?Y si todo fuera verdad?
Andrea trata de ordenar todo lo que ha sucedido hasta el momento seg¨²n lo que Mario le cont¨® de su libro sobre los extraterrestres y todo lo que ha le¨ªdo en la libreta del farero
Vale, imag¨ªnate que todo este asunto de los avistamientos y los extraterrestres y los fen¨®menos extra?os es cierto. Pi¨¦nsalo por un momento. Vamos a suponer que es as¨ª y que, como me dijo Mario, si no tenemos pruebas es porque los hombres de negro se encargan de eliminarlas.
Ahora piensa cuando entraron en casa de Maribel. La Polic¨ªa me dijo que ese tipo de robos son muy habituales por esta zona, pero lo cierto es que robar, lo que es robar, aqu¨ª nadie rob¨® nada. No hab¨ªa joyas ni dinero en la casa, de acuerdo, pero ?y si no fue eso lo que entraron a buscar? ?Y si lo que quer¨ªan llevarse era la libreta de Francisco? En aquel momento, cuando entraron, la libreta estaba en la maleta, escondida en el bolsillo secreto y llena de sus teor¨ªas sobre la invasi¨®n extraterrestre que, seg¨²n ¨¦l, est¨¢ sucediendo en el pueblo. Lo del anagrama de la franquicia de tiendas es una tonter¨ªa, s¨ª, pero ?y si hay algo cierto en todo esto? ?Es esta libreta el tipo de pruebas que los hombres de negro se encargan de eliminar?
?No podr¨ªa ser que hubieran ido a buscarla al faro de Francisco y al no encontrarla all¨ª vinieran aqu¨ª? El faro estaba muy desordenado, pero ese desorden podr¨ªa haberlo provocado alguien que hubiera estado all¨ª revolviendo entre sus cosas, buscando algo. Y hab¨ªa una ventana rota, ?te acuerdas? ?Quiz¨¢s entr¨® alguien por ah¨ª? ?No podr¨ªa ser que Francisco se cayera del faro mientras escapaba de esa persona? ?Y si cuando esa persona no encontr¨® lo que buscaba vio mi ¨¢lbum de fotos? Ser¨ªa muy f¨¢cil localizar esta casa viendo esa foto, la que alguien cogi¨® del ¨¢lbum. El jard¨ªn de Maribel en el que nos la hicimos es inconfundible. Y yo estoy mucho m¨¢s alta ahora, pero excepto por la altura, tampoco he cambiado tanto. Al no encontrar la libreta all¨ª, ?pensar¨ªan que tal vez podr¨ªa estar aqu¨ª? ?Qu¨¦ igual la ten¨ªa yo?
Todas estas preguntas son las que se me apelotonaban en la cabeza ayer por la noche cuando, media hora despu¨¦s de meterme en la cama, escuch¨¦ un ruido. Y luego otro. El primero fue como un sonido met¨¢lico muy fuerte, y el segundo el de una puerta abri¨¦ndose. Despu¨¦s escuch¨¦ pasos.
Baj¨¦ las escaleras muerta de miedo, agarrada al m¨®vil e iluminando todo con su linterna hasta comprobar que, efectivamente, alguien hab¨ªa entrado en la casa. As¨ª que corr¨ª. Corr¨ª hasta la cocina para esconderme y llamar a la Polic¨ªa, pero no pude hacerlo porque la persona que acababa de entrar en la casa estaba all¨ª.
?Qu¨¦ hice? Pues pegar un grito, soltar el m¨®vil, coger una sand¨ªa y lanz¨¢rsela. Por este orden. Pero por suerte no le di. ?Era Maribel!
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