Por qu¨¦ aumenta el c¨¢ncer entre adultos j¨®venes: los tumores en menores de 50 a?os crecen casi un 80% en tres d¨¦cadas
Los expertos achacan este fen¨®meno a factores de riesgo en alza, como la mala alimentaci¨®n, la obesidad, el sedentarismo o el cambio en los factores reproductivos
Hay muchos motivos por los que una c¨¦lula humana puede enloquecer y empezar a multiplicarse descontroladamente hasta generar un tumor maligno. Fumar, por ejemplo, provoca mutaciones que pueden llevar a la c¨¦lula a reproducirse sin freno. Tambi¨¦n el alcohol, la exposici¨®n excesiva al sol o, simplemente, el azar, pueden favorecer esos errores en la replicaci¨®n celular. La edad ha sido siempre, sin embargo, la variable de m¨¢s peso: a m¨¢s a?os, m¨¢s riesgo de que se produzcan esas erratas porque las c¨¦lulas se degradan, los mecanismos de control se van perdiendo y el sistema de defensa se deteriora. Sin embargo, desde hace un tiempo, algo est¨¢ cambiando en la expansi¨®n tradicional de la enfermedad: la edad sigue siendo un factor determinante, pero cada vez hay m¨¢s casos entre adultos j¨®venes y las causas no est¨¢n claras.
Un estudio publicado recientemente en la revista BMJ Oncology calcula que la incidencia mundial de tumores entre menores de 50 a?os ha aumentado un 79% en tres d¨¦cadas. Aunque la interpretaci¨®n de los datos requiere cautela por las diferencias entre regiones ¡ªcuanto m¨¢s desarrollados son el pa¨ªs, mayor es la incidencia del c¨¢ncer de aparici¨®n temprana¡ª, por el uso de diferentes fuentes de informaci¨®n y por la probabilidad de subnotificaci¨®n en pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, los expertos apuntan a los h¨¢bitos de vida poco saludables, a una mala alimentaci¨®n, al sedentarismo, a la contaminaci¨®n, al consumo excesivo de antibi¨®ticos o a factores reproductivos, entre otros, como los responsables del crecimiento del c¨¢ncer de aparici¨®n temprana. Tampoco descartan la posibilidad de que otros factores a¨²n desconocidos est¨¢n mediando en este giro de guion.
Los investigadores consultados, por ejemplo, agregan tambi¨¦n la influencia de las mejoras en la detecci¨®n precoz y del refinamiento de las t¨¦cnicas diagn¨®sticas. C¨¦sar Rodr¨ªguez, presidente de la Sociedad Espa?ola de Oncolog¨ªa M¨¦dica (SEOM), apuntaba en una entrevista a EL PA?S que estos fen¨®menos nunca se explican por una causa sola y, aparte del impacto del estilo de vida occidental, tambi¨¦n ¡°la detecci¨®n a edades m¨¢s tempranas a veces est¨¢ relacionada con mejores t¨¦cnicas de diagn¨®stico¡±. Una mamograf¨ªa digital actual, por ejemplo, tiene m¨¢s precisi¨®n que las que se hac¨ªan hace 30 a?os, ejemplifica el onc¨®logo. ¡°Cuando t¨² m¨¢s refinas los m¨¦todos de diagn¨®stico y la capacidad de realizar estudios que te encuentren un tumor, probablemente los diagnostiques antes¡±, explica.
Andrea Wizner apenas ten¨ªa 30 a?os cuando le diagnosticaron un tumor de mama. A principios de 2020, se hab¨ªa notado en el pecho ¡°una bolita del tama?o de un garbanzo¡±, cuenta, y lo consult¨® con sus m¨¦dicos. Estaba nerviosa y temerosa, pero la tranquilizaron: a su edad, un tumor era improbable; seguramente ser¨ªa un ¡°bulto de grasa¡±, le aseguraron. Pero la cara de su onc¨®logo cuando le dieron los resultados de las pruebas m¨¦dicas trunc¨® las buenas expectativas: ¡°Ese garbanzo pas¨® a convertirse en un carcinoma ductal infiltrante. Y ah¨ª empez¨® la carrera de fondo¡±, relata la joven, que ahora tiene 34 a?os.
