Adi¨®s a la logoman¨ªa: el nuevo lujo es de marca blanca
Las marcas est¨¢n dejando de estampar insignias desproporcionadas sobre sus creaciones. En tiempos de crisis, el anonimato es m¨¢s valioso.
Parece que la universidad de los grandes emporios se ha impuesto como lectura obligatoria el manifiesto de Naomi Klein No logo. Lo que esta activista antiglobalizaci¨®n utiliz¨® a finales del 2000 como met¨¢fora para denunciar la consolidaci¨®n de un modelo econ¨®mico, social y cultural gestado por las multinacionales y basado en el poder de la marca como ideolog¨ªa y estilo de vida, parece que cuadra, a peque?a escala y sin profundizar en su discurso, en la nueva direcci¨®n que est¨¢n tomando los gur¨²s del lujo. ?
En 2010 la Universidad de Chicago someti¨® a estudio la venta de complementos de primeras firmas. Tras analizar de cerca la pol¨ªtica de precios de firmas como Louis Vuitton y Gucci midiendo, literalmente, el tama?o de los logos al frente de sus piezas dedujo que cuanto m¨¢s grande en cent¨ªmetros es el logotipo de sus bolsos, menos cuesta. Aparte de ser una l¨¢stima que ecuaciones como esta nos pillen a muchas fuera del colegio porque habr¨ªamos llegado a linces de las matem¨¢tica en lugar de quedarnos por el camino, el ensayo es de lo m¨¢s meticuloso. Y es que para llegar a esta conclusi¨®n establecieron un ratio entre la dimensi¨®n del logo y la envergadura del bolso y advirtieron que en Gucci, cada cent¨ªmetro adicional de logo supone una rebaja de 99 euros, mientras que en Louis Vuitton el abaratamiento por cent¨ªmetro extra es de 26.?
Los datos recabados por este grupo de estudiantes de Illinois no hace m¨¢s que poner en evidencia la depreciaci¨®n de las siglas como signo distintivo. La crisis ha sido una de sus detonantes, los m¨¢s acaudalados se han vuelto menos exhibicionistas, a excepci¨®n de aquellos nacidos al abrigo de econom¨ªas emergentes, pero dicha din¨¢mica ven¨ªa incub¨¢ndose desde el boom de la pirater¨ªa ?y su pernicioso impacto en la cuenta de resultados de estos conglomerados as¨ª como en el ¨¢nimo comprador del sector jactancioso de su clientela (si lo lleva todo el mundo, ya no lo quiero). Eliminando los emblemas e insignias las copias pierden todo su sentido y la exclusividad deja de reducirse a un simple matasellos para consolidarse por otras v¨ªas de invisible sustancia.
A la izquierda: bolso de Louis Vuitton SS12; a la derecha, de Gucci, misma colecci¨®n.
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La logoman¨ªa?no es m¨¢s que la consecuencia de la afluencia de nuevos ricos. Esos?cuya fortuna ha crecido dentro del modelo evidenciado por Klein. Lo primero que hizo Karl Lagerfeld al entrar en Chanel a principios de los ochenta fue?incluir la doble ce en los cierres de los 2.55. Eran tiempos de neoliberalismo. Ahora la tendencia es justamente la contraria y la misma maison, bajo los mandos del mismo dise?ador, acaba de lanzar al mercado un modelo de bolso con alma de icono, pr¨¢cticamente limpio de letra escarlata,?al?que ha bautizado como?Boy. Loewe, que durante un tiempo agrand¨® el anagrama de su Amazona, ha vuelto a achicarlo y ha puesto todo el ¨¦nfasis en que se conozcan sus artesanales procesos de producci¨®n.?
No es de extra?ar que las firmas que m¨¢s triunfan actualmente, en cuestiones ya no solamente de accesorios sino de ropa en general, sean aquellas que hacen una raqu¨ªtica apolog¨ªa de los s¨ªmbolos. C¨¦line, Chlo¨¦, Lanvin, Bottega Veneta, Dries Van Noten¡y el mito sin identificar detr¨¢s de Maison Martin Margiela, o las hermanas Olsen a trav¨¦s The Row y Victoria Beckham con la marroquiner¨ªa. Estas ¨²ltimas contradicen cualquier teor¨ªa sobre el branding ya que el ¨¦xito e identificaci¨®n de sus dise?os, cuya horquilla de precios supera la de art¨ªculos de casas hist¨®ricas, nada tiene que ver con el abuso visual de un nombre ni el?reconocimiento de unos valores o filosof¨ªa en concreto: el sector del lujo se abre y sanea, vuelve a la individualidad de sus or¨ªgenes,?y los consumidores buscan el verdadero valor a?adido de aquello ¨²nico en los espacios en blanco.
Bolso de asa larga de Lanvin.
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Momento del desfile de C¨¦line Primavera/Verano 2012.
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