Lo que la ciencia sabe del ¡®ghosting¡¯: es peor que el rechazo directo e igual de doloroso si el que se esfuma es un amigo
Las personas que m¨¢s sufren por este fen¨®meno son tambi¨¦n las que con m¨¢s frecuencia lo ejercen, seg¨²n un estudio
En ingl¨¦s lo llaman ghosting, y en espa?ol, a falta de un t¨¦rmino equivalente, tambi¨¦n. Es la magia de esfumarse, de dejar ¡°en visto¡± un mensaje en redes, de desaparecer abruptamente con la inestimable ayuda de la tecnolog¨ªa. As¨ª ghosting y ghostear han entrado por la puerta grande en nuestro l¨¦xico sentimental.
El ghosting, una pr¨¢ctica lamentable, pero conveniente, es ya la norma, indisoluble a la b¨²squeda de pareja en apps...
En ingl¨¦s lo llaman ghosting, y en espa?ol, a falta de un t¨¦rmino equivalente, tambi¨¦n. Es la magia de esfumarse, de dejar ¡°en visto¡± un mensaje en redes, de desaparecer abruptamente con la inestimable ayuda de la tecnolog¨ªa. As¨ª ghosting y ghostear han entrado por la puerta grande en nuestro l¨¦xico sentimental.
El ghosting, una pr¨¢ctica lamentable, pero conveniente, es ya la norma, indisoluble a la b¨²squeda de pareja en apps que propician el volumen de las interacciones y aniquilan la singularidad del objeto de deseo. Todos somos sustituibles y desechables. Eso dicen los acad¨¦micos que observan el fen¨®meno en varias universidades del mundo. Si est¨¢s buscando pareja te tocar¨¢ tarde o temprano, esfumarte, o ser la v¨ªctima de alguien que se disuelve abruptamente y sin dar explicaciones. Todo a la vez en todas partes, como la candidata a los Oscar.
EL PA?S ha hablado con acad¨¦micos que investigan el asunto y revisado los estudios publicados sobre esta estrategia de fuga y esto es lo que hemos sacado en claro:
Es m¨¢s doloroso que ser rechazado abiertamente
Este es el hallazgo de una investigaci¨®n de la Universidad de Georgia. ¡°En nuestro estudio, dos de cada tres participantes, todos adultos j¨®venes, hab¨ªan hecho ghosting y tambi¨¦n hab¨ªan sido v¨ªctimas de esta pr¨¢ctica en repetidas ocasiones. La mayor¨ªa lo consideraba una estrategia ventajosa porque era f¨¢cil, evitaba la confrontaci¨®n y les parec¨ªa m¨¢s educado que un rechazo duro y frontal¡±, cuenta Christina Leckfor, autora principal del trabajo. Sin embargo, las conclusiones de su estudio mostraron que la huella del ghosting sobre la salud mental es m¨¢s profunda que la del rechazo abierto. ¡°Al cabo del tiempo el recuerdo de haber sufrido ghosting era m¨¢s doloroso que el de una ruptura directa. Es muy posible que los que optan por esta salida no sean muy conscientes del da?o que provocan a la otra parte¡±, dice Leckfor, que califica la pr¨¢ctica de ¡°estrategia dolorosa de ruptura¡±.
?Qui¨¦nes son m¨¢s proclives a ejercer ¡®ghosting¡¯?
Los acad¨¦micos han intentado trazar un perfil de asiduos a esta pr¨¢ctica, aun cuando reconocen que est¨¢ muy generalizada. En el estudio de la Universidad de Georgia, el resultado fue verdaderamente curioso: los que m¨¢s sufr¨ªan por el ghosting eran tambi¨¦n los que con m¨¢s frecuencia lo ejerc¨ªan. ¡°Suelen ser personas con una gran necesidad de cerrar puertas y pasar p¨¢gina, con poca tolerancia a la incertidumbre¡±, define Leckfor, y a?ade: ¡°Necesitan respuestas firmes, no importa si son o no correctas, para evitar situaciones inciertas. Y aunque el ghosting puede dejar una relaci¨®n en la ambig¨¹edad, quien lo ejerce pone un sonoro punto final¡±.
