Opiniones no pedidas: cuando el embarazo no es de la mujer, sino una experiencia casi colectiva
Casos como el de Gigi Hadid o Jessica Biel evidencian c¨®mo las mujeres, y no solo famosas, se ven presionadas y juzgadas por las redes sociales a mostrar y compartir esta experiencia en p¨²blico.
Da la sensaci¨®n de que el embarazo no es de la mujer que lo vive, sino que es una experiencia casi colectiva. Desde amigas que opinan sobre lo que deber¨ªas de comer o el ejercicio que deber¨ªas hacer, vecinas que opinan sobre qu¨¦ hospital deber¨ªas elegir o familia pol¨ªtica que parece querer elegir no solo el nombre del beb¨¦, sino incluso el sexo del mismo. Opiniones que parecen inofensivas, pero que no lo son tanto.
Subir una foto a redes en la que acabas de tomarte una cerveza o una hamburguesa doble y muestra que tienes la tripa hinchada puede dar lugar a un mont¨®n de elucubraciones. Ya le pas¨® en su momento a ?rsula Corber¨®, que tuvo que acabar desmintiendo en redes un posible embarazo. Aunque en realidad da igual si has subido o no una foto sospechosa, siempre hay alguien intentado atribuirte un embarazo si eres una mujer conocida y ya tienes pareja estable. O si no eres tan conocida, pero ya llevas a?os con tu pareja o acabas de casarte. Todo el mundo cree tener derecho a preguntar sobre una cuesti¨®n tan ¨ªntima como es la decisi¨®n o no de tener un hijo.
De hecho, parece que hoy en d¨ªa es casi imposible vivir un embarazo con privacidad. M¨¢s recientemente fue la modelo Gigi Hadid, quien, pese a haber hecho ya p¨²blico su embarazo en abril, tuvo que subir a redes una foto de su estado, para acallar los rumores y la presi¨®n de sus seguidores por tener im¨¢genes del mismo. Pocas son las que consiguen salir de este foco. Ha sido el caso de Jessica Biel, noticia precisamente por ser capaz de haber dado a luz a su segundo hijo con Justin Timberlake sin que se haya hecho p¨²blico su embarazo. Algo que quiz¨¢s no hubiera sido posible si el pa¨ªs no estuviera viviendo un confinamiento en medio de una pandemia mundial.
El embarazo en las redes sociales
¡°Sin duda, las redes sociales y la exposici¨®n en ellas de nuestra vida privada ha incrementado la exposici¨®n tambi¨¦n de los embarazos¡±, explica la soci¨®loga Mar¨ªa Silvestre Cabrera de la Universidad de Deusto. Algo que impacta no solo en mujeres que viven m¨¢s de cara al p¨²blico, como actrices o modelos, sino en casi cualquier mujer que tenga esta exposici¨®n en redes, aunque sea en su entorno social y familiar.
Como reflexiona la tambi¨¦n soci¨®loga Ana Paulina Guti¨¦rrez de El Colegio de M¨¦xico:??Hay una conversaci¨®n social sobre el embarazo y sobre las mujeres embarazadas (o las que no se embarazan o se embarazan a destiempo) a lo largo de la historia de las sociedades, solo que esta cambia y toma personalidad dependiendo del contexto en el que se encuentre?.
Aunque seg¨²n la experta,? internet ha ido ?transformando las experiencias de las personas y la forma de comunicarnos?. No es que la exposici¨®n de la experiencia del embrazo antes no se diera, ¡°sino que con las redes todo est¨¢ en un mismo espacio y la conversaci¨®n ya no es s¨®lo una charla de caf¨¦ con las amigas o una sobremesa familiar, es p¨²blica con personas desconocidas que opinan sobre experiencias ¨ªntimas¡±, y esto s¨ª es relativamente nuevo, seg¨²n la soci¨®loga.
Esto tiene su punto positivo y su punto negativo. La parte positiva es que las redes han permitido dar m¨¢s visibilidad a las diferentes formas de vivir un embarazo y todas las situaciones relacionadas del mismo, desde la posibilidad de un aborto a los ciclos de un tratamiento de reproducci¨®n asistida.
¡°Hay casos en los que hacerlo p¨²blico ayuda a otras mujeres, que encuentran en redes sociales a otras mujeres que est¨¢ pasando por lo mismo que ellas, no se sienten juzgadas, se ponen en tu lugar, y en este sentido si pude ayudar dar esa visibilidad¡±, reflexiona la psic¨®loga perinatal Natalia Valverde.
