Llily Cole: ¡°Habitualmente es m¨¢s barato comprar algo nuevo que repararlo y eso es un problema¡±
Despu¨¦s de trabajar para firmas como Alexander McQueen, Chanel, Louis Vuitton, Marc Jacobs o Prada, la modelo, actriz y activista clim¨¢tica est¨¢ centrada en la escritura, la realizaci¨®n cinematogr¨¢fica y la divulgaci¨®n para fomentar el di¨¢logo social.
Toma t¨¦ con un cuidado absoluto, el mismo que le pone a sus palabras, que piensa con calma para asegurarse de que el mensaje que quiere transmitir llega de manera clara. Lily Cole (Torquay, Reino Unido, 1987), modelo ic¨®nica, actriz y activista clim¨¢tica, acaba de aterrizar en Valencia para cerrar la segunda edici¨®n del congreso internacional Future of Fashion, centrado este a?o en c¨®mo la moda sostenible puede pasar de las ideas a la acci¨®n. Un proceso que deber¨ªa discurrir con sencillez y donde, sin embargo, residen muchos de los problemas que se han abordado durante las dos jornadas. ¡°Creo que hay una gran brecha entre las ideas y la acci¨®n¡±, reflexiona Cole. ¡°De hecho, existe el peligro, de que [la sostenibilidad] se convierta m¨¢s en un ejercicio intelectual que en un ejercicio real¡±. No hay soluciones ¨²nicas, y admite que est¨¢ ¡°muy alejada de lo perfecto en t¨¦rminos de acciones¡±, pero en este momento de su vida, a la brit¨¢nica le interesa m¨¢s ¡°la acci¨®n que las ideas¡±. ¡°Respeto mucho m¨¢s a alguien que no habla demasiado pero que hace cosas que a la gente que habla mucho y que en realidad no est¨¢n analizando lo que est¨¢n haciendo¡±.
Podr¨ªa sonar como una perogrullada si la par¨¢lisis por an¨¢lisis no fuese algo que acompa?ase a quienes se interesan por la sostenibilidad, en el sentido m¨¢s amplio del t¨¦rmino. Durante su conferencia, Cole se?ala que ¡°la expectativa que tenemos de ser una versi¨®n perfecta para tener una conversaci¨®n sobre ello limitar¨¢ el cambio que tiene que suceder¡±. Ya lo explicita en su libro: prefiere a un mill¨®n de activistas imperfectos que a 10.000 perfectos. Por eso, sentada con los pies sobre el sof¨¢ minutos antes de lanzar esa idea al auditorio, tiene todo el sentido del mundo que enumere unas cuantas acciones que cualquiera puede poner en marcha desde el sal¨®n de su casa.
¡°Consumir menos productos animales tiene un gran impacto potencial. Enorme¡±, insiste. ¡°Evidentemente, en t¨¦rminos de dieta y alimentaci¨®n, pero tambi¨¦n en t¨¦rminos de lo que vestimos y lo que utilizamos¡±. Adem¨¢s, cree que es necesario ¡°prepararse para un cambio de mentalidad¡±, especialmente en relaci¨®n a ¡°comprar calidad en lugar de cantidad y comprometerse con las cosas a largo plazo¡±. Un concepto que, a pesar de sus aristas, se ha hecho muy popular en los ¨²ltimos a?os: consigue mantener activa la rueda del consumo al mismo tiempo que cambia (ligeramente) la direcci¨®n en la que gira. Aunque el viraje pueda parecer sutil, importa.
¡°En el sistema capitalista en el que estamos, todo est¨¢ conectado¡±, reflexiona Cole. ¡°Necesitamos una mejor regulaci¨®n y que las compa?¨ªas se hagan m¨¢s responsables en sus pr¨¢cticas y en sus mensajes, y es muy dif¨ªcil para los consumidores resolver ese problema, pero cuanto m¨¢s presionan los consumidores a trav¨¦s de sus compras, a trav¨¦s de sus votos, a trav¨¦s de sus conversaciones en las redes sociales, m¨¢s r¨¢pidamente veremos a las empresas responder de la manera correcta¡±.
No es ninguna novedad que las redes sociales que menciona la modelo acarrean problemas sociales y narrativos (¡°hay much¨ªsima desinformaci¨®n en temas como la guerra o el cambio clim¨¢tico¡±), pero para Cole pueden ser una buena fuente de informaci¨®n y una gran herramienta a la hora de sembrar buenas semillas en el imaginario colectivo. Quiz¨¢s porque, para ella, ¡°no parece que la moda sostenible haya ca¨ªdo en la misma polarizaci¨®n que otras conversaciones¡± y porque solo sigue a gente que respeta. Nada de marcas. ¡°Cuando la informaci¨®n viene de ellas, es inteligente ser un poco m¨¢s esc¨¦ptica, porque tienen inter¨¦s en venderte una historia¡±, confiesa con una peque?a sonrisa. Las revistas, as¨ª como los activistas y las ONG, pasan su filtro.
