C¨®mo un vestido de Versace cambi¨® para siempre la alfombra roja
Todo cambi¨® hace treinta a?os cuando un despampanante vestido de Versace transform¨® por completo el panorama
Hoy en d¨ªa, la relaci¨®n entre moda y cine es tan estrecha que se ha acu?ado el concepto method dressing para hacer alusi¨®n a esos atuendos de alfombra roja inspirados en la trama de las pel¨ªculas que las actrices promocionan. Estilismos pensados durante semanas, incluso meses, y que funcionan como una activaci¨®n m¨¢s de las ambiciosas estrategias de marketing con las que se publicitan los estrenos en Hollywood. Sin embargo, hubo un tiempo no muy lejano en el que la alfombra roja era simplemente eso, un amplio trozo de tela color bermell¨®n donde las celebridades posaban brevemente ante los fot¨®grafos congregados, en muchas ocasiones vestidas con su propia ropa.
Si bien muchas actrices del Hollywood cl¨¢sico otorgaron reconocimiento y visibilidad a los responsables detr¨¢s de sus dise?os (como es el caso del emblem¨¢tico d¨²o formado por Audrey Hepburn y Hubert de Givenchy o Grace Kelly y Edith Head), el fulgor de esos a?os dorados se fue atenuando hasta dejar a la moda casi en la penumbra en lo que respecta a su relevancia en la red carpet. Durante un tiempo, las actrices trataron de mantenerse distantes y no dar importancia a lo que se pon¨ªan para un estreno o entrega de premios por miedo a que no se las tomara en serio si la moda resultaba una preocupaci¨®n ¡°demasiado¡± evidente. Todo cambi¨® en la primavera de 1994.
Una comedia rom¨¢ntica, un vestido de infarto y una nueva era para la moda
Aquel a?o se estren¨® la comedia rom¨¢ntica Cuatro bodas y un funeral, uno de los ¨¦xitos de taquilla m¨¢s sonados del cine brit¨¢nico, protagonizada por Hugh Grant y Andie MacDowell. La repercusi¨®n del filme fue mucho m¨¢s all¨¢ de la propia industria cinematogr¨¢fica y durante su promoci¨®n hubo un acontecimiento que cambi¨® por siempre la historia de la moda reciente. La noche de la premiere en Londres, Grant acudi¨® acompa?ado de su novia, una joven actriz que trataba de hacerse hueco en el cine llamada Elizabeth Hurley, hasta ese momento una completa desconocida. Cuando la pareja baj¨® del coche y Hurley desvel¨® el look elegido para la ocasi¨®n todas las miradas se volvieron hacia ella y su espectacular vestido negro de Versace. Con un vertiginoso escote y una abertura lateral rematada por imperdibles dorados (elemento recurrente en el imaginario visual de la firma italiana), el dise?o estaba a a?os luz de lo que sol¨ªa verse en la alfombra roja por aquel entonces. La propia Hurley cont¨® en el documental de Disney+ In Vogue: los a?os 90, estrenado el pasado septiembre, c¨®mo la elecci¨®n del vestido fue por completo fortuita, improvisada y de ¨²ltimo minuto: ¡°Ten¨ªa que llevar un vestido y me dijeron que preguntara a no s¨¦ qui¨¦n de una agencia de representaci¨®n. Ese mismo d¨ªa llamamos para preguntar y nos dijeron que ten¨ªan uno. ¡®Vale. Si me entra, ?me lo prest¨¢is?¡¯¡±. A?adi¨® que ¡°el vestido ten¨ªa muy poca tela, pero me agach¨¦ y me estir¨¦ y todo sigui¨® en su sitio. Por aquel entonces era muy joven. Bajamos las escaleras y nada m¨¢s. Eran otros tiempos.¡± Con la melena suelta y con un maquillaje imperceptible, la brit¨¢nica apareci¨® despampanante eclipsando a todos los presentes, incluidos los protagonistas de la pel¨ªcula. Al d¨ªa siguiente, aquel vestido de Versace, que hoy cuenta con su propia p¨¢gina en Wikipedia, apareci¨® en todos los peri¨®dicos e inaugur¨® una nueva era en la industria de la moda en la que, despu¨¦s de muchas d¨¦cadas, la moda y el cine volv¨ªan a ir de la mano. Para la dise?adora Ana Moraza P¨¦rez, licenciada en publicidad y relaciones p¨²blicas y docente en la Universidad de Sevilla, estos cambios en la alfombra coinciden con ¡°el auge de dise?adores como Armani o Versace, iconos del lujo y del glamour que comienzan a dotar al mundo de la moda connotaciones de show y de espect¨¢culo, convirtiendo sus propios desfiles en eventos medi¨¢ticos¡±, explica. Y recuerda que el poder comunicativo de la moda siempre ha estado ah¨ª: ¡°Hist¨®ricamente la indumentaria ha sido un elemento de comunicaci¨®n en todos los sentidos. Las formas en las que el ser humano ha cubierto su cuerpo a lo largo de la historia ha servido (adem¨¢s de para protegerse) para diferenciarnos del resto¡±.
