?D¨®nde y c¨®mo se consigue la inspiraci¨®n?
Perseguir, buscar, llamar a la inspiraci¨®n¡ ?D¨®nde y c¨®mo se consigue? Cinco creadores nos muestran d¨®nde nacen sus ideas y los engranajes que les ayudan a transformarlas en obras.
ELSA PUNSET: "Que la gente que quiero est¨¦ cerca me da paz"
Nada es anecd¨®tico en la vida de Elsa Punset. Y mucho menos en su trabajo. ?La verdad es que no hago diferencias entre vida personal y profesional. Mis libros los inspiran mi d¨ªa a d¨ªa, el modo en que resuelvo mis dudas y los retos a los que me enfrento?. Su ?casa-oficina-laboratorio? equilibra el esp¨ªritu de b¨²squeda que la define. El adjetivo n¨®mada tambi¨¦n le gusta. Suena libertario. ?Yo tiendo a no acumular. De hecho, en mis mudanzas pierdo muchas cosas por convencimiento. Hasta ahora, que creo que hemos encontrado un verdadero hogar, no cuidaba los detalles porque me gusta el rollo distendido. No soy nada formal?.
Muchos cuadros se apoyan en el suelo. Para Punset, la casa, el lugar donde trabajas, ?es un reflejo ¨Cm¨¢s que un refugio¨C de lo que eres y te importa, de tus prioridades?. Por eso, junto a la mesa donde escribe (?la compr¨¦ hace a?os, era el mostrador de una tienda de muebles tiroleses?) hay una peque?a estanter¨ªa con lecturas queridas que suele releer (Jane Austen, Agatha Christie, las memorias de Carl Jung¡), un gran ventanal, desde el que se ve un olivo que acaban de plantar en el patio, y la sala de juegos de sus hijas. ?Sentir que las personas que quiero est¨¢n cerca y est¨¢n bien me da paz para poder centrarme?, explica. La puerta del despacho: abierta.?
?Me siento muy conectada con el resto del mundo cuando escribo. De alguna manera, percibes la presencia de las personas para las que lo haces?.
Germ¨¢n Saiz
Para ponerse a escribir, esta fil¨®sofa necesita ?un cierto desorden? durante el proceso creativo, y un ?cierto orden? antes de iniciar el siguiente. ?De alguna manera refleja mi mente?. El colorido que viste la casa parece imprescindible. ?Y la naturaleza?: p¨¢jaros (muchos p¨¢jaros), paisajes, rosales ingleses, jacintos¡ (?en mi pr¨®xima vida me encantar¨ªa ser jardinera o paisajista?).?
No hay rutinas en sus libros. ?Empiezan en mi cabeza mucho antes de ponerme frente al ordenador. En el nuevo,?El mundo en tus manos?(Destino), se adentra, por primera vez, en la inteligencia social, en c¨®mo nos relacionamos. ?El impacto de los dem¨¢s afecta a nuestra salud mental y f¨ªsica?, explica. ?Entrenar la mente es el objetivo de los pr¨®ximos 20 a?os: una vez que hemos aprendido a cuidar nuestro cuerpo, hay que hacer lo mismo con la raz¨®n. Pensar no es suficiente. Ni siquiera positivamente. Hay que hacer algo para calmarla?. Ella pone su teor¨ªa en pr¨¢ctica ejercit¨¢ndose con yoga y montando en bici. De vez en cuando su pareja tambi¨¦n la lleva al gimnasio. Literal. ?Porque soy muy vaga?. Lo f¨ªsico y lo emocional siempre van unidos.?
?Mi mente, como todas las humanas, est¨¢ programada para sobrevivir y tiende a dar una importancia exagerada a lo negativo, as¨ª que la entreno en positivo. Es muy eficaz y acostumbra al cerebro a recrearse en aquello que le da alegr¨ªa y serenidad. Solo si comprendes c¨®mo funcionas puedes ser mejor?.
Su despacho.
Germ¨¢n Saiz
Portada de su libro El mundo en tus manos junto a la traducci¨®n china de Una mochila para el universo. La ardilla es un amuleto que le recuerda su ni?ez en Londres.
Germ¨¢n Saiz
En la sala de juegos una de sus dos hijas hab¨ªa montado una rebeli¨®n de peluches. fuera, el olivo y las bicis de Elsa.
Germ¨¢n Saiz
JAVIER CERCAS: "Sin horarios, mis libros no existir¨ªan"
Abandona su retiro en el Ampurd¨¢n, donde ultima su pr¨®ximo t¨ªtulo, para recibirnos en su estudio de Barcelona. ?Mi religi¨®n me proh¨ªbe hablar sobre qu¨¦ estoy escribiendo. Hemingway dec¨ªa que, cuando cuentas algo de un libro, ese algo se pierde?, explica un autor que desmonta el t¨®pico del exceso literario. ?Mi trabajo es muy aburrido, tengo un horario oficinesco. Si no fuera as¨ª, no podr¨ªa escribir lo que escribo?. Sobre la esquiva inspiraci¨®n (que define como compenetraci¨®n total con lo que se est¨¢ haciendo), Cercas se reconoce en crisis permanente: ?Recuerdo una vez en la que la crisis era especialmente profunda, quer¨ªa tirarme por el balc¨®n, no me sent¨ªa escritor. Habl¨¦ con mi amigo Roberto Bola?o y le pregunt¨¦ qu¨¦ hac¨ªa ¨¦l cada ma?ana. Y me respondi¨®: ¡°Yo, antes de escribir, rezo¡±. ?Qu¨¦ vas a hacer si no? Si alguien puede ayudarte, que te ayude?. En lugar de la oraci¨®n, los rituales de artista del autor de Las leyes de la frontera (Mondadori) son la siesta y el deporte: ?Est¨¦ donde est¨¦, corro al menos media hora al d¨ªa; caminar a buen ritmo o correr es lo mejor para escribir; los aforismos de Nietzsche son pensamientos paseados?.
