C¨®mo dominar el noble arte del buen ¡®sexting¡¯
Los usuarios y las usuarias que lo practican consideran que es una gran herramienta para mantener viva la pasi¨®n. Las fuentes consultadas ven muchos aspectos positivos, pero tambi¨¦n alertan del riesgo de porno de venganza
Manuela, de 31 a?os, estuvo cuatro a?os en una relaci¨®n a distancia con un hombre llamado Alejandro. Durante ese tiempo, entre Barcelona y Bogot¨¢, la forma que encontraron para mantener la pasi¨®n y el deseo dentro del noviazgo fue con largas e intensas sesiones de lo que se conoce como sexting. Para los que a estas alturas no sepan de qu¨¦ va este noble arte, este ¡°consiste en producir y enviar contenidos, principalmente, mensajes, fotograf¨ªas o v¨ªdeos, de tipo sexual o er¨®tico de forma totalmente voluntaria y privada a otra persona, utilizando para ello el tel¨¦fono m¨®vil u otro dispositivo tecnol¨®gico¡±, seg¨²n explica Laura Cuesta, profesora de Estrategia Digital y Social Media en la Universidad Camilo Jos¨¦ Cela. Pero es posible que el sexting sea mucho m¨¢s que eso. Una buena sesi¨®n de sexting, cuentan quienes lo practican, no ha de quedar nunca exenta de su car¨¢cter narrativo. ¡°Echarle un poco de imaginaci¨®n y detenerse a describir para la otra persona anhelos y fantas¨ªas marca la diferencia entre el intercambio puro y duro de im¨¢genes y el sexting entendido de una manera un poco m¨¢s amplia¡±, explica Manuela.
Todo empezaba entre Manuela y Alejandro, que, al igual que el resto de testimonios, prefieren no dar sus nombres reales, siempre con la misma frase: ¡°?Qu¨¦ llevas puesto?¡± A partir de ah¨ª, entre fotos, videos y p¨¢rrafos muy expl¨ªcitos sobre lo que se imaginaban que se har¨ªan el uno al otro durante el sexo cuando por fin estuvieran juntos, pasaban los d¨ªas esperando que un d¨ªa todo eso que se escrib¨ªan se volviera realidad. Estas conversaciones usualmente manten¨ªan despierto a Alejandro al otro lado del oc¨¦ano y a Manuela la distra¨ªan durante sus clases en la universidad. ¡°Recuerdo que lleg¨® un momento en que no pod¨ªa pasar un d¨ªa sin tener sexo virtual con ¨¦l. Me excitaba mucho pensar que yo ten¨ªa el poder de ponerlo ¡®cachondo¡¯ desde la distancia con solo una foto¡±, afirma. ¡°Primero te besar¨ªa en el cuello y de ah¨ª empezar¨ªa a bajar por toda tu espalda con mi legua¡±, reza uno de los mensajes que se intercambiaban.
Jimena, de 29 a?os, se declara fan¨¢tica del sexting. Para ella no hay barreras en el sexo. ¡°El ¨²nico l¨ªmite es que las dos partes se sientan c¨®modas. Tiene que haber mucha confianza e intimidad. Siempre intento que en las fotos que env¨ªo no se vea mi cara ni mis tatuajes. Adem¨¢s, me aseguro de que mi pareja tambi¨¦n me env¨ªe fotos ¨ªntimas¡±. En esto coincide Manuela, y a?ade: ¡°Me encanta practicarlo como parte del juego previo. Cautiva el deseo y, cuando por fin llega la hora del encuentro, lo hace m¨¢s emocionante¡±, dice. Estas dos mujeres acompa?an muchas veces sus sesiones de sexting con sus parejas con juguetes sexuales para llegar al cl¨ªmax.
La pedagoga M¨®nica Ojeda P¨¦rez ha hecho una investigaci¨®n sobre el fen¨®meno titulada Sobre el sexting, el intercambio de contenidos de car¨¢cter sexual a trav¨¦s de internet, en la adolescencia en donde concluye que el sexting tiene consecuencias positivas en las relaciones a distancia y que ayuda a fortalecer la pasi¨®n. Pero, como todo, depende del uso que se haga. Hay que ser consciente de que el hecho de que sea tan f¨¢cil difundir el contenido y que llegue a otras personas es lo que hace que salten las alarmas sobre estas pr¨¢cticas, consideradas de riesgo.
Alicia, de 28 a?os, cuenta que para ella se trata de un juego que tiene que tener tres ingredientes: confianza, ganas y deseo. Mucho deseo. ¡°Cada vez es m¨¢s f¨¢cil sextear con alguien porque cada vez hay menos tab¨²es. Adem¨¢s, ahora hay un mont¨®n de aplicaciones que permiten hacerlo de manera segura. Para m¨ª, el tema de la seguridad es una barrera¡±, afirma. Ana utiliza herramientas como Telegram o Facebook Messenger, que le permiten la opci¨®n de enviar mensajes que se autodestruyen a los cinco segundos de haber sido le¨ªdos o im¨¢genes que solo se permiten ver una vez. Recientemente, redes sociales como Whatsapp han incorporado una funcionalidad para compartir fotos y v¨ªdeos ef¨ªmeros que se borran del otro tel¨¦fono cuando el receptor los ve, lo que elimina parcialmente el riesgo de viralizaci¨®n desde esta aplicaci¨®n, aunque no ha eliminado la posibilidad de hacer capturas de pantalla.
