As¨ª es el trabajo de una organizadora de fiestas de divorcio
Christine Gallagher, organizadora de despedidas de casados en Los ?ngeles, nos cuenta sus experiencias ayudando a parejas a romper con una gran celebraci¨®n.
Todas las transiciones en la vida tienen una ceremonia: nacimiento, los cristianos celebran la primera comuni¨®n y en los pa¨ªses sudamericanos los 15, que festejan el transito de la ni?ez a la juventud. El d¨ªa en que uno obtiene su diploma universitario es d¨ªa de fiesta, al igual que la boda; y la muerte, el adi¨®s final, tiene tambi¨¦n su ritual. ?Por qu¨¦ no celebrar pues el divorcio? Para algunos puede ser motivo de dicha y comienzo de una nueva vida. Para los menos afortunados, convocar a los amigos y despedir el tiempo de casado/a puede ayudar a lidiar con la pena; ya que el objetivo del ritual es cerrar un ciclo, una etapa. Algo fundamental para que otras empiecen y nuevas puertas se abran.
Christine Gallagher, de Blackpool (Reino Unido), aunque afincada en Los ?ngeles, es lo que se conoce como una divorce party planner. Ella organiza fiestas para celebrar el divorcio, dise?a el tema del evento de acuerdo con el historial de su cliente y hace de consejera espiritual de muchos corazones rotos. Su negocio est¨¢ en plena expansi¨®n.
¡°Empec¨¦ al rev¨¦s que la mayor¨ªa de la gente¡±, comenta Gallagher a S Moda, ¡°primero escrib¨ª un libro sobre como planificar fiestas para divorcios ¨Calgo que no estaba haciendo todav¨ªa¨C. Fue la primera cosa escrita sobre este tema y la versi¨®n revisada est¨¢ disponible en Amazon, The Divorce Party Handbook. Como sal¨ª en la prensa y en los medios de comunicaci¨®n mucha gente me empez¨® a preguntar si conoc¨ªa a alguien que organizara estos eventos. As¨ª que me pareci¨® una buena idea para hacer en Los ?ngeles. Aqu¨ª hay cultura, buen tiempo y gente que puede pagarlo¡±.
Paradojicamente, Gallagher est¨¢ divorciada pero nunca lo celebr¨® a la manera en la que sus clientes lo hacen. ¡°Mi separaci¨®n fue amigable. No hubo nada que no se hablara o no se sintiera. No necesit¨¦ ning¨²n tipo de ceremonia¡±, lo que parece afirmar que el evento est¨¢ m¨¢s aconsejado a los que sufren que a los que rompen de mutuo acuerdo. ¡°Tengo clientes de los dos tipos¡±, afirma, ¡°los que han tenido una separaci¨®n muy dura, los que todav¨ªa siguen atados emocionalmente a su ex y necesitan ayuda para salir de ah¨ª. Aunque tambi¨¦n hay parejas que han gastado su tiempo juntos y se despiden sin rencor y con un buen sabor de boca ¨Cuna fiesta¨C para mostrar a sus amigos que no tienen que elegir entre ning¨²n bando. Pero yo creo que los que m¨¢s lo necesitan son los primeros, ya que las fiestas que yo organizo pueden ser cat¨¢rticas. Un momento para llorar, re¨ªr, respirar, hacer lo que uno quiera o necesite en compa?¨ªa de amigos y familiares. Antes la gente que se divorciaba estaba sola, como avergonzada de un fracaso, lo que aumentaba el estr¨¦s. La fiesta es una manera de sacarlo todo a la luz, al mismo tiempo que los amigos ayudan a pasar por esa dif¨ªcil etapa de la vida. Los rituales pueden ser muy poderosos y efectivos por eso se llevan haciendo a lo largo de la historia de la humanidad. La comunidad puede ser muy confortable. No estamos solos¡±.
