Una nueva t¨¦cnica logra mejorar la memoria estimulando el interior del cerebro sin cirug¨ªa
La tecnolog¨ªa es una alternativa a la estimulaci¨®n cerebral profunda, que requiere la implantaci¨®n quir¨²rgica de electrodos en el cerebro y ha tenido mucho ¨¦xito frente a algunos casos de p¨¢rkinson o epilepsia
Las enfermedades mentales son la principal causa de discapacidad en los pa¨ªses avanzados. M¨¢s del 30% de las bajas de larga duraci¨®n tienen que ver con dolencias del cerebro y los tratamientos solo alcanzan resultados limitados. En casos como el alzh¨¦imer, ni eso. Los medicamentos para la depresi¨®n o la esquizofrenia funcionan haciendo subir o bajar la concentraci¨®n en el cerebro de mol¨¦culas como la serotonina o la dopamina, pero es un ataque indiscriminado, porque cada enfermedad afecta unos circuitos del cerebro y los f¨¢rmacos act¨²an sobre todos. Desde la d¨¦cada de 1980, la estimulaci¨®n cerebral profunda (ECP) ha mostrado que puede ayudar a una parte de las personas con enfermedades neurol¨®gicas que a¨²n no tienen soluci¨®n. Implantando electrodos en zonas muy precisas del cerebro es posible medir su actividad y modularla solo en el circuito que lo necesita. La t¨¦cnica ha tenido mucho ¨¦xito en personas con p¨¢rkinson o epilepsia a las que no les funcionaban los medicamentos, y hay estudios que sugieren que puede funcionar para depresiones graves o esquizofrenia. Sin embargo, la ECP es mucho m¨¢s cara que los f¨¢rmacos y la cirug¨ªa en el cerebro para implantar electrodos asusta.
Hace unos d¨ªas, un equipo de cient¨ªficos liderado por Nir Grossman, investigador de Imperial College de Londres, public¨® los resultados de una t¨¦cnica que aspira a lograr efectos similares a los de la ECP sin necesidad de abrir la cabeza a los pacientes. Bautizada como inferencia temporal, no requiere insertar electrodos en el cerebro, basta con colocarlos sobre el cuero cabelludo para generar campos el¨¦ctricos capaces de actuar sobre grupos concretos de neuronas en zonas m¨¢s o menos precisas del cerebro. Una dificultad importante es evitar que las ondas electromagn¨¦ticas activen las neuronas que atraviesan hasta llegar a su objetivo o las adyacentes produciendo efectos no deseados. La inferencia temporal supera el obst¨¢culo generando dos campos el¨¦ctricos de alta frecuencia en distinta direcciones que no interact¨²an con las neuronas. Cuando se cruzan en el punto deseado, la amplitud de la frecuencia se reduce y el campo el¨¦ctrico estimula las c¨¦lulas cerebrales elegidas.
Para probar su idea, el equipo de Grossman lo aplic¨® en 20 voluntarios, estudiantes universitarios, j¨®venes y sanos. Concretamente, el experimento estimul¨® el hipocampo, una regi¨®n del cerebro alejada de la superficie que desempe?a un papel importante en la memoria. Aunque el efecto fue peque?o, estos j¨®venes mejoraron su memoria, demostrando que es posible actuar sobre neuronas concretas, sin necesidad de cirug¨ªa y sin efectos secundarios. Los autores destacan el potencial de este tipo de estimulaci¨®n frente a algunos s¨ªntomas del alzh¨¦imer, la epilepsia o la esquizofrenia, pero el hecho de que sea un tratamiento no invasivo har¨ªa que se pudiese plantear como una herramienta para mejorar tambi¨¦n las capacidades de personas sanas.
Para utilizarla fuera del laboratorio, la t¨¦cnica tiene que mejorar, en primer lugar, en la precisi¨®n que alcanza. Seg¨²n explica Grossman, ¡°el enfoque no es el mismo que se consigue cuando has puesto un electrodo dentro¡±. ¡°Nosotros cubrimos ¨¢reas m¨¢s grandes dentro del cerebro¡±, a?ade. ¡°Adem¨¢s, la fuerza del campo el¨¦ctrico que alcanzamos dentro del cerebro no es el mismo que con los electrodos¡±, contin¨²a. Con la potencia que permiten alcanzar los implantes, es posible modificar la actividad de la neurona para que haga lo que se desea. Con la estimulaci¨®n no invasiva, ¡°se puede empujar ligeramente a la neurona en una direcci¨®n o en otra¡±, afirma Grossman. ¡°Eso no significa que no puedo actuar sobre estas estructuras, se est¨¢n haciendo experimentos para suprimir temblores en pacientes, pero el mecanismo es diferente¡±, concluye.
Andr¨¦s Lozano, un especialista en nuevas aplicaciones terap¨¦uticas de la ECP de la Universidad de Toronto (Canad¨¢) que no ha participado en el estudio, apunta que este tipo de t¨¦cnicas servir¨ªa para ampliar los beneficios de la estimulaci¨®n quir¨²rgica. ¡°Hasta ahora, hay unas 250.000 personas en el mundo que han recibido ECP, pero [la t¨¦cnica] est¨¢ infrautilizada. Se calcula que el 20% de los pacientes con p¨¢rkinson podr¨ªa mejorar con ECP, pero solamente el 2% lo reciben¡±, afirma. El coste y lo invasivo de la t¨¦cnica alejan al 98% restante, que podr¨ªa beneficiarse de una alternativa como la que presentan los autores del art¨ªculo publicado en Nature Neuroscience o la estimulaci¨®n con ultrasonido que desarrollan investigadores como Lozano.
En un futuro, la t¨¦cnica podr¨ªa utilizarse para autoestimularse en casa y obtener efectos temporales sobre la memoria antes o despu¨¦s del uso, pero tratar el temblor de personas con p¨¢rkinson requiere una estimulaci¨®n continua, porque cuando se detiene, el temblor vuelve. Este ser¨ªa uno de los retos para que sea ¨²til frente a problemas m¨¦dicos. Adem¨¢s, los pacientes notan un picor durante la estimulaci¨®n que podr¨ªa ser un problema para su generalizaci¨®n.
Junto a las posibilidades terap¨¦uticas de actuar sobre las profundidades del cerebro sin abrirlo, la nueva t¨¦cnica combinada con las t¨¦cnicas de imagen puede ser ¨²til para investigar qu¨¦ procesos explican la formaci¨®n de memorias o c¨®mo aprendemos.
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