?Se puede morir de un coraz¨®n roto?
La expresi¨®n rom¨¢ntica da nombre a una enfermedad en la que una parte del coraz¨®n deja de moverse por un tiempo.
Para algunos es pena, para otros, rabia o dolor. Ante una situaci¨®n como una ruptura o la p¨¦rdida de un ser querido, un torrente de emociones muy variadas invade el cuerpo humano. Un abanico de posibilidades que se resumen en una frase: tener el coraz¨®n roto.
Esta expresi¨®n, repetida hasta la saciedad en libros y canciones, describe a la perfecci¨®n esa sensaci¨®n de desaz¨®n que se siente muy f¨ªsica. Tan f¨ªsica que algunas especies de animales como el ping¨¹ino, el cisne o el caballito de mar son capaces de morir ¡®de pena¡¯ o ¡®por el coraz¨®n roto¡¯ ante la p¨¦rdida de la pareja. La cuesti¨®n es, ?qu¨¦ sucede con el ser humano? ?Podemos morir nosotros de un coraz¨®n roto?
Esta pregunta, que puede parecer tan literaria, en realidad tiene una base cient¨ªfica que parte de una enfermedad conocida como s¨ªndrome del coraz¨®n roto o miocardiopat¨ªa de Takot-subo. Descrita por primera vez en Jap¨®n a comienzos de los 90, se trata de una especie de infarto asociado a un tipo de estr¨¦s muy fuerte. Aunque presenta los mismos s¨ªntomas y se mimetiza cl¨ªnica y anal¨ªticamente con un infarto de miocardio (el m¨²sculo del coraz¨®n que bombea la sangre), poco tienen que ver. El infarto se debe a una obstrucci¨®n de las venas que llevan la sangre hasta el miocardio. Por su parte, el s¨ªndrome del coraz¨®n roto supone un aturdimiento del miocardio, que deja de moverse por un tiempo. Iv¨¢n Javier N¨²?ez Gil, miembro de la Sociedad Espa?ola de Cardiolog¨ªa y cardi¨®logo del Hospital Cl¨ªnico San Carlos de Madrid, define esta enfermedad como un ¡°fracaso de la bomba¡±: si de normal el coraz¨®n bombea en torno a un 60 % de su volumen, con este s¨ªndrome solo bombear¨ªa alrededor de un 20-35%.
?Qu¨¦ la origina?
Cualquier tipo de emociones, desde un enga?o de un amigo, al fallecimiento de alguien querido o situaciones en el ¨¢mbito de la pareja. ?ngeles Sanz Yaque, psic¨®loga cl¨ªnica del equipo de especialistas de Cinteco, lo vincula a una impresi¨®n de ¡°profundo vac¨ªo¡± en la que el factor sorpresa juega un papel muy importante. Preguntas como ¡°?por qu¨¦ a m¨ª? o ¡°?qu¨¦ he hecho yo?¡± son pensamientos muy comunes en pacientes con este tipo de enfermedad. Son emociones provocadas por hechos que ocurren de forma inesperada y que dejan una sensaci¨®n de ¡°que la vida duele¡±, describe Sanz.
Estos sentimientos se traducen en una elevaci¨®n en sangre de hormonas del estr¨¦s (catecolaminas), que provocar¨ªan una ¡°lesi¨®n¡± sobre el m¨²sculo del miocardio, como describen en Retako, la secci¨®n de Cardiopat¨ªa isqu¨¦mica y enfermedades coronarias, de la que N¨²?ez Gil es responsable.
Fotograma de la pel¨ªcula ¡®(500) d¨ªas juntos¡¯.
Cordon Press
?C¨®mo se cura?
No se trata de una enfermedad permanente, ya que como declara el doctor N¨²?ez Gil ¡°con reposo y un tratamiento similar al de la insuficiencia card¨ªaca¡± la enfermedad desaparece en un tiempo relativamente corto (en torno a una semana aproximadamente).
