La camiseta eslogan: el activismo silencioso (y a veces in¨²til) que practican las ¡®celebrities¡¯

El normcore ha muerto. Al menos, en lo que camisetas se refiere. Ese rollo de prenda anest¨¦sica y neutral ¡ªaunque pueda conferir todo lo contrario¡ª ha pasado a mejor vida entre las celebrities, que prefieren lanzar en su delantera contundentes mensajes como una poderosa herramienta de activismo sin necesidad de abrir la boca.

Esta moda que va y viene de forma c¨ªclica ¡ªqui¨¦n no recuerda el eslogan punzante de Climate Revolution, de Vivienne Westwood, o la delantera viral We should all be feminists (¡±Todos deber¨ªamos ser feministas¡±, en castellano) de Dior, inspirada en el libro del mismo t¨ªtulo de de Chimamanda Ngozi Adichie que pasearon por medio mundo desde Rihanna a Natalie Portman o Pen¨¦lope Cruz¡ª vuelve a estar en el ojo del hurac¨¢n con ejemplos recientes como el protagonizado por la modelo e influencer Emily Ratajkowski al lucir una tee con la cara de Stormy Daniels por Nueva York. Este acto se produc¨ªa unas horas despu¨¦s de que Donald Trump fuera declarado culpable de intentar silenciar a trav¨¦s de cheques y amenazas a la exactriz porno con la que mantuvo una aventura.

Si Britney Spears convirti¨® en un icono Y2K esa m¨ªtica camiseta fucsia con el letrero I am American dream en la puerta de su casa, Rihanna contin¨²a esa estela ir¨®nica d¨¦cadas despu¨¦s. Fue hace unos d¨ªas en Nueva York, paseando junto a su pareja A$AP Rocky, cuando pudo verse a la de Barbados con un vestido-camiseta de la colecci¨®n primavera-verano 2024 de Conner Ives que rezaba I¡¯m Retired (and this is as dressed up as I get) ¡ª¡±Estoy jubilado (y esto es lo mejor que puedo vestir)¡±, en castellano¡ª. Esta frase ha desconcertado a su legi¨®n de fans que esperan entre nerviosismo la llegada por fin de su nuevo ¨¢lbum, R9. Con el reciente lanzamiento de su l¨ªnea capilar Fenty Hair, Rihanna redondea un imperio que la incluye en el elitista club de los multimillonarios, por lo que su retirada del mercado laboral tampoco ser¨ªa una idea muy descabellada.

Pero las an¨¦cdotas entre una camiseta y un ¨ªdolo del pop no terminan aqu¨ª. Si la cantante Olivia Rodrigo revoluciona cada noche de su GUTS Tour con un eslogan diferente en una tanktop ¡ªAl dente o Carrie Bradshaw AF son algunos¡ª Rosal¨ªa es toda una precursora de la tendencia con rotundos mensajes como el de For Rent (¡°En alquiler¡±, en castellano), anclado en su delantera sostenida entre dos manos.

Pero ha sido la camiseta ajustada con el letrero Too loud for Barcelona, too shy for Madrid (¡°Demasiado ruidoso para Barcelona, demasiado t¨ªmido para Madrid¡±) la que m¨¢s revuelo ha generado, poniendo a sus creadores Sky Division en el punto de mira. Esta agencia de model management y direcci¨®n de casting que trabaja con talentos desconocidos a pie de calle, quiso celebrar su a?o de comunidad con la creaci¨®n de esta camiseta que de momento no est¨¢ a la venta, pero planean su producci¨®n a corto plazo. ¡°En nuestro primer a?o estuvimos trabajando mucho entre Barcelona y Madrid y tenemos muchos amigos repartidos por ambas ciudades. Esta comunidad es lo m¨¢s importante, ha hecho posible crecer el proyecto con buenas ra¨ªces. En uno de esos viajes habl¨¢bamos sobre lo fun & spicy que son estas ciudades pero tambi¨¦n muy diferentes en personalidad, y todos el mundo coincide en esta opini¨®n. Muchos vivimos en esa dualidad¡±, explica el equipo de Sky Division.

Un arma poderosa para la promo de una pel¨ªcula

Margot Robbie y todo el vestuario a escala real de Barbie que luci¨® durante la presentaci¨®n de la pel¨ªcula el pasado verano demostr¨® el poder que la ropa puede ejercer durante la promoci¨®n de una pel¨ªcula. A Luca Guadagnino se le debi¨® pasar esta idea por la cabeza. La camiseta de Loewe con el r¨®tulo I Told ya, dise?ada por Jonathan Anderson para Loewe en su pel¨ªcula Challengers (Rivales, en castellano), es uno de los proyectos de merchandising m¨¢s lucrativos del a?o.

Lucida en la gran pantalla por Josh O¡¯Connor y Zendaya, y fuera de ella por infinidad de celebrities ¡ªdesde la propia coprotagonista hasta Jennifer Lawrence o Chiara Ferragni¡ª, su precio asciende a 250 euros y se encuentra agotada en la web americana de la marca. El lema rescata una antigua camiseta que luci¨® John John Kennedy en los noventa y respira ese aire pijo y deportivo que Anderson quiso dar a todo el vestuario de la pel¨ªcula.

Pero una camiseta o sudadera con mensaje tambi¨¦n puede convertirse en una manera desenfadada e inteligente de re¨ªrse de uno mismo. Fue caso del dise?o que luci¨® Sabrina Carpenter en el Coachella con la frase Jesus was a Carpenter (¡°Jes¨²s fue un carpintero¡±) jugando con su propio apellido, o el gui?o jocoso de Sydney Sweeney sobre su cuerpo con Sorry for having great tits, (¡°Lo siento por tener unas grandes tetas¡±, en castellano).

Y si alguien ha hecho de la autocr¨ªtica un sello (y bestseller) en su propia colecci¨®n de camisetas esa ha sido Victoria Beckham, con r¨®tulos ya legendarios como My Dad Had A Rolls-Royce ¡ªen alusi¨®n al comentario que lanza en el documental Beckham¡ª, David¡¯s Wife (¡°La mujer de David¡±) o Fashion stole my smile (¡°La moda rob¨® mi sonrisa¡±). Porque la moda, tambi¨¦n, deber¨ªa ir de tomarse poco en serio.

Loewe

Victoria Beckham

Vivienne Westwood

With J¨¦an

Vetements