?No soporta nada de lo que hago. Antes era insoportable pero ahora es peor?: parejas rotas en pleno confinamiento
Parejas que conviv¨ªan en el proceso de su divorcio o parejas que han roto en estos d¨ªas de confinamiento ahora se ven obligadas a estar juntas en la misma casa.
El confinamiento ha supuesto dividir a las parejas en diferentes grupos. Aquellas que querr¨ªan estar juntos, pero que les ha tocado pasar la cuarentena en hogares separados? y aquellos que est¨¢n juntos, y que, aunque lo agradecen, tambi¨¦n necesitar¨ªan separarse un rato. Sin embargo, hay un tercer caso mucho m¨¢s complicado: parejas que han roto y que se ven obligadas a vivir bajo el mismo techo 24 horas, 7 d¨ªas a la semana.
En realidad, tener que convivir despu¨¦s de una separaci¨®n no es un fen¨®meno nuevo, ya hab¨ªa parejas que se ve¨ªan abocadas a esta situaci¨®n por diversos motivos. Pero no es lo mismo verse solo a la hora de la cena, que verse durante todo el d¨ªa. A¨²n peor si tenemos a los ni?os, sin colegio, en casa todo el d¨ªa.
Hay casos de todo tipo. Lorena, de 48 a?os, cuenta que ya estaban en proceso de vender su casa cuando se decret¨® el estado de alarma. ¡°La convivencia ya era dif¨ªcil despu¨¦s de la separaci¨®n, pero ten¨ªamos en mente que era algo temporal. Ahora, sin saber cu¨¢ndo volver¨¢ todo a la normalidad, si podremos vender o no la casa, o incluso que pasar¨¢ con nuestros trabajos, todo es incertidumbre, y el pensar que esta situaci¨®n puede alargarse nos hace estar mucho irascibles, lo que es un problema a¨²n mayor cuando compartes la casa con tu hijo adolescente, que tampoco es todo sonrisas. Veo a esas familias compartiendo planes juntos en confinamiento y miro la m¨ªa y me siento peor que nunca¡±.
Otras parejas empezaron la convivencia en confinamiento con mejor ¨¢nimo, pero han decidido llegar a su fin precisamente tras estos d¨ªas. No hay nada como pasar m¨¢s tiempo juntos para darse cuenta de si realmente seguimos teniendo algo en com¨²n, o si ya nada nos une. Luis, de 37 a?os, comenta que ¡°lo que peor llevo es tener que escuchar sus quejas constantemente, durante todo el d¨ªa. No soporta nada de lo que hago, todo le molesta. Antes ya era insoportable, pero ahora es a¨²n peor, porque no puedo salir de casa y olvidarme un poco de todo¡±.
Una convivencia obligada
La complejidad de este tipo de situaciones es doble. Por una parte, como la gran mayor¨ªa, se han de afrontar problemas de convivencia extraordinarios, derivados de pasar m¨¢s tiempo juntos, del hecho de que uno est¨¦ teletrabajando y el otro no tenga nada que hacer y, obviamente, todo ello con el a?adido de que la tensi¨®n y los cambios de ¨¢nimos son constantes. La diferencia es que en el resto de parejas se presupone la intenci¨®n de querer estar bien el uno con el otro y se cuenta con esa persona tambi¨¦n como una compa?¨ªa y un apoyo. Algo que es m¨¢s dif¨ªcil cuando el v¨ªnculo de esa pareja se ha roto. Pero no es algo imposible.
Como comenta la psic¨®loga N¨²ria Jorba, las vivencias de esta situaci¨®n son diferentes seg¨²n cada persona. ¡°En algunos casos lo agradecen ya que pueden ir haciendo el duelo de forma progresiva, en otros casos sienten que se les est¨¢ bloqueando su desarrollo y el poder dar pasos hacia delante y tambi¨¦n algunos expresan ansiedad debido al malestar permanente en el ambiente de casa¡±.
De hecho, esa parece ser la clave: no saber cu¨¢ndo se podr¨¢ poner fin a esa situaci¨®n excepcional. As¨ª lo comenta tambi¨¦n Julia, de 29 a?os, que explica que ¡°aunque nos llevamos muy bien, siento que me ahogo. Necesito separarme y continuar mi vida y todo el tema del coronavirus ha puesto en pausa nuestras vidas¡±.
Para que esta sensaci¨®n no nos ahogue, Jorba apunta que ¡°es recomendable intentar llevar la situaci¨®n con la mayor naturalidad posible, es decir, intentar tener el chip de que estamos compartiendo piso con un amigo o conocido¡±.
Limitar tiempos y espacios
Respecto a c¨®mo hacer lo m¨¢s llevadera esta situaci¨®n, una de las recomendaciones m¨¢s b¨¢sicas ser¨¢ la de saber limitar tiempos y espacios para no tensar en exceso la convivencia. A este respecto, la psic¨®loga Ana Lombard¨ªa, que tambi¨¦n lleva casos similares en su consulta online, expone que, aunque las casas peque?as lo pongan dif¨ªcil, hay que dar espacio al otro. ¡°Es importante separar los espacios lo m¨¢ximo que sea posible. A veces, se puede ir alternando para no estar todo el d¨ªa en una misma estancia, por ejemplo, por las ma?anas uno en el sal¨®n y otro en el dormitorio, y por las tardes al rev¨¦s¡±.