Es un perfil que se apresura y se esfuma dejando al otro colgado. Cuando le hacen lo mismo, sufre amargamente, mucho m¨¢s que los que no tienen la necesidad urgente de cierre. Esta circunstancia dej¨® perplejos a los investigadores.
En esta investigaci¨®n de 2019, los autores identificaron que las personas con fuertes creencias en el destino, aquellos que conf¨ªan en que en alg¨²n lugar del mundo les est¨¢ esperando su media naranja para completarlos, sol¨ªan disolver sus relaciones con esta estrategia, una vez que decid¨ªan que no estaban ante la persona adecuada. Este trabajo apunta que muchas personas optan por el ghosting cuando deciden que una relaci¨®n est¨¢ condenada y ya no hay nada que hacer para salvarla.
Razones para hacer ¡®ghosting¡¯
En la misma investigaci¨®n dirigida por Gili Freedman, investigadora del Dartmouth College y Darsey Powell, del Roanoke College, algunos participantes reconocieron carecer de ¡°habilidades comunicativas para tener una conversaci¨®n honesta, ya fuera cara a cara, por mensajes o por email¡±. Dar la cara les generaba ¡°ansiedad social¡±, refirieron. Otros prefer¨ªan esfumarse porque cre¨ªan que un encuentro f¨ªsico podr¨ªa llevar la relaci¨®n sexual y emocional ¡°al siguiente nivel¡±, y ellos no estaban interesados.
Muchas mujeres adujeron ¡°razones de seguridad¡±. El 45% dijo que con el ghosting probablemente se hab¨ªan evitado ¡°situaciones inc¨®modas y t¨®xicas¡±. ¡°Es muy f¨¢cil chatear con absolutos desconocidos, desaparecer es una manera de protegerse cuando un t¨ªo pide cosas raras, por ejemplo, una foto desnuda¡±, confes¨® una chica de 19 a?os. Otra raz¨®n que se aduce es ¡°proteger los sentimientos del otro¡± porque se asume err¨®neamente que desaparecer sin avisar es m¨¢s cort¨¦s que el rechazo frontal.
Hacer ghosting despu¨¦s del sexo mereci¨® una categor¨ªa aparte en este trabajo. Los participantes consideraron ¡°normal¡± en el contexto de la cultura del hook up (sexo casual) que si una de las partes solo buscaba sexo, desapareciera una vez que lo ha conseguido. ¡°Despu¨¦s de todo, seguir hablando con esa persona podr¨ªa mandar la se?al equivocada de que se busca m¨¢s intimidad emocional¡±, dijo un participante.
Una encuesta de la app de citas Bumble entre usuarios de Singapur revel¨® que la raz¨®n principal para el ghosting era ¡°la falta de conexi¨®n¡±, la mayor¨ªa de las mujeres dijeron que hab¨ªan decidido esfumarse despu¨¦s de que en una primera cita se hubiera dicho algo ¡°repugnante¡±. Otros motivos alegados fueron ¡°estar muy ocupados¡± y ¡°evitar una conversaci¨®n desagradable para poner fin a la relaci¨®n¡±.
Los mileniales, m¨¢s de ¡®ghosting¡¯ que la Generaci¨®n Zeta
En la encuesta de Bumble los miembros de la Generaci¨®n Zeta mostraron una fuerte postura antighosting. El 69% dijo que era ¡°una pr¨¢ctica inadecuada¡±. En cambio, el 60% de los mileniales no ten¨ªa ning¨²n inconveniente en disolver unilateralmente una conexi¨®n sin dar explicaciones si no hab¨ªa qu¨ªmica en el primer encuentro. El 38% cre¨ªa que era ¡°un fen¨®meno normal¡±. Solo el 20% de los mileniales pensaba lo mismo.
