C¨®mo volver a reducir el consumo de alcohol despu¨¦s de un inesperado a?o de abuso
Hablamos con expertos para analizar las consecuencias que han tenido los meses de crisis sanitaria en nuestra relaci¨®n con la bebida y las medidas que aplicar para disminuir de nuevo su consumo.
¡°Tengo que reconocer que muchas de las videollamadas que he organizado estos meses solo han sido una excusa para no beber sola. Con la coartada de tomar una copa, la gente se animaba a unirse¡±. A Roc¨ªo Torres, profesora de 31 a?os, no le cuesta admitir que el consumo de alcohol ha sido un refugio para ella durante los meses de confinamiento. Empez¨® con un ligero incremento, un par de cervezas diarias como novedad, ¡°porque algo te acabas tomando¡± cuando la reclusi¨®n te obliga a tener la nevera m¨¢s llena que nunca. Luego llegaron las copas de vino que acaban traduci¨¦ndose en botellas vac¨ªas al final de la noche, normalmente viendo alg¨²n v¨ªdeo en Youtube o escuchando un podcast, de esos que transmiten tal sensaci¨®n de intimidad y familiaridad que incluso una pensar¨ªa que ha vuelto a esas noches de terrazas con amigos ¡°en las que siempre hab¨ªa alcohol en la mesa¡±.
A la espera de saber qu¨¦ efectos tiene el aceler¨®n en la vacunaci¨®n y el levantamiento del estado de alarma en la sociedad, el caso de Roc¨ªo (seud¨®nimo) es sintom¨¢tico de los cambios que muchos han experimentado en su relaci¨®n con la bebida desde el mes de marzo del a?o pasado ¡°El alcohol en un ansiol¨ªtico y las personas que lo consumen buscan, por lo general, un alivio de la ansiedad generalizada por el confinamiento¡±, revela Luc¨ªa Hip¨®lito, investigadora y docente del Departamento de Farmacia en la Universidad de Valencia. Al mismo tiempo que las barras de los bares quedaban clausuradas hasta nuevo aviso, la compra de cerveza, vino y bebidas espirituosas aumentaba en las semanas posteriores en un 86,5%, 73,4% y 93,4% respectivamente, seg¨²n datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci¨®n. Tambi¨¦n queda constatado, en palabras del doctor Francisco Pascual, un cambio en el perfil tipo del consumidor medio de alcohol en nuestro pa¨ªs. ¡°Las mujeres cada d¨ªa lo consumen con m¨¢s frecuencia y en edades m¨¢s tempranas y esto se refleja en todos los estudios estad¨ªsticos. Es una evidencia constatable¡±, explica a S Moda el tambi¨¦n presidente de la Sociedad Espa?ola de Estudios sobre el Alcohol, el Alcoholismo y otras Toxicoman¨ªas (Socidrogalcohol).
Pese a ese frenes¨ª inicial por acopiarse de bebidas alcoh¨®licas, los resultados de la encuesta del Observatorio Espa?ol de Drogas y Adicciones (OEDA) presentados hace solo unas semanas por la ministra de Sanidad Carolina Darias sostienen un descenso generalizado del consumo de alcohol desde el inicio de la crisis sanitaria a causa principalmente del cierre de la hosteler¨ªa. Si antes el 62% de los espa?oles confesaban tomarlo, ahora solo lo hace el 57%. Una ca¨ªda perceptible en ambos sexos y en todos los tramos de edad, pero especialmente significativa en los menores de 30 a?os, que demuestra el alto componente social y cultural que ostenta su consumo en nuestro pa¨ªs.
