La nueva vida de Kim Basinger, el mito er¨®tico que se alej¨® de Hollywood por la causa animalista y la salud mental

Hace casi siete a?os ya de la ¨²ltima vez que Kim Basinger se dej¨® ver en una pantalla grande. Fue en febrero de 2017, cuando Cincuenta sombras m¨¢s oscuras ¨Csecuela cinematogr¨¢fica de la saga 50 sombras de Grey¨C lleg¨® a las salas para echar un par de cayenas a la receta del San Valent¨ªn de aquel a?o con la incorporaci¨®n de la actriz al elenco como gran novedad. ?Qui¨¦n mejor para dar vida a la socia y examante del protagonista de la franquicia er¨®tica que el gran mito sexual de los ochenta y noventa? Aunque el paso del filme por taquilla revitaliz¨® el inter¨¦s del p¨²blico por la ganadora del Oscar por L.A. Confidential, y ella misma ratific¨® su intenci¨®n de retomar su laureada carrera, lo cierto es que su participaci¨®n acab¨® suponiendo un ep¨ªlogo profesional que no ser¨¢ corregido ni el corto ni el medio plazo.

Kim Basinger celebra este 8 de diciembre su 70 cumplea?os de la misma forma en la que ha celebrado el resto de aniversarios de su ¨²ltima d¨¦cada: alejada de los focos ¨Chace cuatro a?os que no pisa una alfombra roja¨C y centrada en su salud. Al contrario que otras compa?eras de generaci¨®n, que han condenado el edadismo y el machismo vigentes en Hollywood como responsables de la defenestraci¨®n de sus carreras conforme van cumpliendo a?os, el aislamiento de la actriz natural del Estado de Georgia no tiene nada que ver con la discriminaci¨®n ni con el encasillamiento en el rol de sex symbol. Ella misma asegur¨® en 2021 que se sent¨ªa en ¡°una posici¨®n privilegiada por seguir recibiendo ofertas¡±, pero otros factores m¨¢s all¨¢ del vocacional han marcado su trayectoria reciente.

El m¨¢s urgente y acuciante ha sido el de su salud mental. En una de las contadas entrevistas ofrecidas por ella en los ¨²ltimos quince a?os, Basinger se sincer¨® respecto a su lucha contra la agorafobia, un trastorno de ansiedad incapacitante que se traduce como el miedo a estar en o situaciones de los cu¨¢les pueda ser dif¨ªcil escapar o pedir ayuda en caso de sufrir un ataque de p¨¢nico, como lugares cerrados o espacios abiertos susceptibles a la aglomeraci¨®n. Aunque la padece desde la infancia, la actriz relat¨® que en un periodo de los ochenta se pas¨® meses sin salir de casa ni recibir hu¨¦spedes. Tard¨® m¨¢s de un a?o en sentirse capacitada para volver a pasar por los t¨²neles de Malib¨², localidad en la que reside, y hasta tuvo que aprender a conducir de nuevo. ¡°Vives con la boca seca todo el tiempo, est¨¢s muy inestable y te sientes agotada a todas horas¡±, confes¨® en el programa Red Table Talk.

Tambi¨¦n es c¨¦lebre el ataque de p¨¢nico que experiment¨® durante el rodaje de Nueve semanas y media, cuando su coprotagonista, Mickey Rourke, y el director, Adrian Lyne, convinieron llevarla a su l¨ªmite f¨ªsico y emocional ¨Cincluso golpe¨¢ndola¨C para optimizar su interpretaci¨®n. Ella jam¨¢s cont¨® nada a ning¨²n compa?ero por miedo a que los estigmas que rodean a la salud mental perjudicaran su mete¨®rica carrera, pero s¨ª le granje¨® la fama de ser una actriz dif¨ªcil con la que trabajar. Kim Basinger ha achacado a su hija Ireland, de 28 a?os, un papel pedag¨®gico y sanador en su recuperaci¨®n. ¡°Todav¨ªa siento ansiedad a veces, pero he trabajado muy duro para que no me paralice como sol¨ªa hacerlo antes. He descubierto que apartar el foco sobre m¨ª misma me ayuda. ?S¨¦ que es ir¨®nico para una actriz! Por eso amo ser madre y defender a los animales: es cuando realmente me siento poderosa¡±, sostiene.

Precisamente gracias a Ireland, fruto de su controvertida relaci¨®n con el actor Alec Baldwin que se extendi¨® durante una d¨¦cada y finaliz¨® con un divorcio enconado, la estrella hizo su ¨²ltima aparici¨®n ante las c¨¢maras. Se produjo en marzo de este a?o, con motivo de la celebraci¨®n de la baby shower de la joven que un par de meses despu¨¦s dar¨ªa luz a Holland, la primera nieta de la actriz. La ins¨®lita fiesta tuvo lugar en un club de striptease de Los ?ngeles y Basinger acudi¨® acompa?ada de su pareja desde 2014, el estilista y fot¨®grafo Mitch Stone. Seg¨²n revel¨® la propia Ireland, su madre se qued¨® petrificada al ver a su hija recibiendo bailes er¨®ticos y se escondi¨® en un rinc¨®n con una copa de vino blanco durante el resto de la noche. Sin embargo, la fugacidad de su retorno a la vida p¨²blica no fue ¨¢pice para que la prensa m¨¢s sensacionalista aprovechara la ocasi¨®n para teorizar acerca de sus hipot¨¦ticos retoques est¨¦ticos y un aspecto calificado de ¡°irreconocible¡±. Su primog¨¦nita tambi¨¦n fue la primera causante del progresivo alejamiento de la industria de Basinger, tras sufrir trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia e ingresar a mediados de la pasada d¨¦cada en un centro de rehabilitaci¨®n por su adicci¨®n al alcohol y a las drogas.

Atr¨¢s quedaron los d¨ªas de tres pel¨ªculas por a?o, de copar las portadas de las revistas y de las carpetas de los adolescentes de medio mundo o las excentricidades made in Hollywood como comprarse un pueblo entero ¨CBraselton, cerca de su ciudad natal¨C por 20 millones de d¨®lares. La realidad actual de Kim Basinger se antoja mucho m¨¢s mundana o, al menos, todo lo mundana que puede ser la rutina de alguien que pasa sus d¨ªas en su mansi¨®n de Maui (Haw¨¢i). Lo cierto es que su alejamiento de la industria ha sido tal que lo ¨²nico que ha hecho en estos siete a?os de sequ¨ªa ha sido posar para una campa?a de Miu Miu y prestar su voz para un videojuego. Actualmente centra sus empe?os en la causa animalista que defiende desde hace a?os de manera ferviente, utilizando su perfil medi¨¢tico para, por ejemplo, enfrentarse a gobiernos como los de Indonesia o Corea del Sur en busca de la ilegalizaci¨®n del comercio y el consumo de carne de perro. Su cuenta de Instagram, con m¨¢s de 300.000 seguidores, es un escaparate p¨²blico en el que comparte diferentes iniciativas de grupos de protecci¨®n y ella misma se define en la descripci¨®n de la red social como ¡°una actriz que desea que toda la humanidad trate alg¨²n d¨ªa a los animales con el respeto que se merecen¡±.