Doctor Martens, tan de moda como siempre
El primer par se vendi¨® en 1960. Hoy siguen estando tan de moda como entonces. Dentro y fuera de la pasarela.
Caitlin Moran aconseja coger un buen martillo o algo contundente y golpearlas hasta que pierdan rigidez antes de calzarlas por primera vez. Sabe de lo que est¨¢ hablando. Ella lleva mucho tiempo con unas Doctor Martens en los pies, como buena inglesa es consciente de que la ropa dice mucho m¨¢s de una persona y su contexto de lo que puede parecer en su momento.
La marca Doctor Martens cumple 55 a?os y, aunque no han conseguido esquivar los mecanismos del mercado, su imaginario sigue estando fuertemente ligado al pa¨ªs que las puso a la venta y al p¨²blico que las acogi¨®. Pese a que en un principio esas botas ¨Cduras como piedras y resistentes al agua, la grasa o el aceite¨C estaban dirigidas a los trabajadores, se acabaron convirtiendo en un s¨ªmbolo de la rebeli¨®n juvenil surgida de la clase que las gastaba: la obrera.
El dise?o original fue obra de Klaus Maerten, un m¨¦dico de la armada alemana durante la segunda guerra mundial, que despu¨¦s de un accidente esquiando las pens¨® como un zapato ortop¨¦dico. Junto a su colega el Doctor Kunk cre¨® una suela de suspensi¨®n neum¨¢tica que le permit¨ªa caminar sin hacerse da?o. Posteriormente, se asoci¨® con la compa?¨ªa de calzado brit¨¢nica R. Griggs Group Ltd. quien les puso el nombre comercial y les a?adi¨® el caracter¨ªstico ribete amarillo. El primer modelo, el 1460, sali¨® a la venta por primera vez en 1960 en color rojo y con 8 ojales para los cordones. Las utilizaban los cuerpos de polic¨ªa, los carteros y los obreros.
Pete Townshend, l¨ªder del grupo The Who, fue el primero en ponerlas de moda en la cultura popular cuando se present¨® con ellas en el escenario en 1966, como explica Martin Roach en su libro Doctor Martens: The Story of a British Icon. Paralelamente los skinheads ya las hab¨ªan incluido en su uniforme junto a las camisas de cuadros, polos, tirantes y cabeza rapadas. Cabe destacar que aunque la palabra skinhead se asocie directamente con grupos de hoolingans violentos o neonazis, en un principio no lo fueron. Comenzaron siendo una tribu urbana derivada del movimiento mod brit¨¢nico interesada por la m¨²sica ska, que empezaba a sonar en el pa¨ªs debido a la influencia de la m¨²sica jamaicana. La violencia vino despu¨¦s, m¨¢s o menos de la mano de Margaret Thatcher y su azote a la clase obrera.
La pel¨ªcula This Is England ilustra bastante bien ese momento de la historia brit¨¢nica y, de hecho, en una de las escenas el protagonista le pide a su madre, para su sorpresa que le compre unas Doctor Martens. Es solo una prueba m¨¢s de que la cultura brit¨¢nica las tiene muy presentes: hasta pueden presumir de tener una canci¨®n propia, que aparece en uno de los cap¨ªtulos de la m¨ªtica serie The Young Ones, que habla de la capacidad de uni¨®n entre las personas que tienen las botas, aunque de una manera ciertamente estramb¨®tica.
En 1984 se comercializaron por primera vez en Estados Unidos. Por aquel entonces el movimiento punk ya las hab¨ªa incorporado a su vestimenta y los grupos de hardcore estadounidenses no se quedaron atr¨¢s. En los a?os 90 el grunge no se las quit¨® de los pies y para el nuevo siglo ya hab¨ªan alcanzado sin problema el estatus de cl¨¢sico inalterable a los cambios de la moda.
Su salto a las pasarelas fue cuesti¨®n de tiempo y en 2007 Yohji Yamamoto expuso a sus modelos al riesgo de acabar con ampollas en los talones al hacerlos desfilar en Par¨ªs calzados con los pares pertenecientes a su colaboraci¨®n con la marca inglesa. Este a?o han aparecido en las colecciones de oto?o de Alexander McQueen, aunque sea como inspiraci¨®n de Sarah Burton, que las combina con ropa de estilo militar. Otras marcas tambi¨¦n han inclu¨ªdo este tipo de botas en sus propuestas como, por ejemplo, Calvin Klein, Dolce & Gabbana, Coach y Ji Oh.
Rihanna, Agyness Deyn, Pixie Geldof y hasta el Papa Juan Pablo II las han llevado en p¨²blico como s¨ªmbolo de rebeld¨ªa, al menos las primeras. La marca ha hecho una l¨ªnea inspirada en la serie Hora de aventuras, otra en colaboraci¨®n con el artista Mark Wigan y otra con la marca Supreme.
A principios del siglo XXI deslocalizaron su producci¨®n y la llevaron a pa¨ªses asi¨¢ticos que fabrican a bajo coste, acabando as¨ª con un buen n¨²mero de puestos de trabajo en el Reino Unido ?Qu¨¦ queda de sus valores originales? En 2013 R. Griggs Group Ltd la vendi¨® al grupo de inversi¨®n Permira por m¨¢s de 400 millones de euros. Conscientes de que todos estos cambios estaban alejando a sus consumidores principales y afectando a su branding tomaron varias medidas: un comunicado de responsabilidad social corporativa, la vuelta de su l¨ªnea dedicada a los consumidores veganos y una colecci¨®n Made In England (m¨¢s cara, por supuesto) hecha en la f¨¢brica de Northamptonshire, reabierta en 2010. Adem¨¢s, ha vuelto al mundo de la m¨²sica organizando conciertos y patrocinando eventos como reuniones de skins en Brighton, todo bajo el lema #standforsomething. Saben que el ¨¦xito de una marca depende en gran parte de la capacidad de emocionar al consumidor y una de las herramientas m¨¢s efectivas es la m¨²sica. Lo bueno de los cl¨¢sicos es que tienen g¨¦neros d¨®nde escoger.
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