Los hombres tambi¨¦n se ponen b¨®tox: este es su perfil y sus razones
El mal uso de la medicina est¨¦tica por algunos famosos mantiene prejuicios en cuanto a los tratamientos est¨¦ticos para los varones, aunque cada vez son m¨¢s los que se animan a probar intervenciones como la toxina botul¨ªnica
Los hombres cada vez se acercan m¨¢s a los centros est¨¦ticos para mejorar su aspecto. Como se?ala la Sociedad Espa?ola de Medicina Est¨¦tica (SEME) en su informe sobre el sector de 2019, en Espa?a faltan estudios en profundidad de instituciones como el INE sobre este ¨¢mbito. Pero lo que s¨ª se conoce es que la SEME cifra en un 28,2% la cantidad de hombres del total de usuarios de la medicina est¨¦tica. La organizaci¨®n, que ha publicado recientemente su estudio de 2020 y en ¨¦l apunta a que la toxina botul¨ªnica representa el 42% de todos los inyectables, adem¨¢s deduce que un 13,3% de los hombres hacen uso del conocido como b¨®tox, nombre de una marca que comercializa dicha toxina. Aunque su uso es cada vez m¨¢s com¨²n entre el p¨²blico masculino siguen existiendo reticencias entre muchos varones a la hora de tratarse en un centro. ?Por qu¨¦?
La aparici¨®n de Brad Pitt en la portada de agosto de la edici¨®n estadounidense de la revista GQ no ha dejado indiferente. Varios medios como Menzig han llamado la atenci¨®n sobre c¨®mo se parece a otros actores m¨¢s que a ¨¦l mismo, de Homelander y Ray Liotta a Chelsea Handler. En redes sociales algunos comentarios daban buena prueba de c¨®mo el escrutinio f¨ªsico a veces escapa al sexismo y los hombres tambi¨¦n son atacados por sus cambios est¨¦ticos.
El doctor Leo Cerrud, con cl¨ªnica en Madrid y en Panam¨¢, explica que ha generado tanto revuelo porque ?un gal¨¢n indiscutible, muy reconocido como actor que nunca se hizo nada, de repente a los 58 ha decidido hacerse algo, y pasa de una cara dura a algo dulcificada, por eso llama la atenci¨®n¡±. La doctora Nayra Merino, dermat¨®loga en las cl¨ªnicas Dermamedicin en Santa Cruz de Tenerife y miembro del Grupo Espa?ol de Dermatolog¨ªa Est¨¦tica y Terap¨¦utica (GEDET), a?ade que el tipo de tratamientos que siguen algunos hombres para mejorar su aspecto pasan por usar ¡°¨¢cido hialur¨®nico en el tercio inferior y medio para proyectar p¨®mulo y mejorar el surco nasogeniano y luchar contra la flacidez¡±.
Para Cerrud, la aparici¨®n de estas im¨¢genes de famosos con el rostro cambiado, al contrario de lo que se pueda creer, no ayuda al sector. ¡°En ocasiones puede ahuyentar a los hombres de la medicina est¨¦tica, lo ven y piensan: ¡®Yo no me voy a acercar a una cl¨ªnica para salir as¨ª¡¯. Pero no es real¡±. Los expertos consultados tranquilizan: la toxina botul¨ªnica, m¨¢s conocida por el nombre de una marca, b¨®tox, no modifica los rasgos. ¡°La toxina disminuye la contracci¨®n del m¨²sculo, parece que te has ido de vacaciones, no se nota y a los pacientes le suelen decir: ¡®Ay, ?qu¨¦ bien te veo!¡±, asegura Merino. ¡°Lo que hincha y modifica son los rellenos, como el ¨¢cido hialur¨®nico¡±, a?ade, algo a lo que tambi¨¦n apunta Cerrud.
Otra teor¨ªa que desmontan es la de que a los hombres se les notan m¨¢s las intervenciones que a las mujeres. La doctora Mar¨ªa Vicente, cirujana y m¨¦dica est¨¦tica de Virtud Est¨¦tica, con centros en Murcia y Lorca, se?ala como uno de los motivos a quien se encarga del tratamiento. ¡°No tiene por qu¨¦ marcarse m¨¢s en ellos, siempre y cuando sea inyectado por alguien experto y con conocimientos de anatom¨ªa y facialismo. Por desgracia, no todos los inyectores tienen la misma formaci¨®n y experiencia, sobre todo para inyectar a hombres. Si se llega tarde a ¨¦l y se hace muy r¨¢pido, se marca m¨¢s¡±.
Tanto Cerrud como Merino se?alan la treintena como una etapa ¨®ptima en la que se puede empezar a usar la toxina botul¨ªnica si se quiere mantener ese resultado natural. Claro que todos reconocen que existen excepciones, en funci¨®n de factores como la gen¨¦tica. ¡°Hay hombres que pueden comenzar muy pronto (legalmente pueden a partir de los 18 a?os) porque algunos gen¨¦ticamente tienen el entrecejo con ?las arrugas verticales de esta zona muy marcadas, que dan aspecto de disgusto o enfado¡±, asegura Vicente.
