?Cu¨¢nto tiempo sin sexo es demasiado tiempo?
Vivir una vida de actividad sexual constante es algo que les pasa a muy pocas personas. El resto de los mortales fluct¨²a entre periodos de sexo frecuente y ¨¦pocas de vacas flacas, dependiendo de si tiene pareja o no.
?Cu¨¢nto tiempo puede estar un ni?o sin jugar? ?Cu¨¢nto un adulto sin re¨ªr, sin sentirse deseado/a, sin perder el aliento, sin experimentar determinadas sensaciones f¨ªsicas? ?Cu¨¢nto tiempo puede estar una piel sin tener el contacto de otra, aliment¨¢ndose solo del agua de la ducha o del roce de las s¨¢banas o la ropa?
Seguramente, los periodos de abstinencia sexual son tan necesarios como el ayuno; pero si se prolongan demasiado, especialmente sin el consentimiento de uno, pueden tener sus secuelas f¨ªsicas y ps¨ªquicas. Prueben a darse de baja seis meses en el gimnasio y comprobar¨¢n como el cuerpo se olvida enseguida de la noci¨®n de firmeza y sucumbe, pl¨¢cidamente, a la de gravedad. Dejen de utilizar sus labios para besar o chupar y ver¨¢n como pronto se dedican, casi exclusivamente, a hacer las veces de alfombra roja de la comida (sustituto indiscutible del sexo). Experimenten durante una buena temporada el hecho de no sentirse deseado/a, no aparecer en las fantas¨ªas de nadie o no ser el complemento directo de oraciones o mensajes de sexting y puede que entonces sea usted el que deje de desear muchas cosas que antes le fascinaban. La vida sin sexo es perfectamente posible pero no es vida, porque como dec¨ªa Rafaela Carr¨¢, ¡°sin amantes, qui¨¦n se puede conformar, sin amantes esta vida es infernal¡±.
A la pregunta de ?cu¨¢nto tiempo sin sexo es demasiado tiempo?, Francisca Molero, sex¨®loga, ginec¨®loga, directora del Institut de Sexolog¨ªa de Barcelona, del Instituto Iberoamericano de Sexolog¨ªa y presidenta de la Federaci¨®n Espa?ola de Sociedades de Sexolog¨ªa, responde sin pens¨¢rselo demasiado, ¡°yo dir¨ªa que mucho tiempo sin sexo es m¨¢s de tres meses. Claro que hay que aclarar que hablamos de estar sin sexo de ning¨²n tipo, y que lo que se entiende por relaciones sexuales no se ci?e solo a la penetraci¨®n o la masturbaci¨®n rec¨ªproca, sino que abarcan muchas otras pr¨¢cticas. Es frecuente que las parejas estables de largo recorrido se distancien en un momento dado y que la frecuencia de las relaciones sexuales baje o desaparezca, ya sea por el estr¨¦s, el trabajo, los hijos, enfermedades, etc; pero si han seguido manteniendo contacto f¨ªsico (caricias, besos, abrazos) es m¨¢s f¨¢cil que retomen el erotismo; mientras que las que lo han perdido estar¨¢n m¨¢s cerca de la ruptura¡±.
Vivir una vida de actividad sexual constante les ha pasado a muy pocas personas, entre las que en una b¨²squeda en la Red aparecen Hugh Hefner, el creador de la revista Playboy, el tenista rumano Ilie Nastase, Warren Beatty, Jack Nicholson, Julio Iglesias, el actor porno John Holmes y hasta el mism¨ªsimo Fidel Castro. Mientras que en el pabell¨®n femenino, el de las ninf¨®manas (as¨ª viene si pones en el buscador ¡®mujeres promiscuas¡¯), se situar¨ªan la reina Isabel I de Inglaterra (parad¨®jicamente llamada la ¡®Reina Virgen¡¯, porque nunca se cas¨®), Catalina II de Rusia, Paulina Bonaparte, hermana del emperador de Francia, o Joan Crawford, entre otras.
La mayor¨ªa de los mortales, sin embargo, fluct¨²a entre periodos de actividad sexual frecuente y ¨¦pocas de vacas flacas, dependiendo de si se dispone de partenaire o no. La naturaleza es tan generosa y comprensiva que nos ha dotado de todo lo necesario para seguir manteniendo relaciones, a¨²n sin nadie, pero a un gran n¨²mero de personas esto le parece, todav¨ªa, hacer trampas, cuando no un acto desesperado o triste, que prefieren evitar; descartando as¨ª un tiempo precioso para conocerse mejor sexualmente, entrenar la libido, experimentar con el propio cuerpo y beneficiarse de los efectos colaterales del sexo.
En dique seco tras una ruptura
Generalmente las rupturas sentimentales van seguidas de un periodo de duelo (con sus tres fases: negaci¨®n, rabia y aceptaci¨®n con tristeza) en el que lo que menos apetece es embarcarse en una nueva aventura y lo que m¨¢s, conseguir hacerse amigo de los habitantes de la isla india de Sentinel del Norte, alejarse del mundo cruel y lanzar flechas a cualquiera que se acerque.
