¡®Viuda Negra¡¯ : el mensaje oculto de las trenzas y coletas de Scarlett Johansson y el resto de hero¨ªnas de la pel¨ªcula

En Viuda Negra hay muchas patadas y pu?etazos. Hay peleas tan crudas y sumamente violentas, como la que protagonizan en un piso franco las hermanastras Yelena Bolova (Florence Pugh) y Natasha Romanoff (Scarlett Johansson),?cuya impecable coreograf¨ªa corta las respiraci¨®n. En Viuda Negra ellas ¨CYelena, Natasha, Melina (Rachel Weisz)¨C se hartan de repartir hostias para acabar con un magnate p¨¦rfido ruso que busca anular el esp¨ªritu y libertad de un ej¨¦rcito de amazonas, asesinas implacables, a las que el villano ha anulado psicol¨®gicamente (y privado de su capacidad reproductora) para poder controlar el mundo gracias a su potencial.

En la ¨²ltima de Marvel, dirigida por Cate Shortland y producida por Scarlett Johansson, ellas al fin toman el control de la narrativa en la saga de Los Vengadores. Aqu¨ª se sabe, como se dec¨ªa en Fleabag, que el pelo importa. Que para salvar el mundo lo mejor es afrontar la jornada con la frente despejada, pero siempre con estilo. Que para liberar a nuestras hermanas oprimidas, y por ende para salvar a la civilizaci¨®n, se podr¨¢ recurrir a dos peinados hipn¨®ticos.

Pasan en Viuda Negra dos tipos de peinados con una fuerte carga simb¨®lica. Por un lado est¨¢n las fascinantes trenzas retorcidas, tirantes, e imposibles y de esp¨ªritu del este que recuerdan, vagamente, a la corona que populariz¨® Yulia Timoshenko, la que fuese primera ministra de Ucrania y l¨ªder de la revoluci¨®n naranja de 2004. Por otro, como dice la propia Pugh, abundan ?coletas que son tremendamente cool?.

Presten atenci¨®n cuando vean la pel¨ªcula. Cuando las mujeres de Viuda Negra luzcan esas trezas imposibles, se enfatizar¨¢ el origen ruso de las protagonistas, la historia de maldad que ha intentado definirlas (sin ¨¦xito) pero que las ha marcado para siempre, un pasado con el que est¨¢n en una interesante y violenta rebeli¨®n. A lo Timoshenko se peina al cerebro de la pel¨ªcula, Melina (Rachel Weisz) en una fase clave de la cinta, para despu¨¦s soltarse y destensarse esa melena, literalmente, de una forma claramente simb¨®lica que marca un antes y despu¨¦s en la b¨²squeda del bien com¨²n.

Fan¨¢ticas de las trenzas, m¨¢s o menos tirantes, y de unas coletas despeinadas que parecen haber sido construidas (aparentemente) sin esfuerzo pero que son claramente lo m¨¢s aspiracional capilarmente hablando visto en la saga Marvel, son las dos protagonistas de la pel¨ªcula, Natasha y Yelena. Natasha las combina con el pelo suelto, apuesta por minitrenzas y es la que m¨¢s se relaja con su pelo. Yelena, siempre alerta, no lo har¨¢ hasta que logre la paz total.

?Siempre he cre¨ªdo que cuando una mujer est¨¢ en plena acci¨®n, o una actriz est¨¢ haciendo una escena de acci¨®n, como por ejemplo en la escena inicial, donde estoy en plena operaci¨®n militar, el pelo no te puede molestar?, explica S Moda Florence Pugh sobre el porqu¨¦ de esas trenzas tan incre¨ªbles. ?En el plano m¨¢s guerrero, cuando est¨¢ controlada mentalmente, dej¨¦ claro que no quer¨ªa que me molestase el pelo, lo quer¨ªa lejos de mi cara?, explica sobre esas escenas de acci¨®n del inicio de la cinta. ?Con las coletas fue otra historia. Ah¨ª conocemos a una Yelena que al fina est¨¢ viviendo su vida. Ya puede maquillarse y peinarse por s¨ª misma, es libre. Ah¨ª, con los responsables de vestuario, nos preguntamos: ?c¨®mo lo har¨ªa una persona que no lo hab¨ªa hecho antes por s¨ª misma? Pues simplemente apostar¨ªa por el caos y probar estilos mucho m¨¢s cool?, apunta la brit¨¢nica.

De ah¨ª, tambi¨¦n, ese estilo exc¨¦ntrico hasta en su propia ropa. ?La Yelena libre viste una americana de hombre, pero es como si hubiese entrado en la primera tienda de la esquina y hubiese pillado una chaqueta de t¨ªo, pero le quedar¨¢ bien. No quer¨ªamos a una incre¨ªble, gloriosa y maravillosa asesina. Quer¨ªa que fuese rara?, aclara. Vaya si lo consigui¨®. Posiblemente a nadie de la saga le quedan tan bien los chalecos con bolsillos¡­ y las coletas despeinadas pero pulidas a la perfecci¨®n.