Claire Rothman, la contable que transform¨® Los Angeles Lakers en el equipo m¨¢s famoso del mundo
La administradora del pabell¨®n del equipo angelino fue una pieza clave a la hora de convertir una franquicia en horas bajas en la dinast¨ªa que cambiar¨ªa la historia de la NBA y en la marca por antonomasia del baloncesto internacional. Ahora, la nueva serie de HBO Max Tiempo de victoria, recupera lo esencial de su desempe?o.
¡°Creo que todo el mundo puede o¨ªrme, no soy precisamente una persona callada¡±. Aunque su nombre pueda sonar completamente ajeno para la mayor¨ªa de los espectadores de la nueva serie estrella de HBO Max, Tiempo de victoria, Claire Rothman es una de las grandes responsables de modernizar dos de las industrias que m¨¢s dinero generan en todo el mundo: el deporte y la m¨²sica. Al frente del recinto deportivo The Forum, en California, Rothman no solo revolucion¨® el mundo discogr¨¢fico al ser una de las primeras en convertir estos pabellones en la casa de conciertos multitudinarios, sino que tambi¨¦n concibi¨® la infraestructura e imagen del equipo que cambiar¨ªa para siempre los cimientos del baloncesto. Su desempe?o fue clave para convertir los partidos de una franquicia en crisis, Los Angeles Lakers, en el mejor, y m¨¢s exclusivo, espect¨¢culo del mundo.
La actriz Gaby Hoffman, dos veces nominada a los Emmy por su papel de Ali en la celebrada serie Transparent, se encarga ahora de presentar a millones de presentadores la pionera figura de Rothman en Tiempo de victoria (Winning Time), la ficci¨®n encargada de reemplazar a Euphoria como gran apuesta en la parrilla de HBO. Producida por Adam McKay (No mires arriba, Succession), la acci¨®n se traslada a Los ?ngeles en los a?os 80 para explicar c¨®mo los Lakers pasaron de ser una franquicia abatida e inapetente para el p¨²blico al equipo que definir¨ªa una d¨¦cada y que popularizar¨ªa en todo el mundo la emergente NBA. Canalizando en las pistas el sentido del show made in Hollywood para erigirse en una de las dinast¨ªas m¨¢s veneradas de la historia gracias al liderazgo de su due?o, Jerry Buss (interpretado por John C. Reilly), y su jugador emblema, Earvin ¡®Magic¡¯ Johnson (Quincy Isaiah).
The Forum se convirti¨® en la Meca de la actividad social de Hollywood, el centro neur¨¢lgico al que peregrinaban cada noche estrellas como Jack Nicholson o Elizabeth Taylor. La asignaci¨®n de los asientos de pista determinaba, incluso m¨¢s que las estatuillas acumuladas en el sal¨®n o los millones de discos vendidos, el estatus de privilegio de cada cual. Rothman, la primera y ¨²nica mujer en dirigir un recinto deportivo de este tama?o durante m¨¢s de dos d¨¦cadas, era su anfitriona 200 noches al a?o. Tambi¨¦n se responsabilizaba del dise?o y la programaci¨®n del espacio, de reinventar el concepto de cheerleader y alquilar una banda de m¨²sica para que tocara en directo durante los proleg¨®menos y la encargada de la taquilla y el merchandising. ¡°No hab¨ªa otras mujeres administrando este tipo de instalaciones. As¨ª que yo era una ¡®curiosidad¡¯. Todos recordaban mi nombre porque era el ¨²nico femenino¡±, evoc¨®. Aunque es solo un personaje de reparto en la primera temporada, su capacidad para robar escenas ya hace que la cr¨ªtica especializada exija un spin-off centrado exclusivamente en ella. ¡°Mi parte favorita de la serie son las historias de personajes incre¨ªbles que la gente no conoce, como la de Claire¡±, sostiene el propio creador de la serie, Max Borenstein.
