Las mascarillas en velo, el milagro cosm¨¦tico que ha doblado sus ventas en cinco a?os

Las mascarillas se han instaurado como eficaces potenciadores de diferentes beneficios en la rutina cosm¨¦tica. Las recomiendan hasta quienes m¨¢s saben sobre la piel. La Academia Espa?ola de Dermatolog¨ªa y Venereolog¨ªa, por ejemplo, las lista como forma eficaz de hidratar en profundidad y para combatir la aparici¨®n de manchas.

Entre sus diferentes formatos, si uno aumenta incesantemente en relevancia es las mascarillas de velo. Incorporadas en nuestros cuidados de la piel gracias a la belleza coreana, cada vez m¨¢s firmas se apuntan al fen¨®meno. No es para menos. La firma de estudios de mercado?NPD Group confirm¨® que su valor se hab¨ªa doblado desde 2014, alcanzando los 169 millones de euros en ventas en 2019. La compa?¨ªa?Allied Market Research , por su parte, vaticinaba que en 2026 alcanzar¨ªa los 323 millones de euros. Cifras nada desde?ables (que se deben coger con prudencia pues ambos estudios se realizaron antes de la pandemia) que atraen a buena parte del sector.

Su efectividad despunta como una de las razones por las que est¨¢n en boca de todos. Tambi¨¦n, en los ¨²ltimos meses, el desaf¨ªo que suponen a la sostenibilidad. El hecho de que sean de un solo uso y, hasta ahora, no se haya apostado por materiales reciclados y reciclables, ha llevado a que se las tache como las pajitas de la cosm¨¦tica. Las marcas ya buscan alternativas. Una de ellas, que todav¨ªa no ha llegado a Espa?a (aunque se pueden adquirir en l¨ªnea), pasa por la silicona. Si bien se pueden reutilizar, cuando su vida ¨²til acaba este material presenta el inconveniente de no poder reciclarse.

Pero ?est¨¢ justificado el furor de estas mascarillas? Para empezar, vamos a definir para qu¨¦ sirve este producto. Cristina Galmiche, directora de los centros hom¨®nimos en Madrid y Alcal¨¢ de Henares, aclara su utilidad. ?Su principal funci¨®n es potenciar los tratamientos cosm¨¦ticos habituales de la piel?. Esto se consigue gracias a su composici¨®n, como explica Marta Garc¨ªa, directora del centro est¨¦tico en Oviedo que lleva su nombre. ?Las formulaciones contienen alt¨ªsimas concentraciones de principios activos, lo que las hace actuar en tiempo r¨¦cord, de una forma casi instant¨¢nea. Pueden aportar un extra de vitalidad recuperando la piel apagada o seca, purificar y limpiar la piel en profundidad o proporcionar un extra de hidrataci¨®n y/o nutrici¨®n?. Paz Torralba, directora de los madrile?os centros The Beauty Concept, recomienda su uso al menos una vez a la semana.

Hasta aqu¨ª, la definici¨®n vale para cualquier tipo de mascarilla facial. Ahora bien, ?qu¨¦ lleva a una empresa, a un centro de est¨¦tica o a un usuario a decantarse por una u otra? Por lo que cuentan las tres directoras, no tiene que ver con sus activos. ?En cuanto a formulaci¨®n y principios activos, comparten las mismas funciones: hidratar, reafirmar, equilibrar, iluminar?, resume Cristina Galmiche. ?Las mascarillas de velo me parecen muy ¨²tiles para reducir el equipaje y son muy c¨®modas de usar porque simplemente hay que sustraerlas del envase y aplicarlas sobre el rostro?. Sin embargo, para la experta suponen un problema a la hora de aplic¨¢rselas. ?Si no se tiene pr¨¢ctica y no se adhieren perfectamente al cutis, pueden perder eficacia?.

A la comodidad de su aplicaci¨®n, Paz Torralba a?ade otro punto a su favor. ?No hay que retirarlas con agua, por lo que no se desequilibra la piel. Despegas la gasa, la tiras y contin¨²as con tu ritual cosm¨¦tico. Si apuestas por las mascarillas en crema, despu¨¦s de limpiar el rostro se necesita un t¨®nico para reequilibrarla?.

Como estos velos vienen impregnados en un gel a rebosar de principios activos, las tres las consideran muy ¨²tiles para momentos especiales, y como fuente de hidrataci¨®n. Marta Garc¨ªa considera que ?aportan un efecto flash inmediato que viene genial para momentos determinados?. Tanto Cristina Galmiche como Paz Torralba las aconsejan tambi¨¦n para calmar la piel tras una larga exposici¨®n al sol, en d¨ªas con mucha contaminaci¨®n o despu¨¦s de un tratamiento l¨¢ser.

La aplicaci¨®n, como en todo ritual de belleza, comienza por una piel completamente limpia y tonificada. Se extrae de su sobre y se coloca sobre el rostro, dejando que act¨²e el tiempo indicado por el fabricante. Transcurrido ese tiempo, se retira. Cristina Galmiche aconseja aprovechar los restos que queden en el velo y pasarlos por cuello y escote. Si queda residuo en el rostro, Paz Torralba es partidaria de masajearlo hasta su completa absorci¨®n. ?Y nunca acabes tu rutina con ella, a?ade luego un s¨¦rum y una crema. Tu piel podr¨ªa quedar un poco tirante?, apunta.

?Y qu¨¦ sucede con la problem¨¢tica para el ecosistema? Todas creen que debe combatirse, y proponen medidas similares. Cristina Galmiche se?ala a los legisladores y a los usuarios. ?Por un lado, debemos?exigir a las autoridades cosm¨¦ticas que obliguen a los fabricantes a fabricar los velos con materiales biodegradables. Por el otro,?concienciar al usuario de la necesidad de su reciclaje?. En los centros The Beauty Concept ya han eliminado los pl¨¢sticos, pero pide a las firmas que se inclinen por materiales biodegradables como la f¨¦cula de patata. Marta Garc¨ªa mira hacia Asia. ?Empiezan a aparecer de celulosa eco o biocelulosa en el continente asi¨¢tico, falta m¨¢s iniciativa en Europa?.