La trampa de Rauw o c¨®mo romper bien una relaci¨®n no siempre es posible
Hay gente que trata de mimar el cierre de sus historias de amor pero no siempre es posible un ep¨ªlogo final.
Mimamos el comienzo de las relaciones, descuidamos el durante y dinamitamos los finales. Los motivos por los que el cierre se torna convulso son diversos: desde el miedo a poner fin a una relaci¨®n hasta la entrada de terceras personas en la ecuaci¨®n, una historia de amor bonita compuesta de bellos recuerdos puede verse manchada a causa de un final alargado y descuidado. De ah¨ª la importancia de conquistar el complicado arte de no prolongar demasiado los finales y de cuidar el necesario y doloroso adi¨®s para conseguir que no devenga en un hasta nunca.
La ruptura de Rauw Alejandro y Rosal¨ªa ha sido tan tormentosa como misteriosa, pues en el momento en el que en la f¨®rmula se infiltr¨® la sospecha de terceras personas, la cantante se apresur¨® a negar cualquier atisbo de infidelidad sembrando la duda entre sus seguidores. La sorpresa ha llegado cuando el puertorrique?o ha lanzado Hayami Hana, un tema repleto de mensajes dirigidos a su expareja. ¡°Por si acaso nunca volvemos a hablar y mis ojos favoritos no me vuelven a mirar, esta la hago pa¡¯ cuando te quieras recordar del loquito tuyo que te quer¨ªa de verdad. No vo¡¯a hacerme el fuerte, yo no voy a frontear. Aqu¨ª to¡¯ el mundo sabe que te voy a llorar y que te vo¡¯a extra?ar. S¨ª, aqu¨ª no hay nada que ocultar. Pero hay un par de cosas que del pecho me quiero sacar¡±, dice la letra del tema, con el que trata de construir un cierre bello para que su relaci¨®n no quede as¨ª manchada en el recuerdo de la expareja.
En el caso de que el adi¨®s tenga lugar al descubrir una infidelidad o una triangulaci¨®n, esa despedida quedar¨¢ irremediablemente da?ada, aunque como explica Daniel Blasco, psic¨®logo y experto en Vivof¨¢cil, hay muchas formas de vivir una traici¨®n. ¡°La principal es el enfado, pero hay quien siente tristeza o decepci¨®n. En todos los casos se puede vivir con cordialidad siempre y cuando nos hagamos responsables de que nuestras emociones dependen de nosotros mismos y de la forma en la que las expresemos. Siempre se puede hacer con respeto. Por supuesto, respeto y cordialidad no es lo mismo que someterse a las necesidades del otro y hacer ver que sus actos, en este caso la traici¨®n, no tienen consecuencias emocionales¡±, dice. ¡°En mi opini¨®n, la sinceridad tiene que ser un valor fundamental en la pareja incluso para romperla, pero por supuesto siempre con respeto y con empat¨ªa hacia lo que sienta y necesite la persona con la que has compartido intimidad y amor¡±, a?ade.
No solo es el punto final el que nos preocupa, sino que el otro final que termina por ara?ar los recuerdos de una relaci¨®n feliz es ese que se alarga hasta el infinito y que hace que lo que tendr¨ªa que ser un adi¨®s amistoso devenga en una despedida repletos de recelos y reproches.
La trampa de prolongar el adi¨®s
?Por qu¨¦ nos cuesta tanto dejar una relaci¨®n pese a que sabemos que ya ha vencido su fecha de caducidad? ¡°Para algunas personas tendr¨¢ que ver con la necesidad de evitar a toda costa la soledad, de tener la sensaci¨®n de no poder vivir la vida a solas y sentir que no ser¨¢n capaces de gestionar su d¨ªa a d¨ªa si no est¨¢n al lado de otra persona. Para otras, tendr¨¢ m¨¢s que ver con la creencia de que el amor lo puede todo y que si nos seguimos queriendo, hay que estar juntos incluso cuando la relaci¨®n nos hace da?o, porque el amor es m¨¢s que?suficiente. En realidad, el amor es necesario, pero hacen falta mucho m¨¢s ingredientes para que la relaci¨®n funcione. Para otras tendr¨¢ que ver con la sensaci¨®n de fracaso por poner fin a la relaci¨®n, por sentir que no son capaces de mantener el concepto de familia que hab¨ªan idealizado¡ Sea cual sea el motivo que tenga m¨¢s peso en cada una de nosotras, una ruptura siempre ser¨¢ dolorosa y no s¨®lo implica perder a la persona con la que has compartido parte de tu vida, sino que tambi¨¦n implica renunciar a proyectos de futuro, a una vida social, a una estabilidad econ¨®mica, a una vida que hab¨ªais construido juntos, a la persona que t¨² eras en esa relaci¨®n¡ Aceptar este cambio no es f¨¢cil, nos puede desestabilizar mucho emocionalmente y es sencillo optar por sostener una relaci¨®n que no funciona tratando de evitar afrontar todos estos miedos y cambios¡±, explica Noemi Seva Vidal, trabajadora social especializada en violencia de g¨¦nero, coach y terapeuta transpersonal.
