Caso Balenciaga: cuando moda, QAnon y Satan¨¢s colisionan
La pol¨¦mica en la que se ha visto inmersa la casa francesa (y que ya lleva dos semanas caldeando el panorama) ha hecho que su presidente y su director creativo pidan disculpas p¨²blicamente. Pero no ha sido la ¨²nica controversia reciente que ha dado alas a teor¨ªas conspiranoicas que siempre tienen detr¨¢s una agenda ultraconservadora y reaccionaria.
Lo que pasa en la moda, se queda en la moda: no es habitual que una controversia del mundillo se convierta en conversaci¨®n de barra de bar. O al menos no lo era, hasta que la moda pas¨® a ser una fuente m¨¢s con la que alimentar a la insaciable maquinaria del entretenimiento en redes sociales.
Esta realidad, la del p¨²blico actual interesado por lo que hacen dise?adores como Demna o Alessandro (Michele, por supuesto), unida a una pol¨¦mica especialmente sensible e incomprensible han hecho que el caso Balenciaga se haya convertido en un asunto que a¨²n sigue coleando dos semanas despu¨¦s de su estallido. Que a¨²n hoy sea dif¨ªcil de explicar qu¨¦ concatenaci¨®n de desacertadas decisiones llev¨® a publicar las desatinadas campa?as, solo sirve para seguir dando alas a las teor¨ªas conspiranoicas.
Ni?os y provocaci¨®n: ?qu¨¦ puede salir mal?
La historia reciente de la moda alerta de que, si hay una l¨ªnea roja con consecuencias para el que la cruce, esa es la de la infancia. Hasta para los personajes m¨¢s poderosos. En la ¨²ltima semana la pol¨¦mica por la campa?a navide?a de Balenciaga ha hecho que tanto su director creativo, Demna, como su presidente y CEO, C¨¦dric Charbit, pidan perd¨®n en Instagram. Este ¨²ltimo explicaba en un comunicado que ¡°Balenciaga tomar¨¢ las siguientes acciones con el objetivo de aprender de nuestros errores como organizaci¨®n¡±, para proceder a enumerar una serie de medidas que pretenden poner punto y final a la pol¨¦mica. Esto es, mayor control sobre las decisiones y validaciones para que nadie vuelva declamar ese ¡°?pero qui¨¦n dio el ok a esto?¡±, programas para aprender y formar sobre protecci¨®n a la infancia, la donaci¨®n de capital a organizaciones que se dediquen a ello y el anuncio de que no seguir¨¢ adelante con ninguna medida legal. Porque en un primer momento la compa?¨ªa quiso cerrar el asunto con una disculpa en Stories y demandando a los implicados en la producci¨®n de las dichosas im¨¢genes.
Demna, por su parte, ha colgado en su cuenta un mensaje en el que reconoce el error por la ¡°elecci¨®n del concepto art¨ªstico equivocado en la campa?a de regalos con los ni?os¡±. El creativo ha dejado por escrito que acepta su responsabilidad: ¡°Fue inapropiado hacer que ni?os promocionaran objetos que nada ten¨ªan que ver con ellos. Por mucho que a veces me guste provocar a trav¨¦s de mi trabajo, NUNCA se me ocurrir¨ªa hacerlo con un asunto como el abuso de menores que condeno. Punto. Necesito aprender de esto, escuchar y conectar con las organizaciones de protecci¨®n a la infancia para saber c¨®mo puedo contribuir y ayudar en este asunto terrible¡±.
Nada dice Demna en su escrito sobre los papeles que aparec¨ªan bajo uno de los bolsos de la c¨¢psula entre Balenciaga y Adidas, de la campa?a Garde-Robe que se fotografi¨® en julio. Unos folios impresos con parte del fallo del Tribunal Supremo Estados Unidos vs. Williams de 2008 que ratificaba que la promoci¨®n de pornograf¨ªa infantil no estaba amparada por la libertad de expresi¨®n. Se sabe de d¨®nde salieron esos papeles, de la compa?¨ªa de producci¨®n North Six, que alquil¨® material de oficina para la sesi¨®n de fotos, probablemente sobrante de la grabaci¨®n de una serie. Pero no de qui¨¦n vino la idea de colocarlos bajo el bolso, ni c¨®mo nadie pens¨® que aquello podr¨ªa torcerse.