Wizner se preguntaba por qu¨¦. Por qu¨¦ ella. ¡°No hab¨ªa tenido s¨ªntomas previos ni hab¨ªa pisado un hospital en mi vida. Soy deportista. Vivo en una isla [Ibiza] con aire puro¡ Me preguntaba c¨®mo era posible¡±. Al otro lado del tel¨¦fono, la joven declara que sent¨ªa ¡°miedo e incertidumbre¡±. No es f¨¢cil, concede hoy, afrontar un diagn¨®stico de c¨¢ncer a esa edad: ¡°Si lo tienes a esas edades, llegas a pensar que algo has tenido que hacer mal. Pero yo sab¨ªa que no me lo hab¨ªa buscado de ninguna manera¡±, explica.
La comunidad cient¨ªfica todav¨ªa est¨¢ intentando entender este fen¨®meno, desde su dimensi¨®n hasta las causas. No siempre se puede establecer una causalidad directa ante un c¨¢ncer, ni siquiera qu¨¦ factores pueden estar implicados. Pero s¨ª hay algunos puntos que los expertos ya tienen claros, como que el estilo de vida juega un papel determinante. ¡°Los cambios en la dieta, el estilo de vida y el medio ambiente desde principios del siglo XX, que han dado lugar a un aumento de las tasas de obesidad, inactividad f¨ªsica, dietas occidentalizadas y contaminaci¨®n ambiental, pueden haber afectado la incidencia del c¨¢ncer de aparici¨®n temprana. Adem¨¢s, el alcohol, el tabaquismo y las exposiciones perjudiciales durante el embarazo tambi¨¦n pueden haber afectado¡±, exponen los investigadores en el art¨ªculo de BMJ Oncology.
Tenemos la percepci¨®n de que cada vez atendemos a gente m¨¢s joven¡±Ana Fern¨¢ndez Montes, onc¨®loga
Todos esos sospechosos habituales de las consultas, como el h¨¢bito tab¨¢quico o una alimentaci¨®n poco saludable, que ya est¨¢n detr¨¢s tambi¨¦n de otras dolencias cardiovasculares o metab¨®licas, han ido creciendo en las ¨²ltimas d¨¦cadas y pueden estar pasando factura, intuyen los expertos. Ana Fern¨¢ndez Montes, que es vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Espa?ola de Oncolog¨ªa M¨¦dica (SEOM) y onc¨®loga del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, aconseja prestar atenci¨®n al exposoma. Esto es, todas las exposiciones ambientales ¡ªdieta, estilo de vida, microbioma, obesidad, medioambiente¡ ¡ª con las que entra en contacto un ser humano a lo largo de su vida. ¡°Todo a lo que nos exponemos condicionar¨¢ el riesgo¡±, avisa Fern¨¢ndez Montes.
Una investigaci¨®n publicada en Nature Reviews Clinical Oncology hipotetiza con que, si bien las razones del auge del c¨¢ncer de aparici¨®n temprana no est¨¢n ¡°del todo claras¡±, ¡°probablemente est¨¦n relacionadas con cambios en la exposici¨®n a factores de riesgo en las primeras etapas de la vida y/o en la edad adulta temprana desde mediados del siglo XX en adelante¡±. Con todo, admiten: ¡°Los efectos espec¨ªficos de las exposiciones individuales siguen siendo en gran medida desconocidos¡±.
Reglas m¨¢s tempranas y maternidades tard¨ªas
Influye todo. Lo bueno y lo malo. Las mejoras en la detecci¨®n precoz, como los cribados, pueden haber contribuido a este incremento de los casos, aunque su influencia seguramente ser¨¢ limitada porque la mayor¨ªa de los programas sistem¨¢ticos de diagn¨®stico temprano est¨¢n dirigidos a poblaci¨®n m¨¢s mayor. Un ejemplo es el c¨¢ncer de mama, que cuenta con t¨¦cnicas de cribado, pero en muchos pa¨ªses, como en Espa?a, est¨¢ disponible a partir de los 50 a?os. El estudio del BMJ Oncology, de hecho, advierte de que la incidencia de este tumor de aparici¨®n temprana aument¨® tambi¨¦n en lugares donde no hay pruebas de detecci¨®n rutinarias. Esto sugiere, seg¨²n los investigadores, que, adem¨¢s del aumento de peso y el auge de h¨¢bitos de vida poco saludables, el ¡°cambio de los factores reproductivos¡± pueden haber contribuido. Los cient¨ªficos se refieren, por ejemplo, al inicio m¨¢s temprano de la menstruaci¨®n, el uso de anticonceptivos orales, la edad m¨¢s avanzada para ser madre por primera vez o el no practicar la lactancia materna.