Una vez el paciente ha tomado la decisi¨®n debe elegir la cl¨ªnica donde se inyectar¨¢ el b¨®tox. ¡°Recomendar¨ªa consultar a varios expertos antes de optar por uno¡±, aconseja Cerrud. De nuevo, aparece la importancia del profesional en la intervenci¨®n. Las zonas donde se debe aplicar est¨¢n muy determinadas: el tercio superior del rostro, esto es, frente, entrecejo y patas de gallo. Las dosis y los puntos de inyecci¨®n difieren de la mujer. Cerrud indica que en el entrecejo ellos necesitan m¨¢s cantidad porque es m¨¢s fuerte y marcado que el de ellas. ?l, Merino y Vicente coinciden en evitar el punto de la ceja donde se administra a las mujeres para que suba. ¡°Siempre hay que evitar el efecto de ceja?¡®mefisto¡¯,?tambi¨¦n?llamado ¡®zapatero¡¯, por el aspecto de estas cejas en V invertida¡±, abunda Vicente. Adem¨¢s, destacan la importancia de la naturalidad. ¡°No queremos eliminar, sino recuperar, que no sea evidente, pues lo evidente es vulgar¡±, opina Cerrud. ¡°Que se vea un poco de marca en un hombre queda bien, natural, no queremos ese efecto porcelana que buscamos en las mujeres¡±. Vicente coincide y en casos de marcas de expresi¨®n leves comenta que muchos prefieren no tocar la frente para proteger la ansiada naturalidad. Al fin y al cabo, culturalmente las arrugas de los hombres siempre han estado mucho m¨¢s aceptadas que las de las mujeres.
El estado de la arruga influir¨¢ tambi¨¦n en las necesidades espec¨ªficas y en el tiempo de reposici¨®n. Merino profundiza que, ¡°si la arruga est¨¢ muy marcada, habr¨ªa que a?adir ¨¢cido hialur¨®nico para rellenar¡±. Siempre, eso s¨ª, de forma gradual para que tenga un efecto natural. Vicente detalla el procedimiento: ¡°En estos casos se realizan dos tratamientos: primero b¨®tox, despu¨¦s la revisi¨®n a los 15 d¨ªas de la toxina botul¨ªnica y, una vez que hemos relajado la musculatura, usaremos ¨¢cido hialur¨®nico para elevar la arruga profunda y que, cuando pase m¨¢s tiempo, en lugar de empeorar se hayan eliminado¡±.
Sobre la periodicidad, las recomendaciones de estos expertos oscilan de los cuatro meses por los que apuesta Cerrud a los seis que prefiere Merino. Siempre, claro, ajust¨¢ndose al caso concreto del paciente. ?Puede el b¨®tox tener alguna contraindicaci¨®n para la salud? Seg¨²n explican en Redacci¨®n m¨¦dica, ?en los lugares de inyecci¨®n puede aparecer una leve inflamaci¨®n fugaz o un hematoma, siendo la reincorporaci¨®n social inmediata?. Adem¨¢s, aunque es muy raro que ocurra, podr¨ªa producir dolor de cabeza o s¨ªntomas parecidos a una gripe.
¡°No se han dado cuenta de que llevo¡±
El descubrimiento de Leo Cerrud del b¨®tox entronca con su historia profesional. ¡°Era m¨¦dico de familia y, adem¨¢s, trabajaba en una revista de salud y llevaba art¨ªculos de belleza y cosm¨¦tica¡±, comienza el relato. ¡°Un colaborador me coment¨® que hab¨ªa un m¨¦dico en Madrid que quer¨ªa promocionar el b¨®tox. Desde la ignorancia le dije: ¡®?Qu¨¦ horror!¡¯, pues pensaba que era una cosa de se?oras mayores, de la duquesa de Alba o Nicole Kidman. Pero fui y lo prob¨¦. Me inyect¨® en el entrecejo y cuando me vi pens¨¦: ¡®Pero qu¨¦ es esto¡¯. Habl¨¦ con este m¨¦dico y me coment¨® la existencia de las cl¨ªnicas, de la medicina est¨¦tica¡ Qued¨¦ fascinado y decid¨ª dedicarme a ello¡±, sentencia Cerrud.
Roberto Ortega es usuario habitual tambi¨¦n de b¨®tox. A este madrile?o de 45 a?os le introdujo Cerrud, con el que trabajaba en temas de comunicaci¨®n. ¡°Un d¨ªa me solt¨®: ¡®Te voy a hacer un regalo envenenado¡¯. Se refer¨ªa a que, una vez lo probase, no lo iba a querer dejar¡±, desvela Ortega. Y cuenta que, antes de inyect¨¢rselo por primera vez, se lo coment¨® a unas pocas personas con las que tiene m¨¢s confianza. La reacci¨®n de ellas vino del desconocimiento que narran los expertos. ¡°Me dec¨ªan que c¨®mo me iba a hacer eso, que me iba a cambiar la cara¡±. Ortega finalmente decidi¨® inyectarse. ¡°Cambiaron todos de opini¨®n, me dijeron que me ve¨ªa muy bien, que ten¨ªa mejor aspecto¡±. Recalca que la gente a la que no le dijo nada de la intervenci¨®n no se ha dado cuenta. ¡°Simplemente me dicen: ¡®?Qu¨¦ buena cara tienes, parece que has dormido bien!¡±. Ortega, que se ha inyectado b¨®tox tambi¨¦n con otras profesionales desde esa primera vez, remarca la importancia del m¨¦dico. ¡°Me lo he puesto con gente en la que conf¨ªo y los resultados siempre han sido espl¨¦ndidos¡±. Tanto es as¨ª que, asegura, que muchos algunos conocidos de su entorno se han animado a ponerse en manos de estos expertos. ¡°Me han dicho: ¡®Yo quiero tener ese mejor aspecto¡¯. He arrastrado a mis amigos a ponerse tambi¨¦n b¨®tox¡±, concluye.
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