Los amigos tambi¨¦n hacen ¡®ghosting¡¯, y es casi peor
Cuenta Christina Leckfor que ella y su equipo centraron su trabajo en el ghosting como estrategia de cierre de relaciones o citas rom¨¢nticas. Sin embargo, m¨¢s de la mitad de las personas investigadas cont¨® espont¨¢neamente una experiencia de una amistad rota con un episodio de esta naturaleza. ¡°Para nuestra sorpresa en los adultos j¨®venes no hab¨ªa diferencias, dol¨ªa tanto que una pareja o una cita rom¨¢ntica se esfumara cerrando todas las v¨ªas de contacto como que lo hiciera un amigo¡±. Otro ¨¢mbito inesperado donde el ghosting campa a sus anchas es la selecci¨®n de personal y las entrevistas de trabajo. Despu¨¦s de una o dos entrevistas, muchos reclutadores desaparecen y dejan en ascuas al que ya se consideraba candidato. Una circunstancia que el equipo de Leckfor se propone estudiar, pero que ya puede avanzar que es mucho m¨¢s da?ino que el t¨ªpico email de rechazo.
?Qui¨¦n lo pasa peor?
La respuesta puede parecer obvia, pero los investigadores quisieron confirmarla. En el estudio de Bumble, aquellos que hab¨ªan sufrido uno o m¨¢s episodios de ghosting se mostraron desalentados (42%), desconfiados (38%) y recelosos (34%) en su siguiente cita. En particular, los hombres ten¨ªan menos confianza en que las cosas fueran a ir mejor en su pr¨®ximo intento. El estudio cualitativo Disappearing in the Age of Hypervisibility: Definition, Context and Perceived Psychological Consequences of Social Media Ghosting tambi¨¦n constata las consecuencias negativas de esta estrategia.
A corto plazo, los que la hab¨ªan sufrido sent¨ªan confusi¨®n y ¡°un rechazo abrumador¡±, todo mezclado con baja autoestima. Parte del problema era ¡°la falta de claridad, no entender por qu¨¦ la relaci¨®n se hab¨ªa cortado abruptamente¡±, dicen los autores, que describieron ciertos rasgos de paranoia cuando el afectado intentaba buscarle un sentido a la situaci¨®n. A largo plazo estas personas, dice el estudio, desarrollaron una desconfianza que llevaron a sus pr¨®ximas relaciones.
?Y los que ejercen ghosting qu¨¦ sienten? Pues, seg¨²n este trabajo, la mitad tuvo cierto remordimiento y algo de culpa, el resto no report¨® ninguna emoci¨®n. Una conclusi¨®n que a los investigadores les parece coherente con otros trabajos que han demostrado que quien inicia una ruptura experimenta menos malestar que la otra parte. Estos fueron los primeros autores que pusieron por escrito que el ghosting ya era un h¨¢bito.
?Por qu¨¦ duele tanto que alguien desaparezca por donde lleg¨®: una ¡®app¡¯?
Seg¨²n Christina Leckfor, la tecnolog¨ªa amplifica nuestra disponibilidad del otro, y con ello la ilusi¨®n de haber encontrado a alguien, pero, cuando se esfuma, hace muy evidente su volatilidad. ¡°Es f¨¢cil escribir o llamar a un amigo, o a una pareja rom¨¢ntica, no importa lo lejos que est¨¦. Somos tan accesibles y es tan f¨¢cil dar con nosotros que, cuando alguien decide desaparecer, es desgarrador. La mayor¨ªa de las personas lleva el tel¨¦fono encima todo el tiempo, cuando alguien sufre ghosting, le es muy f¨¢cil imaginar c¨®mo del otro lado alguien ve sus mensajes y los ignora deliberadamente¡±. En la era de la hipervisibilidad que no te vean es un golpe bajo.
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