¡°Lo que evidencia esa bajada es que en Espa?a tiene una naturaleza recreativa en la que la presi¨®n social influye mucho¡±, corrobora Francisco Camarelles, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. ¡°Consumimos alcohol para celebrar y para relacionarnos entre nosotros. En otros pa¨ªses, como el Reino Unido, s¨ª se consume m¨¢s en ¨¢mbitos privados con un patr¨®n que se acerca m¨¢s al del ¡®atrac¨®n¡¯ (binge drinking en ingl¨¦s)¡±. Un descenso, sin embargo, imperceptible en instituciones como Proyecto Hombre, que incluso han aumentado sus servicios durante el ¨²ltimo a?o en los centros de Valencia, Santander, Zaragoza, Almer¨ªa o Le¨®n, por mencionar algunos de los que han alertado a este respecto. ¡°Hemos constatado que la pandemia ha supuesto un aumento en el consumo. El alcohol ha sido una especie de tratamiento salvaje que muchas personas han utilizado para intentar paliar la angustia y la incertidumbre que ha supuesto esta situaci¨®n¡±, expone en esta revista la doctora Lourdes Azor¨ªn Ortega, de Proyecto Hombre Madrid, que ratifica tambi¨¦n la estigmatizaci¨®n social a la que se enfrentan las mujeres. ¡°Hay un sesgo de g¨¦nero significativo con respecto al hombre. El consumo de alcohol en una mujer es m¨¢s vergonzante, m¨¢s solitario, escondido y en casa¡±.
En Estados Unidos, un estudio de la prestigiosa universidad Johns Hopkins revel¨® que el consumo ha crecido en el 60% de los ciudadanos, con el ¡°estr¨¦s pand¨¦mico¡± como principal pretexto para hacerlo. ¡°El ¨²ltimo a?o ha cambiado nuestras tradiciones a la hora de beber alcohol y especialmente entre las mujeres. Las potenciales consecuencias de este impacto tardar¨¢n a?os en ser reveladas y evaluadas¡±, escribe Tim Kingley en el art¨ªculo ?C¨®mo de malo es nuestro problema con la bebida?, publicado en The New York Times.
Los d¨ªas de mayor consumo para Roc¨ªo, que vive sola en un piso de una ciudad sat¨¦lite del sur de Madrid y lleva varios meses sin poder visitar a sus seres queridos, siguen siendo los fines de semana. En este a?o y pico de restricciones no ha querido perder ni la tradici¨®n ni el s¨ªntoma de socializaci¨®n que supon¨ªan las copas de los viernes y s¨¢bados noche pese a la soledad forzada. Aguarda, casi anhela, que el levantamiento de las mismas suponga tambi¨¦n el fin de este exceso de consumo. ¡°Espero volver a dedicar mi tiempo a ir al gimnasio, al cine, a viajar. Invertirlo en otra cosa, porque si no¡¡±. Ese deseo, el de volver a realizar las actividades que la satisfac¨ªan en la vieja normalidad, es una de las claves que el doctor Francisco Pascual se?ala como importantes para desligarnos poco a poco del consumo del alcohol. ¡°Si hemos abusado en el confinamiento lo primero es buscar la causa: temor, ansiedad, aburrimiento¡ y analizar las consecuencias, interiorizar el problema. Es importante hacer cosas que nos llenen, apoyarnos en personas que nos sirvan de referente y exponer nuestros miedos¡±. Tratar de no tomar bebidas alcoh¨®licas entre semana o, en el caso de hacerlo, que sea siempre con el est¨®mago lleno y sin superar nunca las dos consumiciones, son otras medidas aconsejadas por los especialistas que recomiendan ponerse en manos de un m¨¦dico de atenci¨®n primavera si se superan esos l¨ªmites.
En lo que tambi¨¦n coinciden todos los expertos es en el horizonte de reestructuraci¨®n de los viejos h¨¢bitos cuando as¨ª lo permitan los avances en la vacunaci¨®n y el fin de los toques de queda. ¡°Creo que volveremos a los niveles anteriores de consumo cuando podamos celebrar sin restricciones las ferias y fiestas habituales, que est¨¢n patrocinadas en gran medida por la industria del alcohol para vender m¨¢s¡±, aduce Camarelles. ¡°Somos un pa¨ªs mediterr¨¢neo consumidor de bebidas alcoh¨®licas, especialmente vino y cerveza, y forma parte de nuestra forma de ser¡±, a?ade Pascual, que se lamenta de que no se utilice este momento extraordinario para concebir un nuevo planteamiento normativo: ¡°No para prohibir que se beba, sino para proteger a menores, embarazadas o conductores, y aprobar leyes contra el botell¨®n o el consumo en la calle. Porque el problema no es el consumo per se, sino las consecuencias que acarrean los excesos¡±.
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