Inteligencia artificial y tercera edad: ?pueden los robots cuidar de nuestros mayores?
Los expertos reconocen el potencial de la tecnolog¨ªa, pero advierten de que las interacciones humanas no se pueden sustituir
La inteligencia artificial (IA) se filtra en todos los aspectos de la vida. Sirve para crear im¨¢genes y v¨ªdeos, podemos chatear con ella, incluso ha revolucionado la medicina ayudando en el cribado, diagn¨®stico y tratamiento de m¨²ltiples enfermedades, entre ellas, el c¨¢ncer. Desde hace un tiempo tambi¨¦n se investiga su potencial como ayuda para cuidar de las personas mayores y paliar su soledad. Existen sistemas que se encarg...
La inteligencia artificial (IA) se filtra en todos los aspectos de la vida. Sirve para crear im¨¢genes y v¨ªdeos, podemos chatear con ella, incluso ha revolucionado la medicina ayudando en el cribado, diagn¨®stico y tratamiento de m¨²ltiples enfermedades, entre ellas, el c¨¢ncer. Desde hace un tiempo tambi¨¦n se investiga su potencial como ayuda para cuidar de las personas mayores y paliar su soledad. Existen sistemas que se encargan de recordarles las tomas de medicaci¨®n, por ejemplo, con una llamada telef¨®nica, pero se puede ir m¨¢s all¨¢. El siguiente paso son los robots de acompa?amiento, que incorporan tecnolog¨ªa para ayudar a los mayores en su vida cotidiana. Pueden asistirles para hacer ejercicios (f¨ªsicos y cognitivos), detectar ca¨ªdas, incluso acercarles objetos.
La soledad no deseada afecta a todos los ¨¢mbitos de la salud. Aumenta, al menos, un 30% las muertes prematuras y supone un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, ictus, demencia y problemas de salud mental como la depresi¨®n, explica Guillermo Lahera, profesor titular de Psiquiatr¨ªa de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares (UAH). Cuando faltan las relaciones sociales, se inicia ¡°un bucle de autoabandono, h¨¢bitos de vida poco saludables y conductas que acent¨²an la situaci¨®n de aislamiento¡±, desarrolla Lahera, que tambi¨¦n es jefe de secci¨®n del Hospital Universitario Pr¨ªncipe de Asturias de la misma ciudad.
El pasado julio, la revista Science Robotics public¨® un informe realizado por investigadores de las universidades de Auckland, Duke y Cornell (Estados Unidos) en el que reflexionaban sobre la utilidad de los robots de acompa?amiento con IA y los riesgos que pueden entra?ar. ¡°La conexi¨®n social con los robots es cada vez m¨¢s importante a medida que avanza la tecnolog¨ªa¡±, sostienen los autores. Para justificarlo se basan en otras investigaciones que afirman su capacidad para fomentar ¡°el compromiso, la interacci¨®n y el bienestar, as¨ª como una reducci¨®n del estr¨¦s y la soledad¡±.
Murali Doraiswamy, autor principal de este trabajo, ve a los robots de acompa?amiento con IA incorporada como una soluci¨®n para las personas aisladas que no tienen otras opciones, ¡°hasta que la sociedad priorice la conexi¨®n social y el cuidado de los mayores¡±. Isabel Rodr¨ªguez, coordinadora del Grupo de gerotecnolog¨ªa de la Sociedad Espa?ola de Geriatr¨ªa y Gerontolog¨ªa (SEGG), cree que, precisamente, este es un aspecto con el que hay que llevar cuidado, para no permitir que sustituya al contacto humano. ¡°Puede ser un parche, pero si no tratamos el problema real que ocasiona esa soledad, va a ser complicado¡±, a?ade la geriatra del Hospital Cl¨ªnico San Carlos de Madrid, que no particip¨® en ese estudio.
Rodr¨ªguez defiende que las relaciones sociales o interpersonales ¡°no se basan en el contacto f¨ªsico o en la compa?¨ªa per se¡±, sino que entran en juego otros factores como la empat¨ªa, el afecto o el intercambio de sentimientos. Cosas que ¡°al menos a d¨ªa de hoy, un robot no te va a dar¡±, sentencia. Para Lahera, es ¡°la inmortalidad de los robots¡± lo que hace que no puedan sustituir los contactos humanos.
Antonio L¨®pez, catedr¨¢tico de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED), es m¨¢s optimista y considera que toda tecnolog¨ªa que permita una mayor comunicaci¨®n ¡°ayudar¨¢ a reducir la soledad no deseada¡±. Aunque reconoce que ser¨¢ necesaria cierta formaci¨®n por parte de los usuarios para ¡°poder interaccionar de forma adecuada dentro de un contexto tecnol¨®gico¡±.
