Sexo en el agua: d¨®nde y c¨®mo practicarlo
Las mejores playas del mundo para hacerlo, consejos pr¨¢cticos y pel¨ªculas para inspirarse¡ Todo lo que necesitas saber para llevar a cabo la fantas¨ªa er¨®tica m¨¢s buscada en verano.
A?¨¢dase agua al gusto. Esta sencilla receta, aplicada a la sexualidad, resumir¨ªa las fantas¨ªas sexuales de una gran parte de la poblaci¨®n cuando llega el verano: la tendencia underwater, que si el resto del a?o se limita a la ba?era o a la ducha, con las altas temperaturas se extiende a playas, r¨ªos y piscinas. Sex on the Beach es el nombre de un c¨®ctel ¨Cy eso ya nos da una idea de que se trata de algo buc¨®lico y agradable para la mayor¨ªa¨C y de una canci¨®n, pero tambi¨¦n de una tarea para muchos ineludible, que el cine se ha encargado de subrayar y magnificar.
Mi escena favorita de sexo en el agua, en la gran pantalla, corresponde a la pel¨ªcula Adi¨®s Emmanuelle (1977), que se rod¨® en las islas Sheychelles y que catapult¨® a ese lugar como destino rom¨¢ntico para lunas de miel. Contrariamente a mucha gente, que piensa que las pel¨ªculas de Emmanuelle son horteras, yo las considero una versi¨®n er¨®tica tipo Asterix y Obelix, en la que una protagonista viaja por el mundo teniendo una serie de aventuras, en este caso sexuales, en decorados maravillosos, con actores y actrices naturalmente guapos y con una fotograf¨ªa similar a las de las producciones de moda. Elegancia, naturalidad y erotismo; una combinaci¨®n dif¨ªcil de encontrar en nuestros d¨ªas. La fant¨¢stica escena del polvo acu¨¢tico entre Sylvia Kristel y Fran?ois Leterrier fue sin duda el mejor reclamo tur¨ªstico para estas islas de arenas blancas y luz cinematogr¨¢fica. La piscina (1969), con Alain Delon y Romy Schneider, aunque no conten¨ªa escenas subidas de tono, sab¨ªa plasmar a la perfecci¨®n la er¨®tica del agua y el verano, y suger¨ªa todo lo que se puede hacer cuando se es joven y guapa, como Romy, y se est¨¢ con un esp¨¦cimen como Delon en una casa apartada, con jard¨ªn y piscina, y hace tanto calor que la ropa sobra. El color de la noche (1994), con Bruce Willis y Jane March, pas¨® tambi¨¦n a la historia por sus momentos pasados por agua. Era el tiempo en que Hollywood explotaba el erotismo y la cinta conten¨ªa escenas de sexo submarino, bastante expl¨ªcitas, en una piscina, esta vez de dise?o.
La tendencia 'bajo el agua' cuenta ya con su propio g¨¦nero dentro del cine porno, que puede estudiarse a fondo en webs como sexunderwater.com, a medio camino entre una pel¨ªcula X y un documental de Cousteau sobre el apareamiento de las ballenas blancas. Resulta curioso c¨®mo el sexo bajo el agua pierde su connotaci¨®n m¨¢s guarra para adquirir un tinte cient¨ªfico, as¨¦ptico y de cienciaficci¨®n, que no pone demasiado, pero que sin duda cuenta con su club de fans. Como las acrobacias de Houdini, cuando se tiraba atado con cadenas a un tanque de agua, una est¨¢ m¨¢s pendiente de si los protagonistas de la cinta podr¨¢n salir vivos y seguir respirando, que de sus haza?as sexuales.
Lo maravilloso del medio acuoso es que su menor gravedad permite experimentar, en parte, el efecto c¨¢psula espacial y probar as¨ª posturas nuevas, imposibles de realizar en tierra firme. Por unos momentos uno se convierte en un ser sobrenatural y puede llevar a cabo haza?as impensables en el mundo real. Los hombres pueden cumplir otra de sus fantas¨ªas que es la de sostener en peso a la mujer durante la penetraci¨®n, sin tener que acabar necesariamente en la consulta del traumat¨®logo. Las piscinas, con sus barandillas y escaleras interiores, facilitan la libertad de movimiento. Eso sin contar con todos los accesorios fluviales o mar¨ªtimos: piraguas, pedaletas, barcas, tablas de surf, que nos permiten alejarnos de la costa, adem¨¢s de constituir un soporte para nuestras performances. Si aun as¨ª, uno es pillado in fraganti en pleno acto, hay que asumirlo con elegancia y estilo y no caer en la rabieta de Leticia Sabater al ver un v¨ªdeo suyo retozando en una playa. Yo dir¨ªa que es lo m¨¢s digno que ha hecho nunca. Otra opci¨®n es decir que se pertenece a la asociaci¨®n FFF (Fuck for forest) que promueve el sexo en espacios naturales y hace v¨ªdeos porno con el fin de recaudar dinero para salvar los bosques del planeta. As¨ª uno, en vez de ser tomado por un degenerado, pasa a ser clasificado como un ecoactivista, lo que siempre es m¨¢s comprometido, aunque no estoy segura de si mejor a ojos de las autoridades competentes.
D¨®nde y c¨®mo practicarlo
Para que esto no ocurra, existen ya rankings de las mejores playas para hacer el amor, especialmente elegidas por estar apartadas del gran p¨²blico, por su belleza y por su limitada accesibilidad, ya que a muchas de ellas solo se puede llegar por mar o tras una caminata. El primer puesto es para Koh Phi Phi Island, en Puket (Tailandia), donde se grab¨® La playa (2000). Le siguen Colomber Beach, en San Bartolom¨¦, accesible solo por barco, y que cuenta con la leyenda de que David Rockefeller sedujo a muchas mujeres por esas costas, ya que contaba con propiedades en la zona. El tercer puesto es para Pink Beach, en Antigua, y le siguen Wildcat Beach, en California; Majahuitas Cove, en Puerto Vallarta (M¨¦xico), y Mondello Beach, en Palermo (Italia).
A la er¨®tica del entorno paradis¨ªaco y la brevedad del verano se le suma el hecho de que el calor y el agua relajan los m¨²sculos e intensifican las sensaciones perceptivas. De alguna manera volvemos al elemento liquido, nuestro medio natural durante miles de a?os ¨Calgunas teor¨ªas evolutivas apuntan a la existencia de una fase acu¨¢tica o anfibia del antepasado humano¨C y en el que permanecemos nueve meses antes de llegar a este mundo.
Lo que s¨ª hay que tener en cuenta a la hora de mont¨¢rselo en el l¨ªquido elemento es que se puede necesitar un lubricante, ya que el agua hace que la lubricaci¨®n natural se diluya y que las penetraciones sean menos suaves y placenteras. Si se utiliza preservativo, hay que pon¨¦rselo antes de entrar en el agua y comprobar, de vez en cuando, que todav¨ªa est¨¢ ah¨ª, ya que en este medio puede salirse con mayor facilidad. La sal o el cloro de las piscinas pueden tambi¨¦n ser un peque?o inconveniente, ya que pueden producir irritaciones. Teniendo en cuenta estas observaciones, hay todo un mundo de posibilidades que explorar.
Si el problema es que uno est¨¢ solo y no encuentra a nadie para secundarle en sus aventuras, siempre puede recurrir a la autosuficiencia o a la industria del juguete er¨®tico, que ya fabrica muchos de sus vibradores y complementos con la etiqueta de waterproof.
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