El ejercicio f¨ªsico, clave para el tratamiento del c¨¢ncer de mama

Una marat¨®n no tiene por qu¨¦ durar 42 kil¨®metros, cada persona tiene el suyo. ¡°El ejercicio durante el tratamiento fue clave para mantener mi estado de ¨¢nimo y cierta sensaci¨®n de normalidad. Cuando atraviesas un c¨¢ncer tu vida da un giro dram¨¢tico, donde apenas puedes controlar lo que ocurre¡±, afirma Diana (42 a?os). Le diagnosticaron su tumor de mama en plena pandemia. Su rutina cambi¨® de golpe: pas¨® de trabajar, escalar y viajar a padecer menopausia precoz, mastectom¨ªa y goteros de tratamiento. ¡°En ese escenario, hacer algo de actividad f¨ªsica me daba una sensaci¨®n de poder hacer algo bueno por m¨ª misma, mientras la quimio hac¨ªa su trabajo¡±, a?ade.

Seg¨²n los ¨²ltimos datos recogidos por la Sociedad Espa?ola de Oncolog¨ªa M¨¦dica (SEOM), en 2023 se diagnosticar¨¢n 35.001 nuevos casos de c¨¢ncer de mama, siendo este tipo de tumor m¨¢s frecuente entre las mujeres en nuestro pa¨ªs. En Espa?a, aproximadamente el 30% de los c¨¢nceres diagnosticados en mujeres se originan en la mama. Este tumor contin¨²a siendo la primera causa de muerte por c¨¢ncer entre las mujeres. Tal y como afirma GEICAM en la actualidad, es posible hacerle frente con mejores resultados que hace unos a?os; pero se necesita mejorar la calidad de vida de aquellas que consiguen superarlo. Hoy se celebra el D¨ªa Mundial que trata de concienciar sobre esta enfermedad.

La actividad f¨ªsica, seg¨²n las investigaciones, es una aliada en este tipo de patolog¨ªas, ya que reduce el riesgo de enfermedades cr¨®nicas, los efectos secundarios de los tratamientos, puede mejorar el pron¨®stico y la supervivencia.

Reducci¨®n del riesgo

Teniendo en cuenta su car¨¢cter multifactorial, la reducci¨®n del riesgo de padecer esta enfermedad a trav¨¦s del ejercicio puede deberse a diferentes rutas biol¨®gicas. Ana Lluch, cocoordinadora del Grupo de Investigaci¨®n en Biolog¨ªa en C¨¢ncer de Mama del Instituto de Investigaci¨®n Sanitaria INCLIVA, onc¨®loga del Hospital Cl¨ªnico de Val¨¨ncia y catedr¨¢tica em¨¦rita del ¨¢rea de Medicina de la Universitat de Val¨¨ncia., explica: ¡°Sabemos que el ejercicio f¨ªsico reduce, por ejemplo, el porcentaje de masa grasa corporal, que la obesidad y el sobrepeso en general implican niveles m¨¢s altos de hormonas sexuales, as¨ª como un incremento de citoquinas proinflamatorias, por lo que disminuyendo estos niveles se evitar¨ªa un descontrol en la muerte celular programada de nuestro organismo, y una multiplicaci¨®n celular descontrolada. El ejercicio f¨ªsico, entre otros efectos, tambi¨¦n refuerza el sistema inmunitario, disminuye el estr¨¦s oxidativo y los radicales libres¡±. Sin mebargo, Lluch aclara que es fundamental no establecer afirmaciones categ¨®ricas, ya que es necesaria m¨¢s investigaci¨®n que refuerce los hallazgos que se han hecho hasta el momento ¡°y lograr m¨¢s evidencia en cuanto a la cantidad de ejercicio f¨ªsico necesaria para obtener una clara reducci¨®n del riesgo de padecer c¨¢ncer¡±.

