?As¨ª me adentr¨¦ en la inteligencia artificial y desde entonces no he parado de jugar?

Soy consciente de la controversia que genera, pero me gustar¨ªa contaros qu¨¦ es lo que a m¨ª me ha causado fascinaci¨®n: para comenzar es necesario escribir el comando ¡®imagina¡¯. Esto fue lo primero que me atrajo, esa invitaci¨®n a pensar de manera creativa; ya no solo la posibilidad de desplegar ese imaginario personal, sino adem¨¢s poner im¨¢genes a proyectos que antes eran imposibles por falta de tiempo, medios, log¨ªstica o dinero. Ante un panorama sin l¨ªmites la mente se empieza a ensanchar, y, como ocurre cuando jugamos, empezamos a magnificar el sue?o, porque en eso consiste jugar, en que cualquier idea cobre sentido y el juicio comience a menguar hasta desvanecerse.

De esos juegos de palabras en los que a trav¨¦s de una descripci¨®n precisa dise?as escenarios con frases del tipo ¡°imagina una casita de madera cubierta de globos rojos en un paisaje nevado de d¨ªa¡±, nacieron proyectos visuales como un hotel de caba?as en Groenlandia, unas instalaciones de cristales de colores reflectantes en el Parque Nacional de Joshua Tree, unos t¨®tems en mitad del desierto, una fiesta de octogenarios que celebran el amor como adolescentes o una serie de fotograf¨ªas tituladas Recuerdos de un viaje que nunca hice, que muestran im¨¢genes de lugares que no podemos poner en el mapa, todav¨ªa, ya que solo existen en mi imaginaci¨®n, aunque ahora, por fin, puedo mostrarlas al mundo a trav¨¦s de las redes sociales.

Ante un panorama sin l¨ªmites creativos, la mente se empieza a ensanchar

Esa ventana abierta al mundo 24/7 me ha ense?ado que nunca sabes qui¨¦n puede estar al otro lado deseando poner en marcha aquello que t¨² publicas. De hecho, hace unos d¨ªas contact¨® conmigo un arquitecto de California, que acababa de comprar 200 acres en Joshua Tree, interesado en mis instalaciones creadas con MidJourney. Para que lo extraordinario acontezca hay que ponerlo en marcha.

Me dedico al arte por la motivaci¨®n de dar forma a aquello que tengo en mente, pero nunca antes hab¨ªa sido tan sencillo y r¨¢pido como lo es ahora con la IA [Inteligencia artificial]. Y es que, gracias a esta, estamos ante un nuevo paradigma en el proceso creativo. No es que el ya conocido vaya a desaparecer, es que aqu¨ª nace una nueva rama que nos abre la puerta al arte de la descripci¨®n, ya no vale el boceto, ahora hay que ser meticulosos, fijarnos en los materiales, en la luz, el color y el espacio, el n¨²mero de personas o el estado del cielo. Nos se?ala la importancia de cuidar los detalles, porque cuanto mejor definamos, m¨¢s preciso ser¨¢ el resultado. Y algo curioso es que en la IA no hay dos resultados iguales, aunque la descripci¨®n sea la misma. Y este azar es el responsable de que muchas veces se a?ada ese toque de sal a esa idea que ten¨ªamos en la cabeza. Y la mayor¨ªa de las veces la eleva, lo cual me hace pensar que ser¨ªa interesante cambiar la palabra ¡®fracaso¡¯ por ¡®azar¡¯, ya que en cuesti¨®n de acontecimiento inesperado, puede sorprendernos. Reivindico seguir jugando. La IA nos invita a explorar, a so?ar despiertos y a imaginar esos mundos paralelos que habitan nuestras mentes.