Todos esos factores tambi¨¦n contribuyen a incrementar el riesgo de c¨¢ncer. Cada variable puede ir sumando puntos sobre el riesgo individual, aunque, de entrada, este es bajo, conviene Xavier Castells, jefe de Epidemiolog¨ªa y Evaluaci¨®n del Hospital del Mar de Barcelona. ¡°Cuando miramos el riesgo a cinco a?os, el factor m¨¢s importante sigue siendo la edad. El riesgo medio de tener c¨¢ncer de mama aqu¨ª en Europa es del 1,3%. Una que tiene riesgo alto es de un 2% o un 5%. Estamos hablando de estas dimensiones¡±, tranquiliza el m¨¦dico, que pertenece al equipo de expertos que elabora las recomendaciones del cribado de c¨¢ncer de mama en la UE.
Todo a lo que nos exponemos [en la vida] condicionar¨¢ el riesgo de c¨¢ncer¡±Ana Fern¨¢ndez Montes, onc¨®loga
Wizner tuvo que someterse a seis ciclos de quimioterapia, una operaci¨®n y otras tantas sesiones de radioterapia para fulminar el tumor. Durante el tratamiento, cuenta, conoci¨® a chicas como ella. Incluso m¨¢s j¨®venes: ¡°Hab¨ªa una de 24 a?os. Es una ¨¦poca en la que nadie est¨¢ a salvo¡±, reflexiona ahora. El estudio del BMJ Oncology estima que, en esta d¨¦cada, la incidencia de c¨¢ncer de aparici¨®n temprana crecer¨¢ en torno a un 31%, especialmente entre las personas de 40 a 49 a?os.
A pie de consulta, la sensaci¨®n va tambi¨¦n en esta l¨ªnea, acepta Ana Fern¨¢ndez Montes: ¡°Todos tenemos la percepci¨®n de que cada vez atendemos a gente m¨¢s joven. Antes, el perfil de pacientes con c¨¢ncer de colon que ten¨ªa en la consulta era gente de m¨¢s 65 a?os y era rar¨ªsimo atender pacientes de 48. Ahora tengo un paciente de 36, de 40 o 43. Esos casos antes eran una rara avis¡±. La onc¨®loga lamenta, no obstante la falta de un registro de casos en Espa?a que estratifique por edad: ¡°No sabemos c¨®mo est¨¢ aumentando. Es una necesidad no cubierta¡±.
A prop¨®sito del c¨¢ncer de colon, un estudio publicado en la revista Science, apunta, precisamente, que este tipo de tumor de aparici¨®n temprana ¡°est¨¢ aumentando a nivel mundial y se prev¨¦ que se convierta en la principal causa de muerte por c¨¢ncer en personas de 20 a 49 a?os en Estados Unidos para 2030¡å. Los autores admiten que ¡°a¨²n se desconocen las razones exactas¡±.
El c¨¢ncer colorrectal siempre fue un tumor asociado al envejecimiento ¡ªpor eso el cribado con un test de sangre oculta en heces se suele hacer a partir de los 50 a?os¡ª. Pero tambi¨¦n la obesidad, la diabetes o el sedentarismo, por ejemplo, son factores de riesgo tradicionalmente vinculados a esta enfermedad. Elena Elez, onc¨®loga del Hospital Vall d¡¯Hebron e investigadora principal del grupo de c¨¢ncer colorrectal del VHIO, se?ala que el 25% del c¨¢ncer colorrectal ¡°tiene un componente hereditario¡± y en los pacientes menores de 40 a?os, eso era lo que sol¨ªa suceder: ¡°Ten¨ªan antecedentes familiares¡±. Pero ahora no, advierte la cient¨ªfica, que destaca tambi¨¦n el papel de todas las exposiciones del ser humano, desde la etapa prenatal, incluso.