La alta costura llega a los Oscar
Otros testimonios de estrellas de los noventa recogidos en el mencionado documental revelan la escasa profesionalizaci¨®n que exist¨ªa en torno a la alfombra roja en cuesti¨®n de moda. ¡°No exist¨ªan los estilistas. Era todo muy informal¡±, expres¨® Claire Danes. Gwyneth Paltrow, otra de las entrevistadas, asegur¨® que ¡°era una ¨¦poca en la que te tomaban m¨¢s en serio si ibas en traje o cosas por el estilo¡±. Y Sarah Jessica Parker, hoy una de las m¨¢s mujeres m¨¢s reverenciadas en t¨¦rminos de estilo, desvel¨® que para acudir a su primera gala MET, en 1995, opt¨® por ¡°un vestido de segunda mano que compr¨¦ en Pittsburgh¡±, ciudad donde estaba rodando en aquel momento. Para Kate Moss, a comienzos de los noventa la gala era ¡°uno de esos actos solo para la gente de la moda. Llegaba a casa de trabajar y pensaba: ¡®?Voy o no? Pues venga, vamos¡¯¡±. M¨¢s de dos d¨¦cadas despu¨¦s, la gala es la m¨¢s seguida del mundo y un caramelo imposible de rechazar para el lujo y, cada vez m¨¢s, para la moda r¨¢pida, como demuestran las apariciones de sellos como H&M o Topshop. Y ahora, la noticia es cuando alguna mujer (porque las mujeres siguen siendo el foco de la alfombra y a veces con poca libertad de elecci¨®n ) aparece sin maquillaje, como est¨¢ haciendo Pamela Anderson desde hace a?os.
Tras el fen¨®meno Hurley, muchas firmas de moda detectaron el potenciar de vestir a las celebridades y r¨¢pidamente se pusieron manos a la obra para disfrutar de su trozo del pastel. John Galliano, por aquel entonces al frente de Dior, fue de los primeros en pulsar la tecla acertada. El modista contact¨® con Nicole Kidman y le ofreci¨® confeccionar su vestido para los Oscar de 1997, aunque el equipo de la actriz le desaconsej¨® hacerlo, ella accedi¨®. Pero cuando se trata de Galliano estaba claro que no iba a ser cualquier vestido. La int¨¦rprete y el dise?ador formaron una interesante dupla y trabajaron durante meses, con Kidman acudiendo a numerosas pruebas de vestuario. La pieza elegida fue un vestido de seda perteneciente a la colecci¨®n de alta costura primavera-verano 1997 de Dior, una creaci¨®n repleta de bordados que se adapt¨® al cuerpo de la australiana como un guante. Era la primera vez en mucho tiempo que la alta costura brillaba en los premios de cine m¨¢s importantes del planeta. Ese vestido supuso la irrupci¨®n de la moda m¨¢s lujosa y exclusiva en una alfombra roja que poco a poco iba recuperando el glamour de anta?o. A?os despu¨¦s, Kidman confes¨® que el vestido todav¨ªa era una de sus dise?os m¨¢s preciados: ¡°Mis hijas heredar¨¢n ese vestido¡±, dijo en 2017. Si Elizabeth Hurley hab¨ªa prendido la mecha con su Versace de imperdibles, el alta costura de Dior lucido por Kidman de manera exquisita termin¨® de dinamitar cualquier prejuicio hacia la moda. Poco a poco, el sector se fue profesionalizando, las grandes firmas incluyeron relaciones p¨²blicas para tratar con los artistas y se consolid¨® la figura del estilista de Hollywood, as¨ª como de maquilladores y peluqueros. El reinado de las s¨²permodelos llegaba a su fin mientras las actrices empezaban a ocupar portadas de revistas de moda y a protagonizar campa?as de moda y belleza, un lucrativo territorio limitado al mundo de las maniqu¨ªs tradicionalmente.
