Por qu¨¦ el uso del DIU ha aumentado un 900% en Estados Unidos
Recientes estudios relacionan este anticonceptivo con una menor incidencia en el c¨¢ncer de ¨²tero. Pero ya Donald Trump, con su llegada a la presidencia, empez¨® a popularizar este efectivo m¨¦todo, sin pretenderlo.
En un hipot¨¦tico concurso sobre el anticonceptivo m¨¢s popular y querido por las mujeres con pareja estable, a d¨ªa de hoy, ganar¨ªa sin duda el dispositivo intrauterino. La p¨ªldora vive sus horas m¨¢s bajas, porque las m¨¢s j¨®venes prefieren renunciar a las hormonas en aras de m¨¦todos menos medicalizados y m¨¢s naturales. As¨ª que, en espera de que la anticoncepci¨®n corresponsable (entre hombre y mujer), inocua y f¨¢cil de usar se invente (si es que tal utop¨ªa llega a producirse alg¨²n d¨ªa), el DIU se perfila como el m¨¦todo ideal: protecci¨®n a largo plazo (su duraci¨®n es a partir de los 5 a?os), gran eficacia, no se nota ni interfiere en las relaciones sexuales y adem¨¢s es barato (entre 40 y 70 euros para los modelos de cobre y entre 130 y 150 euros para los m¨¢s caros, los de progesterona).
Hasta ahora las estadounidenses nunca hab¨ªan sido muy partidarias de este sistema. Como cuenta Francisca Molero, sex¨®loga, ginec¨®loga, directora del Institut Clinic de Sexolog¨ªa de Barcelona, del Instituto Iberoamericano de Sexolog¨ªa y presidenta de la Federaci¨®n Espa?ola de Sociedades de Sexolog¨ªa, ¡°en parte porque aunque su eficacia es muy alta, m¨¢s de un 95%, no llega a la de la p¨ªldora y porque, como todo, tienen tambi¨¦n sus fallos. Puede ocurrir el caso de que se expulse sin que la mujer se d¨¦ cuenta y puede producir perforaci¨®n uterina, aunque esto es muy raro. ?ltimamente nos hemos vuelto muy exigentes y cuando hablamos de m¨¦todos para evitar el embarazo nos fijamos siempre en sus efectos secundarios, nunca en la gran ventaja de que nos permiten tener relaciones sexuales sin temor a consecuencias indeseadas. Algo relativamente nuevo en la historia de la humanidad¡±.
El DIU vive sin embargo un revival en EEUU y la primera de las causas de esta creciente popularidad se debe, nada m¨¢s ni nada menos que al propio Donald Trump, parad¨®jicamente tan alejado de la idea de controlar los nacimientos. Seg¨²n Planned Parenthood, una asociaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro dedicada al control de natalidad y a la sexual, las demandas de dispositivos intrauterinos han aumentado en el pa¨ªs un 900% desde la llegada del magnate a la presidencia. En opini¨®n de Cecile Richards, presidenta de esta organizaci¨®n, esto se debe a que ?las mujeres est¨¢n muy preocupadas de perder el acceso gratuito al sistema de salud p¨²blica, y por tanto de la anticoncepci¨®n, con la llegada del nuevo presidente. Es por eso por lo que preparan sus cuerpos con m¨¦todos anticonceptivos baratos y duraderos que puedan superar en el tiempo a los a?os que Donald est¨¦ en la Casa Blanca¡±, declaraba a la CNN. ¡°El DIU del d¨ªa despu¨¦s¡±, fue la respuesta de muchas norteamericanas en edad f¨¦rtil ante la noticia de que Trump iba a ser su pr¨®ximo presidente.
Pero hay una segunda raz¨®n por la que este m¨¦todo deber¨ªa ser m¨¢s tenido en cuenta, y es que recientes estudios parecen relacionar su uso con una menor incidencia de c¨¢ncer de c¨¦rvix o cuello de ¨²tero. La Keck School of Medicine de la University of Southern California (USC) ha llevado a cabo una investigaci¨®n, que ha publicado este mes la prestigiosa revista Obstetrics & Gynecology, en la que ha combinado m¨²ltiples datos referentes al uso del DIU en mujeres, con otros relativos al c¨¢ncer de c¨¦rvix. Toda esta informaci¨®n, procedente de 16 estudios diferentes en los que tomaron parte unas 12.000 mujeres de todo el mundo, parece llevar a la misma conclusi¨®n: entre las usuarias del DIU la incidencia de c¨¢ncer de cuello de ¨²tero es menor. Por qu¨¦ o c¨®mo los DIUs reducen el riesgo de padecer este tipo de c¨¢ncer es la pr¨®xima pregunta a responder. Seg¨²n apuntaba la revista ScienceDaily, algunos cient¨ªficos sostienen que el secreto puede estar en el emplazamiento de este dispositivo, que puede estimular una respuesta inmune en el c¨¦rvix que prevenga de enfermedades de transmisi¨®n sexual o que consiga que el cuerpo elimine por s¨ª mismo el virus del papiloma humano (VPH), que puede desembocar en este tipo de c¨¢ncer. Otros apuntan tambi¨¦n a la posibilidad de que cuando se retira un DIU, con ¨¦l pueden irse tambi¨¦n algunas c¨¦lulas precancer¨ªgenas, alojadas en la zona.
