Dejar de comer carne no te salvar¨¢ a ti ni al planeta

Hay muchas carnes, adem¨¢s de la roja

Basta echarle un ojo a cualquier pir¨¢mide alimentaria para constatar que la base de una dieta saludable se sustenta en el consumo habitual de frutas, cereales, verduras y hortalizas. Hay consenso internacional ¨Cla Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) ya lo dictamin¨® en 2015¨C en que la carne roja procesada, como la que llevan salchichas y hamburguesas, es carcin¨®gena para los humanos: cada porci¨®n de 50 gramos consumida diariamente aumenta el riesgo de sufrir c¨¢ncer colorrectal en un 18%, seg¨²n los expertos de la OMS, que tambi¨¦n vieron asociaciones con el c¨¢ncer de p¨¢ncreas o de pr¨®stata. La carne roja sin procesar, como la de vacuno, cordero o caballo, tambi¨¦n es ¡°probablemente carcin¨®gena¡±, alertaron. Aunque una excelente fuente de hierro y prote¨ªnas de calidad, conviene no comer m¨¢s de 300 gramos de carne roja a la semana, recuerda Juanjo C¨¢ceres, autor del libro Dieta y c¨¢ncer (Ediciones Mart¨ªnez Roca-Editorial Planeta) junto a Julio Basulto. Ahora bien, mucho m¨¢s discutible, por no decir falso, es que haya que prescindir de la prote¨ªna animal por motivos puramente nutricionales. ¡°Los estudios no observan grandes problemas de salud asociados al consumo de prote¨ªna animal, como las carnes blancas, los l¨¢cteos y los huevos, pero s¨ª es evidente que un elevado consumo de ellos desplaza a los alimentos vegetales poco procesados que son la esencia de un r¨¦gimen saludable¡±, admite C¨¢ceres. Apocal¨ªpticas afirmaciones como las que lanza el documental de Netflix What the Health, que compara comer un huevo diario con fumar cinco cigarrillos, son m¨¢s efectistas que reales.

Vegetal no equivale a sano

Aunque se acostumbra a asociar comer carne a la ingesta de prote¨ªna, lo cierto es que existen excelentes fuentes vegetales para conseguirla, como la soja y sus derivados, las legumbres, los cereales y los frutos secos. ¡°El nutriente cr¨ªtico en la dieta vegetariana es la vitamina B12, ya que solo se encuentra presente en alimentos de origen animal¡±, explica Juanjo C¨¢ceres. La falta de B12 provoca desde fatiga y debilidad a problemas de equilibrio, p¨¦rdida de memoria, hormigueo en pies y manos, sensaci¨®n de fr¨ªo e incluso demencia o dificultad para respirar en los casos m¨¢s graves. Por ello es ¡°imprescindible el consumo de suplementos de vitamina B12 en una dieta vegana y aconsejable en una dieta ovolacteovegetariana¡±, a?ade C¨¢ceres, que tambi¨¦n recomienda el consumo de sal yodada, un consejo extensible a toda la poblaci¨®n. El m¨¦dico franc¨¦s Henri Joyeux, experto en nutrici¨®n y c¨¢ncer va un paso m¨¢s all¨¢: en su libro Come bien hoy, vive mejor ma?ana se refiere a los veganos como los ¡°talibanes de lo vegetal¡± y desaconseja de plano esta dieta, que considera peligrosa. ¡°Estas personas, que no consumen productos animales, incluidas la carne, el pescado, los huevos y los l¨¢cteos, presentan una importante carencia de colesterol y de hormonas sexuales y del estr¨¦s¡±, sostiene. Para Joyeux, tan malo es atiborrarse de carne roja y leche animal como nutrirse solo de productos vegetales, lo que lleva a una carencia no solo de B12 sino de determinados amino¨¢cidos esenciales, calcio y hierro. Tambi¨¦n advierte contra los reg¨ªmenes basados exclusivamente en alimentos crudos, que provocan trastornos digestivos, sobre todo c¨®licos. A juicio de Henri Joyeux, lo ideal es una dieta en su mayor¨ªa vegetariana, basada en frutas y verduras frescas o cocinadas al vapor, pero sin prescindir de la carne, a poder ser blanca y de aves, y del pescado y el marisco fresco, mejor si es capturado en mar abierto.

La industria de los procesados, tambi¨¦n en lo veggie

Si algo est¨¢ claro es que el vegetarianismo, de forma m¨¢s o menos estricta, es una opci¨®n que ha ganado popularidad en Espa?a en la ¨²ltima d¨¦cada. Seg¨²n el estudio The Green Revolution, elaborado por la consultora Lantern en 2017, una de cada diez mujeres es veggie y el 8% de los mayores de 18 a?os sigue una dieta vegetariana en alguna de sus variantes. Esto se traduce en un floreciente mercado de sustitutivos de los productos animales, muchas veces no tan saludables como debiesen. Leches y yogures vegetales con demasiado az¨²car a?adido: hay que leerse las etiquetas para asegurarse de que no lo llevan o al menos poco, menos de 5 gramos por 100 ml. O quesos, hamburguesas o salchichas veganos que cobran forma gracias a una mezcla de almid¨®n, colorante y grasas de mala calidad, con un aporte proteico en realidad muy bajo. Cuanto menos procesado industrial, mejor, es una consigna que funciona para todos los alimentos.

?Tu dieta, salva el planeta?

Las dietas dominantes en el mundo durante los ¨²ltimos 50 a?os, adem¨¢s de no ser ¨®ptimas desde un punto de vista nutricional, ¡°contribuyen de manera importante al cambio clim¨¢tico y aceleran la erosi¨®n de la biodiversidad natural¡±. As¨ª de tajante se mostraba en enero la prestigiosa revista cient¨ªfica The Lancet al publicar los resultados de dos a?os de investigaci¨®n de una comisi¨®n integrada por 37 expertos de 16 pa¨ªses. ¡°La dieta del planeta¡±, como hizo fortuna en los medios espa?oles, recomienda una ingesta diaria de 2.500 calor¨ªas, la mayor¨ªa de origen vegetal: apenas 14 gramos de carne roja al d¨ªa, 29 gramos de pollo y otras aves, 28 gramos de pescado, 13 de huevos y 250 de l¨¢cteos. Con ello no solo se podr¨ªan evitar 11 millones de muertes prematuras al a?o por enfermedades relacionadas con la mala alimentaci¨®n en todo el mundo, sino que se reducir¨ªan la emisi¨®n de los gases de efecto invernadero. No obstante, no s¨®lo la ganader¨ªa y la pesca intensivas perjudican el medio ambiente: tambi¨¦n la globalizaci¨®n de ciertos cultivos, como el de aguacate o la quinoa, se traduce en deforestaci¨®n, gasto de agua desaforado y desigualdades sociales. Si de salvar el planeta se trata, el consumo de productos de proximidad y temporada, sean vegetales o no, o el movimiento slow food ganan adeptos.