El Programa de Ejercicio F¨ªsico Oncol¨®gico que el Grupo GEICAM puso en marcha en 2017 fue creado con el objetivo de desarrollar proyectos sobre sus beneficios en la evoluci¨®n del tumor, generar una red de especialistas en la materia y divulgar sus ventajas a pacientes, instituciones y poblaci¨®n general. La onc¨®loga explica que en el estudio epiGEICAM participaron 1.017 mujeres recientemente diagnosticadas de c¨¢ncer de mama y 1.017 mujeres sin la enfermedad, para estudiar, a trav¨¦s de cuestionarios, el impactoi del estilo de vida (incluyendo la pr¨¢ctica de ejercicio f¨ªsico, el tipo de dieta y el consumo de alcohol) en el desarrollo del c¨¢ncer de mama en Espa?a. Y explica: ¡°Observamos que las mujeres espa?olas con un estilo de vida sedentario tienen un 71% m¨¢s de riesgo de desarrollar c¨¢ncer de mama a lo largo de su vida que las mujeres que cumplen con las recomendaciones internacionales de ejercicio f¨ªsico (150 minutos semanales de actividad f¨ªsica aer¨®bica moderada, o bien 75 minutos de actividad f¨ªsica aer¨®bica vigorosa cada semana) y que el 13,8% de nuevos casos podr¨ªan evitarse con la realizaci¨®n de actividad f¨ªsica¡±.

Una parte del tratamiento

¡°Cuando acab¨¦ con el tratamiento y los postoperatorios m¨¢s severos, fui incorporado actividades tan sencillas como caminar. Despu¨¦s de casi un a?o, cuando mi onc¨®logo me dio luz verde, empec¨¦ a incorporar un entrenamiento de fuerza dos veces por semana. Lo cual ha sido completamente clave en mi recuperaci¨®n¡±, explica Diana al salir del gimnasio. La paciente entrena de forma supervisada, controlada por un profesional, atendiendo a sus sensaciones corporales y adaptando el ejercicio a sus necesidades. Progresa poco a poco y eso hace que pueda trasladar los gestos que hace en la sala a su d¨ªa a d¨ªa: subir escaleras, cargar su patinete para ir al trabajo o salir a caminar por rutas en la naturaleza.

El doctor Joaquin Gavil¨¢, jefe Cl¨ªnico Oncolog¨ªa M¨¦dica Fundaci¨®n Instituto Valenciano de Oncolog¨ªa (IVO) tambi¨¦n aconseja practicar ejercicio a pacientes como Diana. ¡°Forma parte de lo que conocemos como abordaje integral del c¨¢ncer de mama¡±, admite.

La OMS (Organizaci¨®n Mundial de la Salud) recomienda realizar 150 minutos semanales de actividad f¨ªsica moderada, ya que su beneficio se ha objetivado en aspectos f¨ªsicos, ps¨ªquicos y psico-f¨ªsico. ¡°A nivel f¨ªsico, un ejemplo claro lo vemos en situaciones asociadas a una menor densidad mineral ¨®sea como puede ser la osteoporosis causada por tratamientos sist¨¦micos y por las met¨¢stasis ¨®seas l¨ªticas [aquellas que favorecen la destrucci¨®n de hueso]. El ejercicio incrementa la densidad mineral ¨®sea de la columna lumbar y el cuello femoral en adultos y, por tanto, puede prevenir fracturas ¨®seas y otros eventos asociados con el esqueleto¡±, explica Gavil¨¢.

Aer¨®bico vs fuerza

Despu¨¦s del c¨¢ncer los pacientes se enfrentan a nuevos retos. ¡°Tuve una menopausia prematura y un cambio general en mi cuerpo. En este escenario, hacer ejercicio me ha ayudado no solo a sentirme mejor, sino a conciliarme conmigo misma y a reconstruirme, para retomar la vida activa de la que siempre hab¨ªa disfrutado¡±, reconoce Diana.

Las investigaciones se?alan que, a nivel f¨ªsico, el ejercicio aer¨®bico y de fuerza determinan cambios significativos en la composici¨®n corporal al disminuir el porcentaje de grasa, aumentar la masa magra y provocar mejoras en la fuerza. ¡°Al disminuir el porcentaje de grasa corporal, menor probabilidad de obesidad y por tanto menor riesgo de recidiva. A nivel psicol¨®gico y psico-f¨ªsico: permite una menor percepci¨®n del dolor, en especial el dolor de hombro que queda tras la cirug¨ªa y radioterapia del c¨¢ncer de mama mejora el cansancio, la ansiedad y la depresi¨®n, as¨ª como la calidad de vida y la autoestima¡±, subraya Gavil¨¢.