El papel del microbioma
En este sentido, los expertos miran con atenci¨®n al microbioma, que es todo ese ecosistema de microbios que pueblan el intestino y participan en funciones clave del organismo, como la propia defensa contra agentes extra?os. No hay dos microbiomas iguales, todo var¨ªa seg¨²n la exposici¨®n a determinadas circunstancias: por ejemplo, si un beb¨¦ nace por ces¨¢rea o parto natural; seg¨²n el tipo de alimentaci¨®n o por el consumo de antibi¨®ticos. ¡°Los humanos somos el organismo invasor de las bacterias. El microbioma se modula con antibi¨®ticos, por ejemplo, y el uso de estos f¨¢rmacos ahora es mayor y puede estar afectando¡±, expone Fern¨¢ndez Montes.
Elez est¨¢ dentro de un proyecto internacional para estudiar el papel del microbioma, saber si es un factor de riesgo y, en su caso, c¨®mo modularlo: ¡°Hay un tipo de bacteria, la Fusobacterium nucleatum, que se ha visto con m¨¢s frecuencia en un tipo de c¨¢ncer colorrectal. Se ha demostrado la existencia de esta bacteria en el tumor y en met¨¢stasis hep¨¢ticas¡±, ejemplifica la onc¨®loga de Vall d¡¯Hebron. No se sabe si esas bacterias u otras son pasajeras o causantes de la enfermedad, pero la comunidad cient¨ªfica sigue investigando su potencial en la g¨¦nesis o el pron¨®stico del c¨¢ncer. ¡°Determinadas bacterias hacen que el tratamiento con inmunoterapia sea m¨¢s eficaz o tenga menos efectos secundarios¡±, subraya Elez.
Determinadas bacterias hacen que el tratamiento con inmunoterapia sea m¨¢s eficaz o tenga menos efectos secundarios¡±Elena Elez, investigadora en c¨¢ncer colorrectal del VHIO
Pese a que el riesgo individual medio es bajo, tanto para sufrir c¨¢ncer de mama como para otros tumores, el auge de las neoplasias de aparici¨®n temprana ha abierto el debate sobre la pertinencia o no de adelantar los cribados o afinar estas pruebas de detecci¨®n precoz a perfiles de mayor riesgo. El grupo asesor de la UE en el que participa Castells, por ejemplo, ha recomendado ampliar la edad de cribado de c¨¢ncer de mama por delante y por detr¨¢s: ¡°A mujeres con riesgo medio, se le est¨¢ proponiendo adelantarlo a los 45 y retrasarlo hasta los 74, con lo que aumentar¨ªa un 50% la poblaci¨®n diana. Bajamos la edad porque creemos que ya ha habido suficientes estudios que muestran un beneficio en mortalidad que supera a los riesgos [como los falsos positivos o el sobrediagn¨®stico]. Entre los 40 y los 45 se recomienda que no [se haga el cribado], pero estamos haciendo estudios para ver si tiene sentido empezar antes en un subgrupo de mujeres¡±, explica Castells. Se refiere a aquellas con alta densidad mamaria ¡ªcon este tipo de mama, potenciales lesiones en la mamograf¨ªa no se aprecian bien¡ª, antecedentes familiares de c¨¢ncer de mama, antecedentes personales de lesiones benignas o con predisposici¨®n gen¨¦tica.
Los cient¨ªficos reconocen que hay a¨²n muchas ¡°lagunas¡± en la investigaci¨®n. De hecho, los investigadores de Harvard se?alan que esta ¡°epidemia¡± de c¨¢ncer de aparici¨®n temprana podr¨ªa ser solo una parte de algo m¨¢s grande, dicen: ¡°La punta del iceberg o un ejemplo de una tendencia creciente hacia una mayor incidencia de muchas enfermedades cr¨®nicas en las generaciones j¨®venes y/o futuras¡±.
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