La edad subjetiva: el misterio por el que una persona se siente m¨¢s joven de lo que es
Llega un momento en el que la edad deja de ser un dato relevante y se produce una discrepancia entre lo que sentimos y lo que marca nuestro DNI. Hablamos con psic¨®logos sobre este fen¨®meno y analizamos el contexto cultural, con referentes como Madonna y Paddy Jones.
Ana tiene 66 a?os cronol¨®gicos y 40 subjetivos. No fue del todo consciente de esta disociaci¨®n hasta que fue a vacunarse de covid hace un par de a?os. Entonces hizo cola rodeada de coet¨¢neos y pens¨®: ¡°Pero, ?y esta gente? ?Seguro que tienen mi edad? ?Me ver¨¦ yo as¨ª de mayor?¡±. Cuando volvi¨® a casa, lo coment¨® divertida (y ligeramente preocupada) con las amigas. A muchas les hab¨ªa pasado lo mismo. A casi todas.
Seg¨²n un estudio de 2006, publicado en el Psychonomic Bulletin & Review, los adultos mayores de 40 a?os se perciben a s¨ª mismos, de media, un 20% m¨¢s j¨®venes de lo que marca su DNI. Esta diferencia empieza a gestarse a los 25 a?os, ya terminado el recorrido acad¨¦mico, cuando se pierde la referencia directa y constante de los compa?eros de clase. Al llegar a los 30, alrededor del 70% de la poblaci¨®n se siente m¨¢s joven de lo que realmente es. Y la discrepancia aumenta con el tiempo. Como dicen los autores de un estudio sobre el tema de la Universidad de Virginia, ?el envejecimiento subjetivo parece ocurrir en Marte, donde una d¨¦cada terrestre equivale a 5,3 a?os marcianos?.
No es algo matem¨¢tico ni le sucede a todo el mundo, pero llega un momento en la vida en el que uno empieza a disociarse del n¨²mero que arde en la tarta de cumplea?os. Psic¨®logos y cient¨ªficos llevan estudiando este fen¨®meno desde los setenta. Algunos se preguntan por los factores culturales que nos empujan a vernos m¨¢s j¨®venes. En un estudio de la Asociaci¨®n Americana de Psic¨®logos de 1989 se aseguraba que ?es una forma de negaci¨®n defensiva que permite alejarse del estigma asociado al envejecimiento?.
Con esta conclusi¨®n se muestra de acuerdo Bel¨¦n Alfonso (34 a?os cronol¨®gicos, 30 subjetivos) psic¨®loga especialista en estudios de g¨¦nero. ¡°Es un fen¨®meno influido por los estereotipos sociales que interiorizamos sobre la vejez y un mecanismo interno de resistencia a identificarnos como una persona mayor por todos los sentidos negativos que est¨¢n asociados a ello¡±. Alfonso explica que estos estigmas edadistas persiguen m¨¢s a la mujer, diana de todo tipo de publicidad contraria al envejecimiento que relaciona conceptos como ser activa, atractiva o v¨¢lida con ser joven. ¡°En contraposici¨®n, construimos un estereotipo de vejez asociado a lo improductivo, la enfermedad, la dependencia, la muerte de la vida sexual, etc¨¦tera¡±, explica. Normal que nadie quiera verse reflejada en ello.
Alfonso no cree que haya que culpar a una persona madura por autopercibirse o presentarse ante el p¨²blico usando los c¨®digos propios de generaciones m¨¢s j¨®venes, pero s¨ª analizar el contexto social que la empuja a hacerlo. ¡°Tener una edad subjetiva de 20 a los 65, expresa que posiblemente nos autopercibimos como personas en¨¦rgicas, fuertes, atractivas y activas, pero ?por qu¨¦ no podemos asociar esas cualidades a tener 65 a?os?¡±, se pregunta.
Es lo que le ha sucedido en los ¨²ltimos a?os a Madonna. La cantante, de 64 a?os cronol¨®gicos, ha sido criticada por c¨®mo se muestra en sus redes sociales:?una mujer segura de s¨ª misma y de su sexualidad. Madonna perrea rodeada de j¨®venes que podr¨ªan ser sus hijos (a veces lo son), fuma porros, ense?a sus vibradores y se une a tendencias virales de TikTok. Cuando se analizan los comentarios de las redes sociales, se concluye que hay muchas personas que ven esto como un gran problema. Entienden que la mujer, llegados los 60, debe taparse y no llamar la atenci¨®n. Y Madonna rompe con esta idea a cada post. La cantante contest¨® as¨ª a los haters que critican su f¨ªsico. ?Otra vez me veo atrapada en la mirada del edadismo y la misoginia, que tanto domina el mundo en el que vivimos. Un mundo que se niega a celebrar a las mujeres que pasan de los 45 a?os y que siente la necesidad de castigar a una mujer que sigue siendo fuerte, trabajadora y aventurera. Nunca me he disculpado por ninguna de las decisiones creativas que he tomado ni por mi aspecto o manera de vestir, y no voy a empezar ahora?.