Linfedema

Alrededor del 30% de las pacientes pueden desarrollar linfedema, acumulaci¨®n anormal de l¨ªquido linf¨¢tico que resulta de un transporte linf¨¢tico inadecuado en el brazo intervenido, los tres a?os posteriores al tratamiento. Las revisiones se?alan que el entrenamiento de fuerza parece ser una intervenci¨®n de ejercicio segura y no perjudicial para el riesgo de linfedema. gavil¨¢ matiza: ¡°Suele ser una creencia generalizada que pacientes de c¨¢ncer de mama deben evitar el ejercicio de la parte superior del cuerpo, pero un entrenamiento con ejercicios de fuerza progresivos no aumenta la incidencia de linfedema y, todo lo contrario, puede determinar efectos favorables en pacientes que est¨¢n en riesgo disminuyendo claramente sus signos y s¨ªntomas¡±.

De la teor¨ªa a la pr¨¢ctica

• Las recomendaciones para pacientes con c¨¢ncer del Colegio Americano de Medicina Deportiva (ACSM), son similares a los de la OMS para pacientes sanos: 30 minutos de caminata r¨¢pida durante cinco d¨ªas a la semana. En este caso, para reducir el riesgo de otras enfermedades, tambi¨¦n se recomienda realizar algunas actividades de fuerza combinadas con las aer¨®bicas. Un estudio mostr¨® que las mujeres activas tras el diagn¨®stico de un c¨¢ncer de mama ten¨ªan un 67% menor riesgo de reca¨ªda y un 45% menor riesgo de muerte que aquellas que ten¨ªan un estilo de vida inactivo. Si tiene dudas sobre los beneficios y las pautas generales para pacientes, el grupo de investigaci¨®n GEICAM, de forma general, sugiere evitar la inactividad, as¨ª como alcanzar siempre que sea posible las recomendaciones de las gu¨ªas internacionales para la salud. Es importante realizar ejercicio durante el tratamiento, adaptando la intensidad a las necesidades de cada etapa. Esto ayudar¨¢ a mantener la independencia f¨ªsica y a mejorar la calidad de vida del paciente. El ejercicio deber¨ªa ser desarrollado por un profesional cualificado, individualizado, adaptado a cada nivel y basado en la evidencia cient¨ªfica.
• Ana Lluch recomienda: ¡°Nunca es tarde para comenzar a ser activas. El beneficio del ejercicio f¨ªsico se observa tambi¨¦n en personas que no han sido activas; nos encontramos con evidencia que demuestra que mujeres que incrementaron su actividad f¨ªsica despu¨¦s de la menopausia tambi¨¦n pueden tener un menor riesgo de padecer c¨¢ncer de mama que las que no lo hacen. El tiempo libre del que se dispone hoy en d¨ªa suele ser reducido, por eso es importante encontrar una actividad que nos resulte entretenida y que nos cree adherencia. Podr¨ªamos hacer un s¨ªmil con los medicamentos, los cuales hay que tomarlos cada cierto tiempo, con una dosis determinada y mantenida a lo largo del tiempo para que haga efecto; el ejercicio f¨ªsico tenemos que realizarlo al menos dos veces por semana y mantener esta actividad regularmente para obtener los beneficios asociados para nuestra salud¡±.
• Joaquin Gavil¨¢ explica: ¡°A aquel paciente que todav¨ªa no ha empezado le recomiendo en primer lugar que realice ejercicio supervisado por un especialista, de forma progresiva combinando ejercicio aer¨®bico y de fuerza. Empezar en un grupo es mucho m¨¢s gratificante. Una vez d¨¦ el golpe en la mesa y comience, todo lo que van a llegar ser¨¢n beneficios en la esfera f¨ªsica y ps¨ªquica¡±.

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