Silvia Congost, psic¨®loga experta en dependencia emocional, autoestima y terapia de pareja, asegura que alargar algo que es t¨®xico, que ya no nos satisface y con lo que, en consecuencia, nos sentimos mal, siempre es contraproducente. ¡°Empeora nuestra salud y nuestro estado emocional. Nos desgasta, estanca nuestro crecimiento y a menudo nos lleva a que nos hagamos m¨¢s da?o con discusiones y reiterados conflictos frustrantes que no se solucionan. Sin ninguna duda, cuando ya se tiene claro (al menos por una de las dos partes) que la relaci¨®n ya no da m¨¢s de s¨ª, lo mejor es cortarla lo antes posible¡±, recomienda. Las consecuencias que puede tener alargar una relaci¨®n que no est¨¢ funcionando ser¨¢n distintas en funci¨®n del tipo de relaci¨®n que tenemos. Noemi Seva Vidal explica que en el caso de que hablemos de una relaci¨®n sana en la que se ha instalado la rutina, ya no habr¨¢ ilusi¨®n. Sentiremos que la pareja ya no nos mueve, dejaremos de admirarla y seguramente estaremos cada vez m¨¢s irascibles, molest¨¢ndonos todo de la otra persona. ¡°Incluso empezaremos a necesitar m¨¢s espacio, a no compartir tiempo con la otra persona y puede que la otra parte se sienta rechazada, sienta que algo que ocurre y no entienda el porqu¨¦ del cambio. Es dif¨ªcil para las dos partes. Para una parte, porque no se siente feliz y no se atreve a tomar decisiones, algo que nos apaga y nos hace sentir mal con nosotras mismas. Para la otra parte, porque siente el rechazo, siente que molesta y se cuestionar¨¢ a s¨ª misma, sintiendo que quiz¨¢ hay algo que puede estar haciendo mal. Todo esto acaba teniendo un impacto en nuestra autoestima¡±, asegura. En el caso de que se trate de una relaci¨®n t¨®xica, donde las din¨¢micas que se han creado dentro de la relaci¨®n nos hacen da?o, el asunto es, por descontado, m¨¢s delicado. ¡°No podemos olvidarnos que son un tipo de relaciones donde se suele generar dependencia emocional y abuso emocional. Nos podemos ir aislando cada vez m¨¢s de nuestro c¨ªrculo de amigos y de nuestra familia, sentiremos que sin la otra persona no podemos vivir e idealizaremos al otro. Todo esto nos puede llevar a seguir haciendo lo que sea para seguir al lado de esa persona, que nuestra autoestima est¨¦ cada vez m¨¢s da?ada y no nos sintamos capaces de salir de esa relaci¨®n. Cuanto m¨¢s tiempo pase, la sensaci¨®n de no poder cada vez ser¨¢ m¨¢s acusada¡±, se?ala.
La ¨²ltima charla
Cuando descuidamos el final de las relaciones, no es raro intentar organizar una ¨²ltima charla en la que hablar de temas no resueltos y luchar por limar asperezas con la finalidad de tener una despedida que no manche el recuerdo de la relaci¨®n. El problema es que siempre quedan cosas por decir y en ocasiones, esta charla toma un camino inesperado que hace que el adi¨®s sea a¨²n m¨¢s truculento. ?C¨®mo no obsesionarnos con el hecho de que esta conversaci¨®n no haya funcionado y c¨®mo dejar de pensar que quiz¨¢s sea buena idea organizar otra charla, condenando a una despedida sostenida y eterna? Responde Noemi Seva Vidal: ¡°Aceptando que la relaci¨®n no ha dependido de esa conversaci¨®n. No hay nada seguramente que ahora puedas hacer o decir que vaya a cambiar la situaci¨®n que hay. Hay que aceptar que a veces esperamos que la otra persona sea capaz de dialogar, que se muestre emp¨¢tico, que nos escuche, que pueda ver tambi¨¦n nuestras necesidades y resulta que si somos honestas, tampoco hoy nos sorprende tanto c¨®mo la persona est¨¢ gestionando la situaci¨®n, porque quiz¨¢ durante la relaci¨®n m¨¢s o menos siempre se ha comportado de esta forma. As¨ª que cuidado con estar idealizando de nuevo a esa persona y no verla como es. La parte que hoy vemos y nos gusta, tambi¨¦n forma parte de esta persona. Y por ¨²ltimo, hay que entender que el cierre de la relaci¨®n no lo tenemos que hacer con la otra persona, pues nosotras tambi¨¦n podemos decirnos todo aquello que necesitamos saber y hacer el cierre con nosotras mismas¡±, explica.