Para ser justos, hay que mencionar que s¨ª existen marcas con las que se siente c¨®moda colaborando, aunque ahora mismo est¨¦ m¨¢s centrada en el arte que en el modelaje tradicional. Una de ellas es Skydiamond, centrada en crear diamantes de laboratorio y que parece haber llegado a la vida de Lily como una suerte de reparaci¨®n tras lo que le sucedi¨® con las piedras hace a?os. ¡°La compa?¨ªa de diamantes con la que trabajaba se vio involucrada en una controversia porque fue acusada de desplazar a personas ind¨ªgenas en Botswana, y sent¨ª, no s¨¦, un sentido de la responsabilidad que me llev¨® a intentar entender esa historia¡±.
Tambi¨¦n recuerda que rompi¨® a llorar cuando Environmental Justice Foundation, organizaci¨®n a la que patrocina, le mostr¨® un informe sobre las granjas de algod¨®n. ¡°No hab¨ªa considerado que la moda (y es un poco tonto, pero creo que la gente no piensa en ello) est¨¢ conectada con esas granjas, con la tierra, con los granjeros, y tiene unas enormes implicaciones sociales y medioambientales, a veces muy negativas¡±, explica. Dos ejemplos sencillos y efectivos sobre c¨®mo su mente fue creando lazos entre universos alejados s¨®lo en apariencia. Y una vez que empez¨®, no pudo parar: cuando te explican un truco de magia, la ilusi¨®n desaparece y no podr¨¢s volver a mirar el juego de manos de la misma manera. Por eso, Cole decidi¨® que trabajar¨ªa con empresas que ¡°intentan producir las cosas de un modo m¨¢s responsable¡±.
La posibilidad de elecci¨®n no est¨¢ exenta de privilegio; exactamente igual que poder invertir en moda sostenible. Y eso que para Cole ¡°que la ropa sea tan barata es un fen¨®meno relativamente nuevo¡± al que nos hemos acostumbrado r¨¢pidamente y que alimenta el gigante de usar y tirar. ¡°Habitualmente es m¨¢s barato comprar algo nuevo que repararlo y eso es un problema: hay una falla en nuestra econom¨ªa por la que no valoramos las externalidades negativas¡±, cuenta. ¡°No valoramos la contaminaci¨®n en el coste del producto; obviamente tenemos pr¨¢cticas de explotaci¨®n en algunas partes de la cadena de suministro y aunque esto es un problema econ¨®mico de gran envergadura, nosotros como individuos podemos resistirnos a esto cuestionando la suposici¨®n de que las cosas deber¨ªan ser muy baratas¡±. Eso s¨ª, hay maneras de hacer la moda sostenible m¨¢s accesible, como la segunda mano. Otro motivo m¨¢s para intentar apostar por la calidad cuando se pueda: luego las puedes vender con mayor facilidad, porque durar¨¢n m¨¢s.
A pesar de que ese negocio (como cualquier otro) tambi¨¦n puede pervertirse y convertirse en una excusa para el sobreconsumo de moda, Cole es una optimista; no en vano su libro, audiolibro y podcast se titula: ¡°Who Cares Wins: Reasons for Optimism in Our Changing World¡±. As¨ª que realista, pero optimista. ¡°De muchas formas, la concienciaci¨®n es mayor; es que incluso la sostenibilidad en moda hace 20 a?os era algo que ni siquiera era cool, era un ¨¢rea un poco fea y un poco extra?a, y sin embargo ahora es una conversaci¨®n dominante que adem¨¢s puede ser popular¡±, dice. ¡°Aunque si lo miras desde la perspectiva medioambiental, la situaci¨®n cada vez es peor, y el crecimiento de la concienciaci¨®n sobre sostenibilidad no es suficiente para mitigar el crecimiento de las industrias y de las demandas que se le exigen al planeta, as¨ª que puedo entender que haya muchos ambientalistas que se sientan m¨¢s asustados que hace 20 a?os¡±. A ella lo que le sirve es no darse por vencida y ¡°seguir creyendo que vamos en la buena direcci¨®n, y tambi¨¦n en el potencial humano y nuestra habilidad para navegar esta situaci¨®n¡±. Incluso aunque haya quienes critiquen esa postura optimista al decir que es una forma de negaci¨®n.
El movimiento es constante, Lily lo observa en esos datos que consulta y que le llegan de manera constante, pero tambi¨¦n en su entorno. Menciona, de repente, una cita de Einstein que ilustra bien su manera de transitar por el mundo: ¡°Puedes vivir como si nada fuera un milagro o como si todo fuera un milagro¡±. ¡°Incluso el hecho de que estemos vivos, respirando, creando, amando, explorando¡ Eso es un milagro, y he visto a lo largo de mi existencia much¨ªsimas cosas extraordinarias¡±, afirma. ¡°La vida me sorprende constantemente¡±.
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