La situaci¨®n es m¨¢s complicada cuando se tienen hijos, ya que ya no es posible aislarse por completo, como si solo fu¨¦ramos una pareja, y es necesario compartir momentos, porque, al fin y al cabo, seguimos siendo una familia. ¡°Las horas de la comida o el tiempo de ver la televisi¨®n pueden ser algunas de ellas¡±, plantea Lombard¨ªa.
Dependiendo de la edad de nuestros hijos, N¨²ria Jorba a?ade que es necesario normalizar en lo posible. ¡°Con los ni?os es importante hacer un poco de ¡®teatro¡¯, ya es dif¨ªcil para los adultos asumir esta situaci¨®n como para que los hijos tambi¨¦n est¨¦n al corriente y suponga un malestar a?adido y una tensi¨®n en el ambiente¡±.
Otra cuesti¨®n es el reparto de tareas dom¨¦sticas. ¡°Las reglas por las que antes se reg¨ªa la relaci¨®n ya no sirven y es necesario poner otras. Para ello, es importante que se sienten y negocien c¨®mo van a gestionarse estas semanas de confinamiento¡±, resume Lombard¨ªa. Eso incluye ¡°repartirse las tareas de forma distinta a como se hac¨ªan antes del estado de alarma. Ahora ambos pueden y deben colaborar de forma equitativa¡±, insiste la psic¨®loga. Algo tan sencillo, pero tan complejo, como compartir la compra semanal, para que solo uno de los miembros salga cada semana, o decidir qui¨¦n tirar¨¢ la basura (aunque ahora quiz¨¢s la pelea sea por salir a tirarla y no por dejarla acumulada).
Un esfuerzo en la comunicaci¨®n
Si hemos conseguido idear un plan para limitar espacios propios y compartir otros momentos en familia, para que el plan funcione, el otro reto a afrontar es la forma de comunicarnos. M¨¢s en un estado de nervios como el actual. Para ello Ana Lombard¨ªa propone llegar a una tregua, aunque sea temporal, pero que resulta m¨¢s necesaria que nunca. ¡°Si existen tiranteces en la relaci¨®n entre ambos es importante tratar de dejar las diferencias a un lado, crear un ¡®tiempo muerto¡¯ en el que tratemos de olvidar por qu¨¦ nos llevamos mal, discutimos y nos hacemos da?o¡±.
Esta tregua debe llevarse a cabo cambiando nuestra forma de hablar al otro. Tanto si hay ni?os delante, como si estamos solos. Como expone Lombard¨ªa el primer paso es ¡°dejar de emitir quejas¡±. Aunque ahora todo nos moleste m¨¢s que nunca es importante ¡°no poner la puntilla a todo y no lanzar reproches constantes¡±. Aunque no solo hay que cambiar lo que se dice, sino tambi¨¦n c¨®mo se dice. ¡°Cuando nos alteramos o estamos enfadados tendemos a hablar m¨¢s alto y de forma acelerada¡±, lo que lleva al otro a sentirse agredido. De esta forma, la psic¨®loga propone algo tan sencillo como ¡°hablar m¨¢s despacio y con un tono de voz m¨¢s bajo¡±, algo que parece banal, pero que es muy efectivo.
Por ¨²ltimo, y recordando que hubo tiempos mejores y que esa persona ha sido importante en nuestras vidas, no est¨¢ dem¨¢s entender que tambi¨¦n lo est¨¢ pasando mal en esta situaci¨®n. Eso pasa por tener un gesto positivo de vez en cuando para destensarnos. ¡°Aunque nos cueste y no nos salga natural, hay que intentar hacer algo agradable hacia el otro. Esto nos har¨¢ sentir mejor a nosotros mismos, y tambi¨¦n a nuestra ex-pareja¡±. Cosas tan sencillas como agradecer una comida, comprar su bebida favorita o hacer alguna tarea si el otro est¨¢ cansado o trabajando, pueden conseguir que la convivencia sea m¨¢s agradable y llevadera.
No obstante, esta crisis no solo ha tra¨ªdo parejas rotas, tambi¨¦n hay parejas que en tiempos de confinamiento han sido capaces de darle otra perspectiva a las cosas, y que han decidido darse una segunda oportunidad. ¡°Estoy viendo casos que el confinamiento est¨¢ ayudando a regenerar v¨ªnculos que estaban muy apagados. Casos en los que la relaci¨®n estaba muy distanciada y fr¨ªa, que compart¨ªan pocos espacios. En estas situaciones el estar juntos est¨¢ ayudando a generar nuevas din¨¢micas positivas y a despertar emociones dormidas¡±, concluye N¨²ria Jorba. Quiz¨¢s estos casos sean los menos, pero saber que existen hace pensar que quiz¨¢s llevarnos bien, incluso en estos d¨ªas, no sea una tarea tan imposible como parec¨ªa.
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