En la actualidad, la alfombra roja es un tablero de juego con demasiadas reglas. En el momento en que las grandes celebridades se al¨ªan con las marcas de lujo m¨¢s pujantes (v¨¦ase cualquier sello de Kering o LVMH), se pierde el factor sorpresa. Si una actriz protagoniza una campa?a determinada o se convierte en embajadora de una firma concreta, no hace falta ser un erudito del sector para saber que posiblemente en todas sus alfombras rojas vista de la marca en cuesti¨®n. ?Hubiera tenido tanto impacto el Dior de alta costura que Nicole Kidman llev¨® en 1997 en 2024? Es dif¨ªcil saberlo, pero lo que s¨ª est¨¢ claro es que cada vez cuesta m¨¢s destacar en una red carpet saturada de propuestas. Construir un estilismo teatral o apostar por dise?os de archivo (o ambas cosas) suelen ser dos factores ganadores en la actualidad, al menos si tomamos como triunfo la capacidad de un look para viralizarse, generar conciencia de marca y apelar a nuevos consumidores. En un extenso art¨ªculo publicado a comienzos de a?o por Fashion Network, sobre el nexo entre alfombra roja y marcas de moda, Alison Bring¨¦, directora de marketing de Launchmetrics (empresa de an¨¢lisis de datos enfocados a moda y cosm¨¦tica) subraya la f¨¦rrea conexi¨®n entre ambos mundos: ¡°El inter¨¦s del p¨²blico en seguir las apariciones de alfombra roja de sus estrellas favoritas crea una oportunidad para que las marcas se alineen estrat¨¦gicamente con la cultura narrativa, fortaleciendo la credibilidad de la marca y la resonancia cultural¡±. Como ejemplo cit¨® el look de Dior que Jenna Ortega, una de las actrices del momento gracias al fen¨®meno Mi¨¦rcoles, llev¨® en los Emmy de este a?o: Al vestir a Ortega ¡°la firma consigue interactuar con una audiencia m¨¢s joven y capitalizar su inter¨¦s por la cultura pop¡±. No es de extra?ar, por tanto, que los iconos del presente, de Zendaya a Margot Robbie, Anya Taylor Joy o Jennifer Lawrence, cuenten con un amplio equipo a sus ¨®rdenes y que incluso sus estilistas gocen de un estatus de celebridad, gracias tambi¨¦n a la visibilidad proporcionada por las redes sociales. De hecho, basta con echar un vistazo al perfil de Instagram de cualquier estrella para comprobar la cantidad de personas que hay trabajando para construir un look de alfombra roja perfecto entre estilistas y asistentes de estilismo, make up artists, peluqueros, manicuristas... The Hollywood Reporter, medio especializado en la industria del cine y la televisi¨®n, lleva desde 2011 elaborando una lista anual con los estilistas de Hollywood m¨¢s destacados. En 2024, el reconocimiento ha sido para Andrew Mukamal, estilista de Margot Robbie, junto a quien lanz¨® un libro recopilatorio con los m¨¢s de treinta looks ideados para la intensa promoci¨®n de Barbie. Otro peso pesado es Law Roach, con quien trabaja Zendaya desde hace muchos a?os, una figura tan influyente que posa muchas veces junto a la actriz cuando ella acuda a alg¨²n acto en la alfombra roja.
?Y qu¨¦ pasa con la alfombra roja nacional?
La dimensi¨®n de la alfombra roja patria es mucho menor que la angelina. Aun siendo un sector de sobra profesionalizado y que ha evolucionado visiblemente en las ¨²ltimas d¨¦cadas, todav¨ªa dista del poder¨ªo hollywoodiense. ¡°En Espa?a [los looks] casi siempre son cesiones, aunque hay excepciones... En Los ?ngeles, sin embargo, s¨ª me consta que hay remuneraci¨®n¡±, cuenta la Victoria Nogales, estilista con varios a?os de experiencia a sus espaldas y en quien conf¨ªan actrices como ?ngela y Olivia Molina, Silvia Abril, la cantante Vanesa Mart¨ªn o Jorge Drexler. Respecto al tiempo de preparaci¨®n detr¨¢s de un vestuario asegura que ¡°depende sobre todo del evento, hay veces que no tenemos ni 24 horas y otras (alfombras muy importantes, como los Goya) con las que contamos con meses de antelaci¨®n¡±. El maquillador David Bello, responsable de los looks de belleza de Elena Anaya o Ingrid Garc¨ªa-Jonsson, cuenta con una dilata trayectoria y sostiene que ha sido en los ¨²ltimos tiempos cuando se ha convertido en habitual que actores y actrices cuenten con un equipo espec¨ªfico para sus apariciones de alfombra roja: ¡°En los ¨²ltimos diez a?os he percibido este proceso m¨¢s intensamente¡a veces, se trabaja durante d¨ªas e incluso semanas hasta que todo encaja¡±. ¡°Hay una tendencia clara y visible a la sofisticaci¨®n en las alfombras rojas en estos ¨²ltimos a?os, mirando quiz¨¢s hacia un modelo m¨¢s internacional y poniendo en alza el poder de ¡®deslumbrar¡¯¡±, concluye.
Esa importancia de la imagen en las apariciones p¨²bicas se col¨® en uno de los encuentros entre actrices organizado por Kinotico, el portal especializado en la industria audiovisual. En la charla participaban varias int¨¦rpretes, entre ellas Iria del R¨ªo, actualmente en boca de todos por su papel en Los a?os nuevos, la nueva serie de Rodrigo Sorogoyen. En un momento dado, hablan de la temporada de premios y ella asegura que, si bien lleva una d¨¦cada trabajando como actriz, no est¨¢ muy puesta en esos temas. La respuesta de su compa?era de profesi¨®n Elena Anaya es de lo m¨¢s pr¨¢ctica y reveladora: ¡°Vete buscando una estilista que te arregle y que te busque las cosas, que luego es mucho trabajo¡±.
@kinotico Esta semana se estrena LosA?osNuevos en @movistarplus ? Intuimos que Iria del R¨ªo va a tener que acostumbrarse a eso de los premios La mesa redonda de actrices de series, disponible en kinotico.es, nuestro canal de YouTube y las plataformas de podcasts habituales
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