La recuperaci¨®n emocional conlleva mucho m¨¢s tiempo. ?ngeles Sanz explica que estas situaciones exigen hacer un proceso de duelo por la p¨¦rdida en el que ¡°la persona tiene que aprender a reorganizar su vida y a manejar sus conductas emocionales¡±. Una terapia que puede durar de uno a dos a?os. Este largo periodo de tiempo lleva a menudo a los pacientes a hacerse la pregunta: ¡°?hasta cu¨¢ndo voy a estar as¨ª?¡± y a auto-obligarse a estar bien r¨¢pidamente. Una postura err¨®nea que empeorar¨ªa la situaci¨®n. Esta psic¨®loga expone que lo ¨²nico que acortar¨ªa la terapia ser¨ªa ¡°el manejo de las habilidades para controlar las emociones en la medida de lo posible¡±. Tras la terapia se hace un seguimiento al paciente de entre 3 a 6 meses para garantizar que mantiene los resultados.
?Qui¨¦n es m¨¢s proclive a padecerla?
Aunque se trata de una enfermedad que puede darse en cualquier tipo de raza, existe una gran preponderancia de casos en los que las mujeres son las afectadas (una raz¨®n de nueve a uno seg¨²n el doctor N¨²?ez Gil), posiblemente debido a tienen ¡°mayor vulnerabilidad emocional¡± declara ?ngeles Sanz. A la hora de definir el perfil m¨¢s com¨²n de un paciente de s¨ªndrome del coraz¨®n roto, el cardi¨®logo describe a una mujer de unos 70 a?os, no fumadora, hipertensa (en el 70% de los casos analizados) y con el colesterol alto (40% de los casos).
?Puede ser mortal?
Como el ideal rom¨¢ntico, efectivamente podemos morirnos de un coraz¨®n roto por complicaciones como ¡°fallo de la bomba o arritmias¡± explica N¨²?ez Gil, aunque el porcentaje de mortalidad es muy bajo: en torno a un 2% de los casos de la enfermedad analizados por este experto. A una conclusi¨®n similar llegaron unos cient¨ªficos de la Universidad St. George de Londres. Como recog¨ªa el Independent hace unos meses, el estudio de estos especialistas revel¨® que la pena de un coraz¨®n roto duplica el riesgo de tener un ataque al coraz¨®n y tiene el mismo efecto en las posibilidades de sufrir un derrame cerebral. Entre las declaraciones de las que se hac¨ªa eco el diario brit¨¢nico, se explicaba que existe una evidencia de que la p¨¦rdida y la pena llevan a una serie de respuestas adversas que incluyen cambios en la coagulaci¨®n y la presi¨®n sangu¨ªnea, en los niveles de la hormona de estr¨¦s y en el ritmo card¨ªaco.
Tanto Sanz como N¨²?ez Gil est¨¢n de acuerdo en que la relaci¨®n entre la vida emocional y las enfermedades del cuerpo humano es muy estrecha, dando lugar incluso en psicolog¨ªa a un ¡°¨¢rea especializada en las patolog¨ªas psicosom¨¢ticas¡±, declara Sanz.
?C¨®mo podemos evitar este tipo de enfermedad?
Aunque cualquiera puede padecer un s¨ªndrome del coraz¨®n roto, tenemos en nuestra mano una serie de medidas para minimizar sus posibilidades. A nivel f¨ªsico, el doctor N¨²?ez Gil recomienda mantener una vida sana, con una alimentaci¨®n variada tipo dieta mediterr¨¢nea y controlando factores de riesgo cardiovascular, de az¨²car y colesterol. En la esfera emocional, el consejo de ?ngeles Sanz ante este tipo de situaciones inevitables es sobre todo no entrar en el bucle y no permitir el abandono personal. Solo as¨ª podremos conseguir que expresiones como ¡°morir de pena¡± se queden en historias como el tr¨¢gico final al que acabaron sucumbiendo Romeo y Julieta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.