Para Bel¨¦n Alfonso, Madonna ¡°viene a ense?ar que la actividad f¨ªsica, el erotismo y ser tendencia en redes sociales no es un comportamiento exclusivo de una edad determinada¡±. Pero hay tambi¨¦n en este caso un contexto social que merece ser tenido en cuenta. El problema no es que Madonna haga lo que le d¨¦ la gana; el problema es una industria musical en la que solo se concibe que una diva del pop sea una mujer joven. Una industria que empuja a las mujeres maduras a echar mano de operaciones est¨¦ticas y Photoshop para encajar en un canon monol¨ªtico.
No hubo ning¨²n canon que pudiera encorsetar a Paddy Jones. Su sitio estaba en la pista de baile. Y en el libro Guinness de los Records, al que entr¨® como la bailarina de salsa acrob¨¢tica de m¨¢s edad del mundo. Su historia se hizo viral en el programa T¨² s¨ª que vales, en 2009. Ten¨ªa un f¨ªsico acorde a sus 80 a?os, pero bailaba salsa con una agilidad y una temeridad que muchas las querr¨ªan para s¨ª a los 40. Sus v¨ªdeos acumulan millones de visualizaciones. Son hipn¨®ticos, tiernos y levemente aterradores.
En la actualidad, Jones tiene 88 a?os cronol¨®gicos. ¡°Pero no me siento tan vieja, yo creo que tengo unos 30¡±, explica por email con ayuda de su hija. Jones ha vivido una segunda juventud la pasada d¨¦cada. La fama le sobrevino ya jubilada. Bail¨® en los plat¨®s de programas del Reino Unido, Alemania, Argentina e Italia, y dio entrevistas en las que animaba a las se?oras a tirar el bast¨®n y a lanzarse a cumplir sus sue?os m¨¢s all¨¢ de estereotipos edadistas. Estruj¨® el jugo a cada a?o. Y despu¨¦s su cuerpo y su mente dijeron basta. La edad subjetiva puede ayudar a mejorar la calidad de vida, pero al final, la edad real se impone. ¡°Ahora no hago mucho, pero sigo intentando hacer mis sopas de letras y veo la tele¡±, escribe Jones. ¡°No veo a mucha gente. Mi hija dice que los viejos amigos han fallecido. As¨ª que veo sobre todo a la familia. Ya no reconozco a la gente. Es el alzh¨¦imer lo que me hace olvidar¡±.
No se puede modificar la edad cronol¨®gica, ¡°pero los estilos de vida, comportamientos y las condiciones individuales pueden influir en la biol¨®gica [basada en la condici¨®n del cuerpo y estado de salud] y en la subjetiva¡±, se?ala Bruno Arpino soci¨®logo de la Universit¨¤ di Firenze. Arpino tiene 43 a?os cronol¨®gicos y prefiere no decir cu¨¢ntos subjetivos. ¡°Al estudiar el tema, mi respuesta estar¨ªa sesgada¡±, explica. Estudi¨® el asunto como coordinador de Care, Retirement & Wellbeing of Older People Across Different Welfare Regimes (CREW), un proyecto de diferentes universidades europeas centrado en la calidad de vida de las personas mayores.
Este soci¨®logo asegura que autopercibirse con una edad subjetiva menor a la real puede tener efectos positivos. ¡°Las personas que lo hacen tienden a tener mejores condiciones de salud, a ser m¨¢s felices con sus vidas e incluso a morir a edades m¨¢s avanzadas¡±, explica. Pero hay que coger estos resultados con pinzas, pues no se sabe hasta qu¨¦ punto son causa o consecuencia. ¡±Este fen¨®meno ocurre sobre todo entre personas activas para su edad¡±, puntualiza. Hay otros factores que pueden ayudar a percibirse unos a?os m¨¢s joven, como ser sociable, cultivar aficiones o tener relaciones intergeneracionales.
Todos estos estudios, todas las teor¨ªas, parecen resumirse en una idea bastante simple: es dif¨ªcil encontrar tu sitio al entrar en la edad adulta. Despierta las mismas suspicacias el cuarent¨®n que se la da de bro?que aquel que asegura que la m¨²sica dej¨® de molar, qu¨¦ casualidad, el ¨²ltimo d¨ªa que sali¨® de fiesta. Autores que fueron adalides de la modernidad, como Bret Easton Ellis, han escrito ensayos sobre ello, reivindicado un adanismo retroactivo, cuanto menos sorprendente. ?El Nueva York al que yo me mud¨¦ no es el que dej¨¦, era muy distinto. Empez¨® a ser un espacio cerrado para ricos y turistas. Todos los j¨®venes que conoc¨ªa se fueron porque no se lo pod¨ªan permitir. Una ciudad sin j¨®venes y sin cultura joven es un museo, como San Francisco?, asegur¨® en una entrevista en EL PA?S.
Todos somos, en nuestra cabeza, los que mejor se conservan de la reuni¨®n de antiguos alumnos del instituto. Es l¨®gico, es sano, pero no es real. Y puede que sea un chasco confirmar que te ves igual de mayor que todos esos viejos de tu edad. Pero al final del d¨ªa percibirse m¨¢s joven puede ser bueno para la salud f¨ªsica y mental. Mostrarse combativa como Madonna, bailarina como Paddy. Eternamente joven. Hasta el final.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.