Espa?a es uno de los pa¨ªses en los que m¨¢s se practica el sexting, seg¨²n un estudio realizado por Pantallas Amigas. ¡°Aunque su pr¨¢ctica no distingue de sexos, parece que los hombres son mucho m¨¢s activos que las mujeres en cuanto al env¨ªo de fotos, en una proporci¨®n de cuatro a uno¡±, asegura el informe. El motivo, explican los expertos, es que hay un ¡°doble est¨¢ndar sexual¡±. Esto quiere decir que el mismo comportamiento se juzga socialmente de forma mucho m¨¢s dura en las mujeres que en los hombres durante el sexting.
Daniel, de 29 a?os, afirma que para ¨¦l el sexo es libertad y no tiene l¨ªmites. ¡°No me importa mandar nada. Para m¨ª es un orgullo. Aunque siempre intento no ser muy invasivo¡±. Durante su relaci¨®n de seis a?os con Maura cuenta que lo que m¨¢s le gustaba era llegar a trabajar y que ella le mandara una foto ¨ªntima. ¡°La parte mental del sexo y su estimulaci¨®n era muy buena para nuestra vida sexual¡±, afirma. En esto coincide ?lex, de 28 a?os, que considera que es imprescindible en una relaci¨®n, y m¨¢s si es a distancia. ¡°Te conoces m¨¢s a nivel sexual, generas m¨¢s confianza, ganas, est¨ªmulos nuevos y muchas veces te atreves a decir o pedir cosas que en persona te da m¨¢s verg¨¹enza¡±. A ninguno de los hombres entrevistados les parece importante no mostrar su cara en las fotos que env¨ªan.
Para la psic¨®loga y directora de Bangardia Psicolog¨ªa, A¨ªda L¨®pez G¨®mez, el sexting puede ser una pr¨¢ctica muy interesante dentro de una relaci¨®n si las dos personas se sienten c¨®modas haci¨¦ndolo. ¡°Puede influir positivamente en la l¨ªbido y ayudar a que se disfrute de la comunicaci¨®n de necesidades afectivo-sexuales¡±, asegura. ¡°Los mensajes cargados de erotismo pueden funcionar como liberadores de estr¨¦s, ayudan a mejorar la confianza entre la pareja y el v¨ªnculo funciona como parte de los preliminares de la relaci¨®n sexual. Favorece la desinhibici¨®n¡±. No obstante, la experta advierte de que el sexting tiene riesgos y puede llevar a situaciones de riesgo. Seg¨²n un an¨¢lisis publicado a finales de febrero en la revista JAMA Pediatrics, un n¨²mero considerable de j¨®venes menores de 18 a?os participan o han participado en pr¨¢cticas de sexting en alg¨²n momento; en concreto uno de cada siete (15%) han enviado material sensible y uno de cada cuatro (27%), lo han recibido.
El porno vengativo: de Olvido Hormigos al Caso Iveco
Cuando el material compartido durante el sexting es reenviado o se hace difusi¨®n de ¨¦l sin el consentimiento de la v¨ªctima y tiene la intenci¨®n de da?ar su imagen, esto recibe el nombre de Revenge Porn, y su pr¨¢ctica est¨¢ penada por la ley espa?ola gracias a la reforma del C¨®digo Penal en 2015.
¡°La jurisdicci¨®n se ampara en la vulneraci¨®n de los derechos de imagen, intimidad o en algunos casos, revelaci¨®n de secretos. Adem¨¢s, tambi¨¦n se puede enjuiciar y privar de libertad de uno a tres a?os a quien reenv¨ªe el material recibido¡±, explica la abogada Marisa Herrero-Tejedor Albert, socia de AVERUM Abogados.
Herrero explica que en Espa?a el caso que marc¨® el punto de inflexi¨®n en la legislaci¨®n fue el de Olvido Hormigos, que sufri¨® la divulgaci¨®n de un v¨ªdeo ¨ªntimo por parte de su expareja. ¡°Hormigos le denunci¨® a ¨¦l, pero el caso se archiv¨® al a?o siguiente porque la ley entonces entend¨ªa que para que existiera delito la grabaci¨®n ten¨ªa que haber obtenida de forma il¨ªcita y hab¨ªa sido ella quien la envi¨®. Sin embargo, supuso un antes y un despu¨¦s. En 2015 se modific¨® el C¨®digo Penal a ra¨ªz de este caso, pasando a incluir como delito la sola difusi¨®n no autorizada de im¨¢genes ¨ªntimas, aun cuando se obtuvieran en primer lugar con el consentimiento de la persona afectada¡±, asegura la letrada. El caso Iveco en 2019, por el que Ver¨®nica, una de mujer de 32 a?os y madre de dos hijos, se suicid¨® despu¨¦s de que un v¨ªdeo ¨ªntimo se compartiera entre m¨¢s de 200 trabajadores de su empresa, conmocion¨® a la sociedad espa?ola. Entonces se pidi¨® un endurecimiento de las penas porque, como explicaron los activistas que lo demandaban, los castigos deben ser muy serios y ¡°ejemplarizantes¡±. Aunque parezca dif¨ªcil de creer, el caso se archiv¨® e Iveco no puso en marcha ninguna investigaci¨®n interna. Con su departamento de Recursos Humanos guardando silencio y sin aplicar el protocolo de abusos sexuales, la empresa dej¨® sola a la v¨ªctima y mir¨® hacia otro lado con el delito de 200 de sus empleados. Todos ellos difundieron sin autorizaci¨®n las im¨¢genes ¨ªntimas de la fallecida.
Cuando Manuela y Alejandro dejaron la relaci¨®n, ella le pidi¨® que borrara todo o lo que ten¨ªa de ella en su m¨®vil. ¡°S¨¦ que no lo hizo, y a veces me da miedo que le roben el m¨®vil o que haga algo con mis fotos. Conf¨ªo en ¨¦l, pero uno nunca sabe¡±, afirma.
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