El doctor Michael Krychman, director ejecutivo del Southern California Center for Sexual Healh and Survivorship Medicine, sostiene que ¡°este descubrimiento podr¨ªa ser la guinda del pastel para este excelente m¨¦todo anticonceptivo, que adem¨¢s tiene implicaciones muy positivas para la salud y bienestar de la mujer¡±, como afirmaba en un art¨ªculo de Bustle.
El DIU se ha desembarazado de los fantasmas que le acompa?aron en su nacimiento
La historia del DIU es inversamente proporcional a la de la p¨ªldora, porque si esta ¨²ltima empez¨® siendo la panacea para acabar desembocando en la hormonofobia; la del dispositivo intrauterino transit¨® de m¨¦todo anticonceptivo dif¨ªcil y con grandes inconvenientes a tener consecuencias beneficiosas y preventivas.
¡°Los primeros que se pusieron en Espa?a datan de finales de los a?os 70 y hab¨ªa que comprarlos en Inglaterra porque aqu¨ª no los hab¨ªa¡±, apunta Francisca Molero. ¡°Al principio, el DIU ten¨ªa muy mala prensa porque se dec¨ªa que produc¨ªa dolor, reglas m¨¢s abundantes, enfermedad inflamatoria p¨¦lvica y hasta embarazos ect¨®picos (cuando el embri¨®n se implanta fuera del ¨²tero, en las trompas de Falopio, el ovario o la cavidad abdominal), aunque despu¨¦s se vio que no hab¨ªa evidencia de estos dos ¨²ltimos puntos. Se desaconsejaba tambi¨¦n en mujeres que no hab¨ªan tenido hijos y luego estaba tambi¨¦n esa aprensi¨®n que ten¨ªan muchas y sus parejas, respecto a la idea de llevar un alambre dentro de la vagina¡±.
Hoy en d¨ªa este m¨¦todo es el m¨¢s seguro, tras la p¨ªldora, y parece haberse desembarazado de muchos de los fantasmas que le acompa?aron en su nacimiento. ¡°Cualquier mujer puede usarlo y no hay que esperar a haber tenido hijos¡±, se?ala Molero, ¡°aunque, generalmente, no es el primer m¨¦todo que se pide cuando se empieza la actividad sexual; m¨¢s que nada porque la gente suele tener m¨¢s sexo espor¨¢dico en la primera etapa de sus vidas o porque no se tiene todav¨ªa una pareja estable. Se puede poner en cualquier momento y no es necesario esperar a tener la regla, como se pensaba antes. Tras la colocaci¨®n se hace la primera revisi¨®n un mes despu¨¦s, despu¨¦s de haber pasado una menstruaci¨®n y, si todo est¨¢ bien, no necesita m¨¢s supervisi¨®n que la normal revisi¨®n ginecol¨®gica que toda mujer debe hacerse cada a?o¡±.
La eficacia del dispositivo intrauterino se derivaba de su funci¨®n de cuerpo extra?o. El organismo lo detectaba y evitaba la fecundaci¨®n para prevenir problemas; pero los actuales DIUs incorporan tambi¨¦n otras funciones. ¡°Los m¨¢s usados son los de cobre, que act¨²an tambi¨¦n a nivel enzim¨¢tico en los receptores hormonales del endometrio, ya que el cobre desplaza al zinc, presente en esos receptores, lo que potencia su efecto anticonceptivo. El otro modelo, el DIU de progesterona (Mirena), libera esta hormona, aunque en cantidades muy peque?as, muy gradualmente y solo en la zona del endometrio. Es menos usado pero puede ayudar en casos de reglas muy abundantes¡±, se?ala Molero.
Las ventajas de este sistema anticonceptivo, son m¨²ltiples. A saber: no afecta a la ovulaci¨®n, con lo que no se enga?a al cuerpo y la mujer sigue teniendo reglas normales. No tiene hormonas ni los efectos secundarios que se derivan de la administraci¨®n de ¨¦stas sustancias y puede ser utilizado durante la lactancia. Una vez retirado, la mujer puede quedar embarazada enseguida; puede ser colocado inmediatamente despu¨¦s del parto, no se nota durante las relaciones sexuales, como los m¨¦todos barrera, y adem¨¢s ahora hay evidencias que lo relacionan con la prevenci¨®n del c¨¢ncer de c¨¦rvix. Entre sus desventajas, el DIU no protege de las ETS, existe la posibilidad de que se mueva o se salga durante los 5 primeros a?os (en un 11% de las mujeres), y de que haya infecci¨®n o perforaci¨®n uterina, pero esta posibilidad es m¨ªnima (0,1%).
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