Soledad y dependencia
Rodr¨ªguez, de la SEGG, cree que es necesario tener en cuenta las diferencias entre cada usuario. Lo primero que hay que valorar es el estado cognitivo y el grado de independencia. Tambi¨¦n es importante d¨®nde viven, no es lo mismo un adulto mayor que viva en su casa, que otro que lo haga en una residencia. Por lo general, en el ¨²ltimo caso suelen tener un mayor grado de dependencia y est¨¢n m¨¢s atendidos, por lo que las funciones requeridas a estos dispositivos en uno y otro caso ser¨ªan distintas, explica la experta. Tambi¨¦n hay que tener en cuenta d¨®nde viven, ya que no tendr¨¢ acceso a los mismos servicios una persona mayor que vive en la ciudad que en el entorno rural.
Aunque el informe habla de la capacidad de los robots con IA para mantener conversaciones con los usuarios, Doraiswamy, el autor principal, reconoce que todav¨ªa no pueden hacerlo de manera real, ¡°como si fuera de persona a persona¡±. L¨®pez defiende que la tecnolog¨ªa que se incorpore debe responder a las demandas y las preocupaciones y ser realista con las posibilidades de producci¨®n.
Tanto el autor del informe como el catedr¨¢tico de la UNED coinciden al barajar una posibilidad digna de la ciencia ficci¨®n. Puede haber personas que acaben por vincularse emocionalmente a robots: ¡°Podemos proyectar nuestras emociones en un objeto, otra cosa muy distinta es que la m¨¢quina pueda responder¡±. En el estudio recuerdan que ya existen dispositivos que se pueden configurar para que hablen con la voz de un ser querido que ha fallecido.
Proyectos piloto
Aunque este tipo de tecnolog¨ªa todav¨ªa est¨¢ en desarrollo y lejos su uso generalizado, en Espa?a ya hay algunos proyectos puestos en marcha en residencias de mayores. Van desde mascotas rob¨®ticas, como PLEO, el dinosaurio de la Fundaci¨®n El Red¨®s en Sant Pere de Ribes (Barcelona) para ayudar a los pacientes con demencia, hasta robots como Pepper, en la residencia Prytanis de L¡¯Hospitalet de Llobregat (Barcelona), que ayuda a las personas mayores a realizar ejercicios de fisioterapia y cognitivos.
Carlos Vivas, director de negocio de la empresa PAL Robotics, cree que la rob¨®tica se convertir¨¢ ¡°en una herramienta muy ¨²til para asistir al personal y brindar apoyo a los pacientes¡±. La compa?¨ªa cuenta con varios proyectos respaldados por la Uni¨®n Europea y en ellos trabajan con robots como ARI y TIAGo. Sus objetivos son promover una vida saludable e independiente, ser capaces de interactuar de forma efectiva con m¨¢s de una persona a la vez e, incluso, en el caso de TIAGo, proporcionar atenci¨®n m¨¦dica: reconocer a los usuarios, comprender instrucciones vocales y tambi¨¦n los estados emocionales para lograr interacciones humanas centradas en la persona. ¡°La premisa es que la persona mantenga el control y cuente con un apoyo que fomente su autonom¨ªa¡±, asegura Vivas.
La mayor cuesti¨®n es si podemos hacer un modelo de inteligencia artificial, de rob¨®tica, de servicios, basado en los derechos humanosAntonio L¨®pez, UNED
Los robots que oferta la empresa est¨¢n en continuo desarrollo para ofrecer la mayor cantidad de funcionalidades posible. Por ejemplo, juegos en su pantalla t¨¢ctil para trabajar la cognici¨®n, programas para promover el ejercicio si est¨¢n mucho tiempo inactivos, conectarles con sus seres queridos a trav¨¦s de una videollamada o recordarles citas pendientes. Y, por supuesto, conectar directamente con el cuidador principal si la persona mayor necesita ayuda, como en una ca¨ªda. Tambi¨¦n aspiran a que los dispositivos que cuenten con las herramientas necesarias sean capaces de llevar objetos o ayudar a la persona mayor a la que cuidan a recoger algo que se le haya ca¨ªdo.
Una cuesti¨®n que no puede perderse de vista, coinciden los expertos, son las implicaciones ¨¦ticas que hay que tener en cuenta a la hora de desarrollar estos robots. A los autores del informe les preocupa el tratamiento de la informaci¨®n, la garant¨ªa de privacidad y qui¨¦n tendr¨ªa la responsabilidad en caso de accidente. El director de negocios de PAL Robotics cuenta que desde su empresa intentan evitar la recopilaci¨®n y el uso de datos personales para desarrollar sus proyectos y, en caso de hacerlo, anonimizan esa informaci¨®n.
Para L¨®pez, de la UNED, la tecnolog¨ªa cambia la naturaleza de las cosas y nuestra realidad. Por eso, ¡°la mayor cuesti¨®n es si podemos hacer un modelo de inteligencia artificial, de rob¨®tica, de servicios, basado en los derechos humanos¡±, concluye.
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