La que se enroca en un problema o la que busca soluci¨®n, ?qu¨¦ tipo de persona soy?
Uno de los motivos m¨¢s habituales de conflicto entre dos personas es tener diferentes modelos de comunicaci¨®n, y no identificarlos para ponerse en el lugar del otro.

Hay un problema que te ronda la cabeza y quedas con tu amiga para hablar del tema. T¨² solo necesitas eso, hablar del tema. Pero tu amiga no hace m¨¢s que ofrecerte soluciones, cort¨¢ndote a cada rato, y te da la sensaci¨®n de que no te escucha. Al otro lado de la mesa, tu amiga, al borde de la desesperaci¨®n, no entiende por qu¨¦ le das tantas vueltas a un conflicto, en vez de buscar la forma m¨¢s r¨¢pida de salir del mismo. Y quien dice amiga, dice pareja, dice compa?ero de trabajo en una reuni¨®n, o dice tu madre al otro del tel¨¦fono. ?Te suena?
Gran parte de los conflictos entre dos personas se deben precisamente a esto: ?diferentes formas de comunicaci¨®n. ?O incluso diferentes formas de afrontar la vida. As¨ª lo atestigua la psic¨®loga Raquel Garc¨ªa Romeral: ¡°Los profesionales observamos con frecuencia que los consultantes se pueden enredar cuando presuponen que su forma de expresarse, sentir y estar en el mundo tiene que ser compartida por todos y no es as¨ª. Esto suele provocar malentendidos en las relaciones sentimentales y sociales¡±.
El conflicto puede surgir cuando intentamos compartir un problema, o peor, cuando tenemos que resolverlo juntos y cada uno afronta la situaci¨®n de una forma diferente. No s¨®lo no llegamos a un acuerdo, sino que somos incapaces de entender la forma de actuar del otro.
Modo cajonera y estanter¨ªa
La situaci¨®n entre esas dos amigas ficticias podr¨ªa resumirse como un choque entre un ¡°modo estanter¨ªa¡± y un ¡°modo cajonera¡±. Un s¨ªmil que los psic¨®logos utilizan para entender de forma visual y sencilla dos formas habituales de expresarse y que suelen chocar entre s¨ª. ¡°Si en nosotros fuera inherente el modo estanter¨ªa es probable que tendamos a colocar las cosas que nos ocurren en nuestros estantes, a la vista, simult¨¢neamente y que unas cosas puedan afectar a otras. Si nos fuera inherente encontrarnos m¨¢s pr¨®ximos al modo cajonera es probable que procesemos cada cosa ubic¨¢ndola en un caj¨®n y que s¨®lo podamos mantener un caj¨®n abierto a la vez¡±, resume de forma sencilla Romeral.
Por poner ejemplos m¨¢s claros: En el caso de una persona modo estanter¨ªa, esta persona lo que necesita es tener expuesto su problema, por ello busca hablar sobre lo que le preocupa, porque hablar sobre ello y sentirse escuchada le puede resultar liberador. En cambio, en el modo cajonera, el problema es algo que debe abrir para solucionar y luego volver a cerrar, por eso solo habla del problema lo justo para buscar una soluci¨®n plausible y despu¨¦s pasar a otro tema, sin volver a abrir ¡®ese caj¨®n¡¯.
¡°Que a uno le digan lo que tiene que hacer cuando necesita que le escuchen y que a otro le fuercen a hablar cuando no puede solucionar algo puede resultar frustrante¡±, vuelve a remarcar Romeral. ¡°Tenemos el malentendido servido si esperamos que el otro aplique lo que a uno le funciona. Si lo estamos observando desde modos diferentes necesitaremos tambi¨¦n enfoques diferentes¡±.
Este tipo de conflictos suelen aparecer por ejemplo, en relaciones de pareja. As¨ª lo relata la tambi¨¦n psic¨®loga Gabriela Paoli.?¡°Aunque se trate de generalidades, y en realidad dependa de cada persona, es habitual que los hombres sean m¨¢s estilo cajonera, y den por cerrado un tema, y la mujer tienda a tener los temas m¨¢s interconectados entre s¨ª y estar m¨¢s pendiente de las emociones y de las expresiones y no solo buscar como respuesta una soluci¨®n r¨¢pida¡±. Aunque por supuesto, estos roles tambi¨¦n se encuentran a la inversa y no siempre dependen del g¨¦nero.
