¡®The Kiss¡¯
Ense?amos los pies m¨¢s que nunca. Las pedicuras son para todo el a?o
Es un cuadro peque?o, mide 79x69 cm y, entre los muchos de la National Gallery de Atenas, con sus Grecos y sus buenas piezas prebizantinas, fue el que me atrap¨®. Se llama The Kiss y lo pint¨® en torno a 1878 Lytras Nikephoros. No conoc¨ªa el nombre del pintor, pero Theodora?Koumoundourou, la organizadora del tour art¨ªstico en el que particip¨¦, me explic¨® que esa pintura era muy popular en Grecia. ¡°La conocemos desde la escuela¡±, me explic¨®. La escena es muy sencilla: una chica se empina para dar un beso a su amado, que est¨¢ al otro lado de una ventana. En las prisas por besarlo deja atr¨¢s su zapato, una babucha bordada. No es el mejor cuadro del museo, ni siquiera el mejor que he visto en el ¨²ltimo mes. Pero s¨ª es el que mejor recuerdo y la culpa es de un tal¨®n. La joven, en su arrebato, muestra su pie desnudo, su tal¨®n inmaculado y lo convierte en el centro del cuadro. Es la met¨¢fora de la urgencia del enamoramiento, del sabor del amor.
Miraba el pie y pensaba que nunca, en las ¨²ltimas d¨¦cadas, hab¨ªa visto m¨¢s talones por la calle durante m¨¢s meses al a?o. Las estaciones, en el sistema de la moda, se revolucionaron y difuminaron hace tiempo y, por ello, ense?amos los pies m¨¢s que nunca. Calzar mules en enero o llevar sandalias a una fiesta a la que hemos llegado con un abrigo ya no es como comer naranjas en agosto y uvas en abril: es f¨¢cil y, sobre todo, no es disparatado. Las pedicuras no son para el verano, sino para todo el a?o. Puedo olvidarme del ¨¢cido glic¨®lico o cortarme el pelo solo una vez al a?o, pero tener los pies cuidados me da una paz que no entiendo. Soy esa persona que tiene una crema para los pies en la mesilla, que tiene las u?as pintadas cuando en la calle hiela. Los quiero perfectos, listos para que me los pinte Nikephoros. Siento que si tengo bajo control los pies, tengo bajo control mi vida. Ja. Qu¨¦ fantas¨ªa
En Atenas estuve tambi¨¦n en The Naxos Apothecary, marca fundada en 2018 que parece que ha estado ah¨ª toda la vida. Sus fundadores son los hermanos Yorgos y Adonis Korres, creadores de Korres, una marca que despierta simpat¨ªas y que ha ido perdiendo presencia. Qu¨¦ l¨¢stima, su jab¨®n de ba?o y su crema de cuerpo de uva de Santorini me gustan m¨¢s que cualquier brebaje elaborado con uva de Santorini y casi m¨¢s que Santorini. La tienda es una mezcla de laboratorio, botica y espacio de bienestar. Puedes pedir una infusi¨®n de hierbas en su Nutrition Lab y comprar un perfume o una p¨®cima para piernas cansadas o¡ talones agrietados. Deambul¨¦ toc¨¢ndolo y oli¨¦ndolo todo. Como la detective cosm¨¦tica que soy, siento que es mi obligaci¨®n. No se la salten si viajan a Atenas.
Si lo hacen, en la Acr¨®polis visitar¨¢n el hospital de Asclepeion. La idea de mens sana in corpore sano comenz¨® a cultivarse aqu¨ª, aunque la cita sea latina, de Juvenal. No serv¨ªa ser una persona cultivada, que acudiera a ver lo que escrib¨ªan S¨®focles o Arist¨®fanes o que se codeara con Fidias, si no se cuidaba la alimentaci¨®n, el ejercicio, la salud mental. Y al contrario, de nada serv¨ªa estar musculado, si la mente no se enriquec¨ªa. El origen de las cl¨ªnicas de bienestar est¨¢ ah¨ª, en esas piedras del siglo V a. C. Como el origen de todo, hasta el de la leyenda del tal¨®n de Aquiles, que es la de la vulnerabilidad. Regres¨¦ de Grecia destalonada y con la certeza de que Grecia, como dice el helenista Pedro Olalla, est¨¢ en el aire y no en el del pasado, sino en el del presente. Me arrepiento de no haber comprado una postal de The Kiss. Ojal¨¢ este verano nos empinemos con los pies desnudos como la joven del cuadro.
Anabel V¨¢zquez es periodista. ?Sus obsesiones confesas? Las piscinas, los masajes y los juegos de poder.
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