Candice Huffine ama su cuerpo: ?A¨²n me sorprende que haya tanta agresi¨®n, tanta necesidad de expresar odio?
Para conseguir una diversidad real en la industria es imprescindible no callarse, por eso la modelo Candice Huffine quiere gritar con estas im¨¢genes que ama su cuerpo. Lleva m¨¢s de dos d¨¦cadas coloc¨¢ndolo en marquesinas o revistas para hablar de aceptaci¨®n.
En la batalla por la representaci¨®n no vale relajarse, defiende la modelo Candice Huffine (Washington, D. C., Estados Unidos, 38 a?os): ¡°Lo m¨¢s importante es continuar alzando la voz y no dejar que las cosas vayan solas. Aunque a veces no sea c¨®modo, hay que presionar para seguir estando presentes. Decir ¡®oye, esta soy yo y tambi¨¦n merezco mi sitio aqu¨ª¡¯, porque hay millones de mujeres ah¨ª fuera que estar¨¢n de acuerdo, que quieren verse reflejadas¡±. Sabe de lo que habla. Puede presumir de m¨¢s de dos d¨¦cadas trabajando como modelo y colocando en primer plano su cuerpo, con una talla no normativa para la industria de la moda. Un tiempo en el que el sector ha dado un viraje importante a la hora de reflejar la diversidad de la calle. La propia Huffine, quien ha protagonizado campa?as de Swarovski, Victoria Beckham, Mango, Rachel Roy o Forever 21, tard¨® m¨¢s de 10 a?os en entrar en el circuito de las grandes firmas, pero cuando lo hizo, en 2011, fue por todo lo alto: fotografiada por Steven Meisel en una portada para la edici¨®n italiana de Vogue, junto a Robyn Lawley y Tara Lynn. Aquella imagen dio un bofet¨®n a la moda, que comenz¨® a sacudirse toda su historia de prejuicios, pero lo hizo sin mucha prisa.
Si hoy la diversidad racial es una realidad sobre la pasarela, la de cuerpos resulta a¨²n anecd¨®tica: ¡°Hemos visto un cambio, pero como cualquier cosa no llega tan r¨¢pido como nos gustar¨ªa¡±, reflexiona Huffine, ¡°hay una mejora, pero es por nuestra conversaci¨®n interminable sobre el tema. Fue lento al principio, en 2011 protagonizamos aquel gran momento, pero era una burbuja porque no ten¨ªamos las redes sociales detr¨¢s, ¨¦ramos pocas con altavoz. Ahora gracias a estas plataformas cualquier mujer puede hablar sobre lo que le gusta, con lo que se identifica, pedir qu¨¦ quiere ver, etc. Me gusta decir que se ha formado un ej¨¦rcito poderoso de amor, de personas que queremos a nuestros cuerpos. Gracias a ello en el futuro los cambios ir¨¢n llegando m¨¢s r¨¢pidamente. Ya no hay manera de que volvamos a las sombras si seguimos mostrando nuestro amor por nosotras mismas, nuestra val¨ªa, nuestro orgullo por qui¨¦nes somos¡±. Se trata de que las im¨¢genes sean un reflejo de la sociedad: ¡°Las personas tienen diferentes colores, edades, tama?os, culturas¡ y hay belleza en esa diferencia. Es importante que tanto la moda como los medios, la televisi¨®n o el cine celebren todo esto como la realidad que es. Deber¨ªamos pensar en nuestros cuerpos como en una obra de arte, que es subjetiva, y en nuestro museo habr¨¢ quien no nos entienda, pero no pasa nada¡±.
A¨²n quedan comportamientos perniciosos, algunos afloraron en las ¨²ltimas temporadas, cuando las tendencias Y2K rescataron tambi¨¦n los cuerpos extradelgados que desfilaban en las pasarelas de principios de siglo: ¡°Me parece peligroso crear tendencias que est¨¦n basadas en el cuerpo de las personas. No hay unos m¨¢s bonitos que otros y no puede ser que est¨¦s trabajando en sentirte libre, en quererte, y que en seis meses te digan que tu cuerpo ya no es lo que se lleva. Si la industria cae en viejos ideales, si hacemos que un cuerpo se vea m¨¢s bello que otro, volvemos una vez m¨¢s a la divisi¨®n. No me cansar¨¦ de decirlo: esto debe ser una celebraci¨®n constante y una representaci¨®n de todas las personas¡±. Las redes sociales, con todo su poder como amplificador, son especialmente permeables a esa conducta: ¡°A¨²n me sorprende que haya tanta agresi¨®n, que haya qui¨¦n sienta la necesidad de expresar su odio. Este es mi cuerpo y ha sido as¨ª desde que estaba en el instituto. Hac¨ªa deporte, he corrido varias maratones, soy incre¨ªblemente activa y as¨ª es c¨®mo me veo. Estos son mis huesos y este es mi ADN, es mi estructura. Yo estoy sana, pero no creo que esa sea la preocupaci¨®n de los haters, as¨ª que hay que saber ignorar todo este ruido¡±.
Candice Huffine prefiere centrarse en el lado luminoso y en su arrolladora carrera: ¡°Estoy muy orgullosa de estos 20 a?os modelando. Han pasado rapid¨ªsimo y, honestamente, a veces a¨²n me siento una novata. Queda mucho por hacer, pero eso tambi¨¦n es emocionante. Aunque tambi¨¦n me frustre, no me veo tirando la toalla¡±. Desde 2020 es imagen de Victoria¡¯s Secret, un hito por partida doble en una firma que se hizo c¨¦lebre glamurizando un cierto tipo de cuerpo: ¡°Cuando llegu¨¦ a Nueva York con 18 a?os, mi primer trabajo fue en la marca, as¨ª que cuando fui modelo sent¨ª que se cerraba un c¨ªrculo. Siempre hab¨ªa so?ado con estar donde estoy. No ha sido r¨¢pido, pero los sue?os se cumplen¡±.
Maquillaje y peluquer¨ªa: Magdalena Major.
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