Artistas espa?oles que triunfan fuera de Espa?a
El arte no tiene fronteras ni disciplinas favoritas. Estos creadores, con el pasaporte repleto de sellos, son la evidencia del reconocimiento del mejor talento nacional en los cinco continentes.
SANTI MOIX: ?Me aburre el arte como producto?
?Resulta curioso c¨®mo un proyecto para una marca como Prada puede tener esta resonancia?, explica a esta revista el artista catal¨¢n Santi Moix, afincado en Nueva York desde 1986. ?Es un reflejo de lo que pasa hoy con el arte contempor¨¢neo?, a?ade. Antes su nombre sonaba solo en c¨ªrculos especializados; desde agosto se oye tambi¨¦n en desfiles y presentaciones de moda. Fue entonces cuando se desvel¨® la primer parte de su colaboraci¨®n con la casa italiana: unos murales gigantescos que Moix pint¨® sobre una fotograf¨ªa en la tienda que tiene la firma en el SoHo. La segunda parte de este encargo la veremos en forma de complementos y prendas (de hombre y mujer). ?Solo falta que decidan cu¨¢ndo?, advierte.
?Miuccia trabaja con un gran equipo. Y en la Gran Manzana vive una de sus personas de confianza. Es Michael Rock, fundador del estudio de dise?o 2¡Á4. Su nombre se esconde detr¨¢s de muchos de los montajes de la marca [en las tiendas y en la Bienal de Venecia]?, descubre. ?Rock conoc¨ªa mi obra. Hab¨ªa visto una exposici¨®n con dibujos inmensos sobre Mark Twain cuando se acerc¨® y se present¨®?, recuerda. ??l lleva 19 a?os trabajando con Miuccia. Para m¨ª era un reto que me permit¨ªa salir del estudio?.
Lejos de la imagen estereotipada que se vende de Manhattan, Nueva York ¨Cla ciudad que nunca duerme¨C es uno de los mejores lugares para aislarse y crear. ?All¨ª la reclusi¨®n es un lujo?, cree Moix. ?Cuando llegas a esta ciudad tienes dos opciones: o te pierdes porque quieres estar a la moda y te lanzas al producto o haces como yo y te encierras para explicar qui¨¦n eres y as¨ª poder establecer las pautas de tu vocabulario creativo?.
Identidad y honestidad son palabras clave para alimentar una obra que de verdad emocione. ?He estado con David Hockney, en su habitaci¨®n, en un hotel de Boston. Lo recordar¨¦ siempre. Hablando con ¨¦l, con mi galerista y con otro artista al que se le ocurri¨® decir: ¡°Estoy muy preocupado por mi carrera¡±?. Cuando Hockney escuch¨® la palabra ?carrera? en boca de aquel artista se horroriz¨®. ??Y no sabes lo malhablado que puede ser cuando algo le molesta!?, asegura Moix. ?Yo estoy de acuerdo con ¨¦l. Me aburre el arte como producto?.
?En Nueva York las galer¨ªas no est¨¢n basadas en una disciplina ¨²nica. Mientras tengas algo que decir, no les importa que hagas acuarela o digital?. ?l cree firmemente en el concepto de la gravedad. ?Lo importante es el peso que tengan las cosas. Una piedra prehist¨®rica y una cer¨¢mica japonesa pueden hablar el mismo idioma?.
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