La forma en que se dise?a este evento, el decorado, el tema, el lugar donde se celebra¡ Todo es especialmente tenido en cuenta para que la transici¨®n a la solter¨ªa sea lo m¨¢s suave posible y las armas que se esgrimen son muy variadas: desde el humor a la venganza pasando por todo el abanico de sentimientos y ant¨ªdotos con los que cuenta el ¨¢nimo. Le pregunto a esta organizadora de eventos cu¨¢l ha sido la despedida de casado m¨¢s divertida, la m¨¢s triste y la m¨¢s rara de sus 14 a?os de trabajo, con unas 200 celebraciones a sus espaldas.
¡°En una de las m¨¢s graciosas, preparada para una mujer, el pastel de divorcio se present¨® en una mesa. Un bailar¨ªn con una m¨¢scara con la cara de su ex marido sali¨® de dentro y empez¨® a bailar. El ex esposo de la homenajeada era contable y nunca jam¨¢s hab¨ªa bailado. De hecho, la mayor causa de ruptura fue la insistencia de ¨¦ste en ser antisocial. Al final otros bailarines se sumaron al baile alrededor de la mujer. El m¨¢s triste que recuerdo fue una fiesta que organizamos en la playa, en la que el anillo de compromiso se tir¨® al mar. Fue como una solemne ceremonia ya que la persona que se divorciaba estaba muy afectada en parte tambi¨¦n porque se madre hab¨ªa muerto recientemente. La m¨¢s rara que recuerdo fue una en la que se organiz¨® una batalla de pintura, paintball, y la gente lo dio todo. No quer¨ªan ni parar para comer¡±.
?Hombres y mujeres encajan la ruptura de forma distinta
La larga trayectoria de esta profesional organizando despedidas de casados le ha ense?ado que ambos sexos se enfrentan al trauma de la ruptura de formas distintas. ¡°La mayor parte de mis clientes son mujeres, aunque cada vez tengo m¨¢s gays que se suman a esta tendencia. Creo que naturalmente las mujeres somos m¨¢s propensas a compartir nuestros sentimientos, consolarnos unas a otras y estar cerca por si nos necesitan en los momentos duros. Ellos tienden m¨¢s a estar solos o a pasar el mal trago a la manera masculina, con amigos, bares y mujeres. A menudo, las fiestas para divorciados incluyen un viaje a Las Vegas o algo as¨ª¡±.
Los ¨²nicos limites a la organizaci¨®n o tem¨¢tica de estas fiestas son los de la imaginaci¨®n y, claro est¨¢, el precio. Seg¨²n Gallagher para poder requerir sus servicios hay que contar con un m¨ªnimo de 5.000 d¨®lares (4.208 euros). ¡°Si no se dispone de ese dinero uno puede organizar su propia fiesta usando The Divorce Handbook. Generalmente, la gente gasta m¨¢s o menos lo mismo que invirti¨® en su boda, aunque tenemos eventos que han llegado a los 25.000 d¨®lares (20.892 euros). El cielo es el l¨ªmite¡±.
Hay solo dos reglas de oro a observar en estas celebraciones y que esta profesional impone a toda costa: los hijos no son bienvenidos y no hay que abandonar a tu amigo el d¨ªa despu¨¦s. ¡°El divorcio de los padres puede ser muy duro para los ni?os y es algo en lo que hay que ser muy cuidadoso. La fiesta puede ser algo confuso para los peque?os o dar pie a malinterpretaciones. Por otra parte, celebrar, beber y bailar est¨¢ muy bien pero luego hay que seguir apoyando al que se ha separado. Estar cerca, llamarlo, invitarlo a hacer cosas, mantener la amistad activa¡±, dice esta mujer cuyo trabajo implica tambi¨¦n ciertas labores de coaching y hasta de psicolog¨ªa para tratar con sus clientes.
?Puede una fiesta de despedida de casado aliviar la pena de la ruptura, responder a esos millones de preguntas sin contestar que jam¨¢s tendr¨¢n respuesta, sustituir todas las charlas que debieron haberse producido en lugar de los dolorosos silencios que no hac¨ªan sino precipitar el final? Seguramente no, pero a veces solo necesitamos re¨ªrnos de todo, bailar con aquel que nunca quiso salir a la pista -aunque no sea nada m¨¢s que una careta- o poner punto y final a todo con un conjuro a la nueva pareja de nuestro ex, dese¨¢ndole que todo sea tan intenso como lo fue con nosotros.
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