Sin embargo, en otros casos, parece existir una cierta presi¨®n por exponer el embarazo aunque no sea siempre lo que se desea. ?Hay mujeres que deciden no contar que est¨¢n embarazadas, o al menos no contarlo hasta que pasen las primeras semanas por si hay una p¨¦rdida perinatal?, apunta la psic¨®loga. Esta necesidad de vivir la experiencia en privado tambi¨¦n es especialmente significativa en mujeres que ya est¨¢n inmersas en un proceso de reproducci¨®n asistida: ?A lo mejor no quieren contar que van a hacer un nuevo tratamiento porque est¨¢n cansadas de contarlo y que todo el mundo pregunte y opine sobre el tema?.
Opiniones no pedidas
Como aporta Natalia Valverde: ¡°Opinar desde fuera es muy f¨¢cil, pero lo importante de todo esto es que tenemos que pensar que la maternidad, al igual que otras cuestiones se vive de una manera totalmente personal y subjetiva. Trato mujeres embarazadas que lo viven con mucha felicidad y otras que lo viven con mucha ansiedad o con tristeza?.
¡°Da igual lo que haga o c¨®mo lo haga, a la madre se le va a juzgar¡±, aporta el psic¨®logo experto en reproducci¨®n asistida Pedro Adrados www.arturosoriapsicologos.com. ¡°Esto, unido a las dudas y ambivalencias que suelen aparecer en esas etapas (y que son normales) crean las condiciones para que surjan miedos e inseguridades¡±.
Puede que antes de las redes sociales las mujeres embarazadas tambi¨¦n se sintieran demasiado vulnerables ante las opiniones de su entorno. Pero ahora estas redes te exponen no solo ante el c¨ªrculo que t¨² eliges o seleccionas, sino tambi¨¦n a la posibilidad de que tus propios contactos compartan la noticia, o incluso fotos, haciendo tu c¨ªrculo mucho m¨¢s grande de lo previsto.
¡°A lo anterior, se unen los estereotipos de g¨¦nero que ¡®marcan¡¯ el camino por el que deben transitar para sentirse como ¡®verdaderas madres¡¯. En este sentido si una madre se opone a esos mandatos / pautas o se resiste a ellos, se va a sentir tambi¨¦n culpable e insegura¡±, insiste Pedro Adrados.
Lo expone Ana Paulina Guti¨¦rrez: ?Esas emociones no vienen de la nada. El foco p¨²blico en el cuerpo y las decisiones de las mujeres afecta a las que se embarazan, pero tambi¨¦n a las que no, y a las que se embarazan despu¨¦s de los 40 y a las que interrumpen un embarazo. Afecta a todas las mujeres porque todas, de acuerdo al guion, somos madres en potencia desde que llegamos a este mundo?. Todo ello unido al hecho de que ?no te puedes arrepentir de ser madre porque nos han dicho desde ni?as que es la experiencia m¨¢s maravillosa y llena de amor que puede existir. Eso, que toma forma en esa conversaci¨®n p¨²blica sobre los cuerpos y decisiones de las mujeres, nos marca en el d¨ªa a d¨ªa, seamos madres o no. Y eso es brutal?.
Gestionar la inseguridad y la visi¨®n de los dem¨¢s
Como ocurre en el caso de famosas, suele decirse que si no se quiere que los dem¨¢s hablen de ti, evites compartir cualquier informaci¨®n. El problema es que cuando se da una exclusiva, parece que ya se da acceso VIP a tu vida. De la misma forma, cuando te animas a compartir una foto de tu vientre de embarazada en Instagram o de la primera ecograf¨ªa, todo el mundo asume que ya hay derecho a poder opinar sobre tu embarazo o a poder difundir la noticia.
Ante la dif¨ªcil gesti¨®n de la privacidad en el embarazo solo quedan dos opciones. O guardar el secreto a lo Jessica Biel, o asumir que hay que gestionar la visi¨®n de los dem¨¢s, como tuvo que hacer Gigi Hadid.
As¨ª, ante aluvi¨®n de opiniones no siempre bienintencionadas y de consejos dados de coraz¨®n, pero que no aportan mucho, solo queda aprender a abstraerse. ?Hay que reforzar la idea de escucharse a s¨ª mismas (y no a los dem¨¢s), dej¨¢ndose llevar por su intuici¨®n de madres?, aporta Pedro Adrados.
Las inseguridades y las dudas forman parte de la vivencia del embarazo, opine lo que opine la gente. Tambi¨¦n hay que aprender a naturalizar eso. Las redes han ayudado a mostrar muchos tipos de maternidad, pero tambi¨¦n a promover falsos mitos e ideales que muchas veces poco tienen que ver con la realidad. ?Se debe respetar y normalizar sus incertidumbres e imperfecciones, intentado liberarse de culpas y juicios negativos sobre su papel como madre?, concluye el psic¨®logo.
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