Existe tambi¨¦n otro caso, cuando la ruptura se ha producido mucho antes, pero la pareja mantiene una convivencia conflictiva. Entonces, la separaci¨®n final puede verse como un alivio, como el fin de una agon¨ªa. Violeta 37 a?os, Madrid, hace tiempo que hab¨ªa cambiado a su novio por un compa?ero de piso con broncas diarias. ¡°En mi caso¡±, comenta esta madrile?a, ¡°el duelo, la rabia y la tristeza los viv¨ª antes, cuando todav¨ªa estaba con ¨¦l, los cinco a?os previos a la separaci¨®n. El d¨ªa que decidimos dejar de vivir juntos fue una liberaci¨®n, fue volver de nuevo a la pista y retomar mi vida er¨®tica¡±.
¡°Es lo que se llaman las ¡®parejas de intervalo¡¯, experiencias que se necesitan para sentirse de nuevo deseado y que coinciden con un nuevo repunte en la vida social, unida al af¨¢n de los amigos por ayudar a olvidar. Muy necesarias y que elevan mucho la autoestima¡±, se?ala Francisca Molero. ¡°En la ruptura, algunos adoptan esta actitud mientras otros se encierran en s¨ª mismos, tratando de entender lo que ocurri¨® y aparcan la vida sexual. Estos momentos de vac¨ªo, de introspecci¨®n, pueden ser tambi¨¦n muy interesantes puesto que no solemos hacer este ejercicio con el sexo, pero pueden descubrirnos cosas nuevas sobre nosotros y nuestra forma de entender el placer¡±, se?ala esta sex¨®loga.
El desierto er¨®tico posterior a la llegada de los hijos
Al par¨®n fisiol¨®gico inherente a cualquier parto, la famosa cuarentena, se unen los factores psicol¨®gicos y el hecho de que los beb¨¦s demandan atenci¨®n constante; lo que hace que muchas parejas prolonguen su ayuno er¨®tico m¨¢s de lo debido. ¡°Para empezar, hay causas hormonales que ponen el sexo en un segundo o tercer plano¡±, apunta Molero, ¡°ya que tras el parto, las hormonas sexuales disminuyen y aumenta la prolactina (hormona que estimula la secreci¨®n de la leche materna), antagonista de la libido y pensada para que la madre atienda a sus cr¨ªas como se merecen. En casos de parejas a las que les haya costado quedarse embarazadas, hay tambi¨¦n un cierto hartazgo, ya que las relaciones sexuales es posible que llegasen a convertirse en intentos repetidos de concepci¨®n, lo que les hizo perder su sentido placentero. Hay tambi¨¦n una moda que se llama ¡®colecho¡¯ y que consiste en que los ni?os peque?os duerman con los padres y que, en muchos casos, prolonga este par¨®n. Antiguamente, sin embargo, las mujeres sent¨ªan que deb¨ªan volver a las relaciones lo m¨¢s pronto posible porque si no el marido pod¨ªa buscar el placer con otras. A mi consulta llegan parejas que llevan 2 a?os sin actividad sexual tras la llegada de un hijo. Entonces empiezan a preocuparse. Sin embargo, hay otras que retoman el erotismo a los 15 d¨ªas, incluso centrado en lo genital ya que, afortunadamente, las episiotom¨ªas (corte que se hace para facilitar el parto y evitar desgarros) se hacen cada vez menos¡±, subraya esta ginec¨®loga.
Si abandonas el sexo a los 50, este puede abandonarte a ti para siempre
Este es el momento m¨¢s peligroso para hacer parones prolongados, ya que cuando queramos volver a la acci¨®n, tal vez el cuerpo no est¨¦ ya tan en forma como antes. Pero los trastornos de la menopausia, que pueden convertir la relaci¨®n sexual en el Rally Dakar (con la sequedad propia del desierto) o la eyaculaci¨®n retardada (mal que afecta a muchos varones en los, no tan felices, 50) pueden inclinar la balanza hacia Nexflix o Pornhub, m¨¢s que al enfrentamiento cuerpo a cuerpo.
¡°Muchas mujeres en esta edad experimentan cambios en sus cuerpos que las hacen sentirse inseguras, poco atractivas y rehuyen el sexo; pero hay otras que viven el fin de su etapa f¨¦rtil como una liberaci¨®n¡±, se?ala Molero. ¡°En cuanto a los hombres, sus erecciones empiezan a ser menos turgentes y muchos se sienten m¨¢s seguros con la masturbaci¨®n, as¨ª nunca defraudan a nadie. Con la edad vamos perdiendo funciones y es m¨¢s dif¨ªcil recuperarlas del todo. Es algo parecido a romperse la cadera a los 25 a?os o a los 80. Pero la actitud mental es muy importante, y en parejas, el deseo de uno puede afectar al otro, positiva o negativamente. Por eso algunas uniones empiezan a plantearse ya una cierta apertura. Que si uno sigue teniendo ganas, pueda tener relaciones con otro/a, al margen de seguir con su compa?ero/a¡±.
No deber¨ªamos esperar a los tres meses de los que habla Molero para seguir siendo seres sexuados, tanto si tengamos pareja como si no. El autoerotismo, aderezado ahora con todo tipo de juguetes y complementos, nunca nos va a dejar de lado. Es, seguramente, una de las pocas cosas constantes en un mundo bipolar e inestable y deber¨ªamos sacarle m¨¢s partido. Y, si no eres partidario de las relaciones prematrimoniales, siempre existe la posibilidad de casarse con uno mismo. En Jap¨®n, el pa¨ªs de los solitarios, es tendencia. Se fija la fecha, se hace una ceremonia y se alquilan amigos para celebrarlo.
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