¡°Este trabajo y lo que representa es una fantas¨ªa hecha realidad, pero no supe que esta era mi fantas¨ªa hasta que me qued¨¦ sola. Ah¨ª viv¨ª mi renacimiento¡±, cont¨® la administradora en una entrevista con LA Times en 1985. Por si el perfil de Rothman no fuera lo suficientemente inspirador, su viaje personal podr¨ªa llenar de contenido varias temporadas de esa anhelada serie. Se cas¨® justo despu¨¦s de terminar el instituto, fue madre de dos hijos y comenz¨® a trabajar como contable en la empresa de su marido, dedicada al servicio de suministros a hoteles y hospitales. Rothman se divorci¨® y, entrada en la cuarentena, se convirti¨® en la jefa de negocio de pabellones en Filadelfia y en Cleveland antes de llegar a Los ?ngeles. Fue ella misma la que le ¡®vendi¨®¡¯ la idea a Jerry Buss de comprar la franquicia por 67 millones de d¨®lares. Hoy, seg¨²n la revista Forbes, Los Angeles Lakers est¨¢n valorados en m¨¢s de 4.600 millones.
La clave del ¨¦xito de Rothman, seg¨²n confes¨® a la misma cabecera el promotor de conciertos Tom Hewlitt, resid¨ªa en su capacidad para ¡°aguantar los golpes¡± inherentes a este negocio. ¡°De alguna manera consigue sobreponerse a las personalidades locas de esta industria y hacer que todos se sientan importantes¡±. A pesar del reconocimiento profesional que puede suponer la repercusi¨®n de la reci¨¦n estrenada Tiempo de victoria, Rothman, que se retir¨® de su cargo en The Forum en 1995 para convertirse en vicepresidenta ejecutiva de Ticketmaster, dice no tener ning¨²n inter¨¦s en ver recreada su historia en la peque?a pantalla. ¡°Me negu¨¦ a involucrarme de ninguna manera. S¨¦ que Jeannie Buss [hija de Jerry y actual due?a del equipo] no la ha aprobado, as¨ª que no he tenido nada que ver con la serie. Le¨ª el guion del primer episodio y no me gust¨® c¨®mo me presentaron. Era una mierda¡±, cont¨® en una entrevista la nonagenaria.
Pero si su influencia en hacer de los Lakers la franquicia por antonomasia del baloncesto internacional es digna de ser contada en una ficci¨®n de m¨¢ximo presupuesto, audiencia y ambici¨®n, su ascendencia en la industria musical no se queda atr¨¢s. Abri¨¦ndose paso en un sector al menos tan mis¨®gino como el deportivo, Rothman fue, seg¨²n la revista Billboard, ¡°quien consigui¨® romper el techo de cristal en un club para hombres¡±. Hasta su intervenci¨®n, los pabellones solo acog¨ªan los partidos de los diferentes equipos y eventos menores como el circo o espect¨¢culos de patinaje.
Con Rothman al mando, Led Zeppelin actu¨® 16 veces en The Forum entre 1970 y 1977. Tambi¨¦n Prince, Paul McCartney, Queen, Fleetwood Mac, Bruce Springsteen, Nirvana o David Bowie, por mencionar unos pocos. Tal era el prestigio de tocar en su recinto que eran los propios managers quienes la llamaban para ofrecer los servicios de la estrella de turno. Justo cuando este tipo de estadios se han convertido en aut¨¦nticos puntos estrat¨¦gicos de las ciudades, obras vanguardistas capaces de albergar todo tipo de disciplinas y que trascienden, como el esperado nuevo Bernab¨¦u, la mera actividad deportiva, su visionaria apuesta adquiere m¨¢s valor hoy que nunca. Ella, sin embargo, simplificaba su rompedor modelo de negocio con una lecci¨®n aprendida mientras trabajaba como contable en la hosteler¨ªa. ¡°El negocio de los pabellones es como el de los hoteles: una noche sin reservas es un ingreso que nunca recuperas¡±.
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