Fue precisamente esa campa?a de la firma propiedad de Kering, unida a la navide?a en la que varios ni?os posaban con bolsos con forma de osos y accesorios bondage, la que agit¨® la vor¨¢gine en redes sociales. Varios usuarios corrieron a se?alar que la suma de ambas sesiones vendr¨ªa a ser una suerte de declaraci¨®n de intenciones de Balenciaga, que se convirti¨® r¨¢pidamente en trending topic. ¡°Juntas encendieron una tormenta que viaj¨® desde internet hasta Fox News, alimentada por las acusaciones de que Balenciaga aprobaba la explotaci¨®n infantil¡±, escrib¨ªa The New York Times. ¡°La pol¨¦mica se ha convertido en una de las colisiones m¨¢s expl¨ªcitas de la cultura de internet, la pol¨ªtica, la moda y las teor¨ªas de la conspiraci¨®n hasta la fecha¡±.
El presentador de Fox News Tucker Carlson, que suele ceder su espacio en el canal para dar voz a los seguidores de QAnon, no dud¨® en apuntarse a las teor¨ªas de la conspiraci¨®n: ¡°Aqu¨ª pueden ver a una gran marca internacional que promueve la pornograf¨ªa infantil y el sexo con ni?os. Y no lo promueve sutilmente, sino a la vista de todos¡±, dijo sin despeinarse en horario de m¨¢xima audiencia.
A los adeptos del QAnon (esa teor¨ªa de la conspiraci¨®n que defiende la existencia de una red ped¨®fila comandada por una ¨¦lite que busca la eterna juventud bebiendo sangre de ni?os) se lo sirvieron en bandeja para corroborar sus creencias. Porque en realidad esa promoci¨®n de la que hablaba Carlson no estaba a simple vista, las ¡®pistas¡¯ estaban ¡®escondidas¡¯ para el que hiciera zoom y se dedicara a ¡®investigar¡¯ y unir los puntos, una de las actividades favoritas de cualquier conspiranoico y, por lo que se puede ver en el hashtag #cancelbalenciaga, de algunos usuarios de TikTok, muchos de los cuales est¨¢n quemando o destruyendo prendas de la marca.
Adoradores de Satan¨¢s
El esc¨¢ndalo de la firma de origen espa?ol no ha sido el ¨²nico que ha mantenido ocupados a estos grupos. La versi¨®n digital de Dazed recog¨ªa hace unos d¨ªas algunos de los ¨²ltimos ejemplos de pol¨¦micas que han dado alas a teor¨ªas sat¨¢nicas en la web: Doja Cat acusada de adorar a Satan¨¢s por hacer una mueca en su portada, Lil Nas X encendiendo la ira de los comentaristas de ultraderecha por sus zapatillas 666 o Addison Rae recibiendo todo el odio de fundamentalistas cristianos al posar con un trikini con las palabras ¡®padre¡¯, ¡®hijo¡¯ y ¡®esp¨ªritu santo¡¯.
¡°Un p¨¢nico moral ha tomado fuerza en la web¡±, escrib¨ªa en la publicaci¨®n G¨¹nseli Yalcinkaya, ¡°desde los oscuros rincones de 4chan, las conspiraciones sin fundamento se est¨¢n extendiendo al p¨²blico general, a medida que las ideas difundidas por grupos como QAnon se arraigan en la pol¨ªtica de extrema derecha y se propagan como el fuego en redes sociales¡±. Los argumentos racionales no calan con el ¨ªmpetu con el que lo hacen los sentimientos primarios como el miedo que avivan estas teor¨ªas.?
El P¨¢nico Sat¨¢nico, que aparece hasta en la ¨²ltima temporada de Stranger Things, no es nuevo. En Estados Unidos cobr¨® fuerza en los ochenta, cuando acaparaba titulares hablando de sectas chupasangre de beb¨¦s o convert¨ªa en sospechosos a los juegos de rol o al heavy metal. Pero para muchos, nunca ha llegado a desaparecer. Todo lo contrario, hoy revive gracias a los r¨ªos de tinta digital o los v¨ªdeos de TikTok que explican el mundo y se viralizan con m¨¢s fuerza cuando provocan m¨¢s emoci¨®n. Un mundo cambiante, incierto y cada vez m¨¢s desigual en el que se recurre a la nostalgia, la religi¨®n o los valores tradicionales que siempre est¨¢n en la agenda de la ultraderecha medi¨¢tica. Un caldo de cultivo id¨®neo para difundir y que calen los mensajes reaccionarios, pero tambi¨¦n para que un error como el de Balenciaga se convierta en protagonista de horas de contenido en reels conspiranoicos.
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