En el caso de que haya terceras personas¡ ?Es mejor decirlo a la hora de romper o es conveniente callar? ¡°Esto debe valorarlo cada quien, en funci¨®n de sus propios valores y lo que considera adecuado. Para descubrirlo, es bueno preguntarse: ¡°?Realmente el haber estado con una tercera persona ha sido el motivo principal por el que he decidido dejar la relaci¨®n, o hab¨ªa m¨¢s temas entre nosotros que no funcionaban? ?Necesita mi ex saber que he estado con otra persona? ?Esta informaci¨®n le va a servir para algo? ?Va a poder hacer algo con ello? ?C¨®mo le va a impactar, va a da?ar su autoestima? ?Puede sostener esta informaci¨®n en este momento? ?C¨®mo quiero que le afecte y para qu¨¦? ?Hay una parte de m¨ª que desea hacerle da?o, o hacerle reaccionar de alg¨²n modo? ?C¨®mo me voy a sentir yo al confesarlo? ?Para qu¨¦ necesito hacerlo? ?Qu¨¦ busco con esa confesi¨®n? A veces, en el fondo, lo que deseamos es sentirnos aliviadas quit¨¢ndonos el sentimiento de culpa. Pero hay que tener cuidado y ser responsables afectivamente con el otro, teniendo en cuenta sus circunstancias personales y sus emociones, para evitar cometer un sincericidio. Habr¨¢ otros casos en los que la persona necesite saber que ha habido un tercero, para procesar la ruptura, y cuando as¨ª lo pide¡±, explica Ainoa Espejo, life coach.
Si la ruptura fue terrible, pero queremos arreglar ese mal sabor de boca organizando una ¨²ltima charla en la que aclarar cosas, ?es mejor intentar que quien ha mentido confiese, enfrent¨¢ndole a datos, o es mejor olvidar esas mentiras e intentar mantener cordialidad? ¡°Ser¨ªa bueno hacer introspecci¨®n y preguntarse a una misma: ¡°?Para qu¨¦ necesito volver a hablar del tema? ?Acaso las veces anteriores hemos llegado a un entendimiento real? ?Para qu¨¦ necesito tener certezas? ?Me va a servir para arreglar algo? ?Me va a ayudar a sentirme mejor? ?Es m¨¢s importante la verdad, o mi salud mental? ?Merezco paralizar mi vida por este enga?o? ?Acaso esta persona merece que yo destruya mi autoestima y mi paz mental? ?Puedo permitirme seguir adelante a pesar del dolor?¡±. Sufrir una traici¨®n es algo desgarrador y angustiante. No es raro creer que necesitamos confirmar nuestras sospechas para quedarnos tranquilas, sabiendo que no estamos locas, que ten¨ªamos la raz¨®n al desconfiar¡ Pero hay que tener cuidado de no quedarse enganchada en esa b¨²squeda, sufriendo, obsesion¨¢ndose, forzando al otro a que confiese, poniendo en sus manos tu tranquilidad y d¨¢ndole un enorme poder sobre ti que no le corresponde. Que te haga sentir insegura y que sospeches firmemente que te est¨¢ enga?ando, ya es motivo de peso para alejarte de esa persona. Esa es la ¨²nica certeza que necesitas: saber que mereces lo mejor y que puedes confiar en ti, porque te cuidas y te proteges de lo que te da?a. Date el cierre que mereces, no te tortures¡±, dice Ainoa Espejo.
Silvia Congost cree que es posible lograr un final feliz, aunque para lograrlo, ambas partes han de ser equilibradas, maduras y racionales. ¡°Las dos personas tienen que ser capaces de entender al otro y de conectar con sus necesidades y su inocencia, siendo conscientes del aprendizaje que hemos realizado con esa experiencia. Si la relaci¨®n acaba de mutuo acuerdo, es perfecto y es cuando m¨¢s f¨¢cil va a ser ese final feliz, pero no siempre es as¨ª y no siempre nos encontramos dos personas capaces de llevarlo con elegancia, educaci¨®n y madurez¡±, advierte. Como asegura Daniel Blanco, lo que hemos de buscar es, en realidad, un final en paz que no deje ning¨²n asunto pendiente para que emocionalmente estemos preparadas para seguir experimentando otras relaciones que puedan volver a hacernos crecer individualmente y en pareja. Intentemos cuidar los finales, luchemos por aprender de ellos y dejemos de obsesionarnos con el final perfecto, pues obsesionarnos con cerrar una relaci¨®n sin tropiezos puede conducir a que nos anclemos en una despedida eterna.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.