentro inesperado
Alicia y Maite ayudan a Andrea a recoger la casa de Maribel despu¨¦s de que alguien entrara all¨ª el viernes. M¨¢s tarde, Andrea se reencuentra con una persona de su pasado
Por aqu¨ª sigo. Hoy un poco m¨¢s animada que ayer, y en gran parte gracias a Alicia y Maite. Se pasaron a verme por la ma?ana con Mario y me pillaron recogiendo la casa, as¨ª que les cont¨¦ lo de que alguien entr¨® a robar el viernes mientras estuvimos de excursi¨®n. Me acabaron ayudando a recoger todo mientras Mario volv¨ªa a leer su libro de ovnis, y cuando acabamos me propusieron acompa?arles. Me daba un poco de apuro despu¨¦s de lo que pas¨® el d¨ªa que estuvimos fuera, pero como tampoco me apetec¨ªa pasar el d¨ªa sola en casa, cerr¨¦ todo bien y les dije que s¨ª, que vale.
Fuimos con su coche hasta la entrada de una cueva en la que jurar¨ªa que ya estuvimos t¨² y yo un verano. No soy ninguna experta en cuevas, pero en lo que s¨ª soy experta es en tropezarme: fue dar tres pasos dentro de la gruta por la que se entra a la cueva y ya estaba con el culo aterrizando en el suelo. Me pas¨® como con esos olores que te activan un recuerdo, solo que en este caso de un modo un poco m¨¢s doloroso. Vamos, que de repente me record¨¦ tropezando y aterrizando en ese mismo sitio pero hace un mont¨®n de a?os, y como me pas¨® aquella vez, tampoco me import¨® mucho porque la visita a la cueva bien mereci¨® la pena. Es una pasada, enorme y con la luz col¨¢ndose dentro por algunas grietas, hasta iluminarla de un modo que parece que est¨¦s en otro planeta. Alicia es ge¨®loga y nos estuvo explicando un mont¨®n de cosas sobre c¨®mo se form¨® aquello, Maite recogi¨® algunas flores que crec¨ªan en sus rincones m¨¢s oscuros y Mario me dijo que esa cueva ser¨ªa un buen lugar para esconderte y descansar si fueras un extraterrestre. Yo hice fotos.
Luego, por la tarde, bajamos hasta la cala secreta que hay junto al pueblo, que de secreta ya solo tiene lo secreta que a m¨ª me gustar¨ªa que fuera. A estas alturas parece que ya todo el mundo la conoce, vivas o no en el pueblo, as¨ª que es muy raro que est¨¦ vac¨ªa. ?Y sabes qu¨¦? ?Me encontr¨¦ all¨ª con Juanjo! Est¨¢ muy cambiado, muy alto y muy guapet¨®n, pero lo reconoc¨ª enseguida por lo del dedo. Ya sabes, el dedo que perdi¨® aquel verano, cuando subi¨® a un ¨¢rbol a bajar a la gata de Maribel y tuvo aquel accidente tan feo.
No pudimos hablar mucho porque estaba trabajando y se hab¨ªa escapado un moment¨ªn para darse un chapuz¨®n. Me dijo que me pasara a verle esta noche por el restaurante, que los domingos no tiene mucho l¨ªo. Eso voy a hacer.
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