Evitar el conflicto pasa por reconocer no solo a la otra persona, sino a uno mismo en cada modo. ¡°Es importante ser conscientes de qu¨¦ estilo de comunicaci¨®n tenemos ya que este marcar¨¢ el tipo de relaci¨®n que establezcamos con nuestra pareja, familiares, amigos, colegas¡¡±, insiste Paoli.
Una forma de saber c¨®mo suele ser esa persona es saber qu¨¦ tipo de trabajo tiene o c¨®mo act¨²a en el mismo. ¡°Hay personas que son pr¨¢cticas, y efectivas, que por ejemplo suelen ser as¨ª en su nivel laboral, m¨¢s resolutivos y proactivos¡±, lo que vendr¨ªa a ser un modo cajonera. Las personas m¨¢s modo estanter¨ªa son los que simplemente necesitan otra gesti¨®n del tiempo y que adem¨¢s suelen actuar de forma menos impulsiva y necesitan m¨¢s margen para sopesar las cosas.
Al final tenemos que tener en cuenta que ¡°lo que hacemos es afrontar y gestionar diferente las situaciones en funci¨®n del estilo de comunicaci¨®n que tengamos, del tipo de personalidad, de nuestra autoestima, de nuestros aprendizajes, de la relaci¨®n o vinculo que tengamos con la persona, del estilo de apego que tengamos, etc.¡± insiste tambi¨¦n la psic¨®loga Gabriela Paoli.
Evitar los enredos
El siguiente paso ser¨¢ tener un poco de empat¨ªa y saber si la otra persona necesita lo mismo que yo, o quiz¨¢s sus necesidades sean otros. Y a partir de ah¨ª, buscar un punto de encuentro. Volviendo a los ejemplos de conflicto en la relaci¨®n de pareja, Gabriela Paoli plantea una situaci¨®n muy habitual: qu¨¦ hacer con las cenas de Navidad. A¨²n m¨¢s este a?o con el conflicto pandemia de forma a?adida.
¡°Si una parte de la pareja es cajonera querr¨¢ dejar el tema solucionado cuando antes, en cambio el modo estanter¨ªa necesitar¨¢ pensarlo con calma, ver c¨®mo van los contagios, hablar con toda la familia¡ En estos casos funciona llegar a un acuerdo intermedio, como fijar una fecha para sentarnos y tomar una decisi¨®n. El modo cajonera se queda tranquilo al fijar una fecha concreta para solucionarlo y el modo estanter¨ªa se siente tranquilo al tener un margen para pensarlo¡±.
Eso s¨ª, para llegar a un acuerdo, lo m¨¢s sencillo ser¨¢ siempre decir directamente qu¨¦ es lo que se necesita, y no esperar a que la otra persona haga uso de sus dotes de adivinaci¨®n.
¡°Si en la comunicaci¨®n, antes de actuar bajo presuposiciones, explicitamos de forma m¨¢s transparente qu¨¦ necesitamos y qu¨¦ estamos entendiendo qu¨¦ necesita el otro, para que nos corrigiera si no fuera as¨ª, podr¨ªamos ahorrarnos una buena parte de malentendidos¡±, explica a este respecto Raquel Garc¨ªa Romeral.
Volviendo a las met¨¢foras: ¡°Si uno habla franc¨¦s y el otro habla italiano, no se tratar¨ªa de convertirse en biling¨¹e de una lengua que no es la materna, ni de convencerse de que un idioma es mejor que el otro, se buscar¨ªa tener espacios propios y compartibles a trav¨¦s de las palabras y los gestos¡±, propone la psic¨®loga.
Por ¨²ltimo, en todos los casos, Paoli recuerda la importancia de tener siempre una comunicaci¨®n asertiva, con respeto y empat¨ªa. ¡°Es recomendable trabajar nuestra autoestima y seguridad para poder ser y vivir de forma asertiva; es decir sentirse libre para dar tu opini¨®n, o expresar tus deseos sin faltar el respeto a las otras personas, pero sobre todo, sin faltarte el respeto a ti¡±.
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