?La realidad pone ante m¨ª una pregunta, algo que no entiendo, y eso acaba obsesion¨¢ndome. Escribo para darle una respuesta?.
Germ¨¢n Saiz
ISABEL COIXET: "Hay que saber gestionar la angustia"
?Mi proceso creativo pasa por notas escritas en servilletas de bares, posavasos, recortes de revistas¡ Mi mesa es un desastre que apenas yo misma puedo entender. Pero, de repente un d¨ªa, no s¨¦ muy bien c¨®mo, toda esa amalgama cristaliza en un gui¨®n?, nos cuenta la directora catalana, quien define su sistema como ?una disciplina interna aparentemente ca¨®tica?. En junio estrena Mi otro yo (su debut en el cine de terror), pero ella prefiere hablar de Nobody Wants the Night (con Juliette Binoche y Rinko Kikuchi), que empieza a rodar el 6 de abril. Esa fecha cambiar¨¢ el caos de la fase de escritura por la disciplina militar del rodaje. ?Desde ese momento, soy muy rigurosa y sigo mi plan: nunca he rodado un d¨ªa de m¨¢s. Empieza el proceso con los actores, las localizaciones¡ Y hay que gestionar los nervios, saber qui¨¦n eres, d¨®nde est¨¢s y qu¨¦ historia quieres contar?.?
Coixet, en su estudio, confiesa: ?El detonante de un gui¨®n puede ser una conversaci¨®n o¨ªda furtivamente en un tren?.
Germ¨¢n Saiz
Una carrera plagada de reconocimientos no es suficiente contra la incertidumbre de la cineasta, quien confiesa tener ya su ?constante tri¨¢ngulo de angustia, situado encima del estern¨®n, que no me abandona?. Para desbloquearlo, no funcionan consejos amigos. ?Una de las discusiones que tengo cuando veo a Haruki Murakami es su empe?o en convencerme de las bondades del deporte. Una vez sal¨ª a correr con ¨¦l: no lo recomiendo. Cada uno tiene su camino y lo m¨ªo no es el ejercicio?. Su remedio contra el bloqueo es m¨¢s prosaico: ?Si te despiertas de madrugada pensando c¨®mo salir de un nudo de los personajes, no tiene sentido seguir en la cama. Me voy a la calle, pongo una pel¨ªcula o, si es viernes tarde, veo?S¨¢lvame?.
La desbordada mesa de trabajo de Coixet en sus oficinas de Miss Wasabi.
Germ¨¢n Saiz
JOSEP PONS: "Debo o?r con los ojos y ver con los o?dos"
El director musical del Liceu de Barcelona se define como recreador: ?Yo no sufro a un compositor dentro, sino que establezco una comunicaci¨®n muy intensa con partituras ya creadas?. El proceso del director de orquesta tiene tres fases. ?Primero, trabajo en abstracto: la mesa, la partitura y yo. En silencio, debo o¨ªr la m¨²sica en la cabeza y recrearla para definir la direccionalidad, los puntos culminantes, hacia d¨®nde enfocar la energ¨ªa y c¨®mo mantener la tensi¨®n?. Despu¨¦s, el ensayo con los m¨²sicos, que suele ocupar m¨¢s de seis horas diarias. Las mismas que ahora consagra a los estrenos de los poemas sinf¨®nicos Don Juan y Don Quijote, de Strauss (26 de marzo), y de la ¨®pera La leyenda de la ciudad invisible de Kitezh, de Korsakov (13 de abril). ?Trabajo con voluntades y debo seducirlos, convencerlos de que el camino que les propongo vale la pena?. Por ¨²ltimo, cuando llega el p¨²blico, ?de trainer paso a performer, porque act¨²o y tengo que insuflar la energ¨ªa a los m¨²sicos y crear un arco?.
Pons, en el despacho donde estudia las partituras: ?Procuro no llevarme el escenario fuera?.
Germ¨¢n Saiz
BLANCA LI: "Nunca pienso en la cr¨ªtica, me lo proh¨ªbo"
?Hay dos formas de vivir el baile: con placer o con dolor. Yo siempre lo he hecho con placer. A mis bailarines les digo que el estudio es una sala de juego?, explica la bailarina y core¨®grafa afincada en Par¨ªs justo antes del estreno en Madrid de Robot (Teatros del Canal, 10 y 13 de abril). Met¨®dica como artista, Li elabora ?en cada proyecto un cuaderno de creaci¨®n, a veces m¨¢s, en el que pego cualquier cosa que me inspire, storyboards¡ y lo comparto con los bailarines y los artistas con los que trabajo, para que ellos tambi¨¦n sue?en?. A partir de ideas que surgen ?de lo cotidiano? (en este caso, la naturalidad con la que las m¨¢quinas conviven con nosotros), la granadina realiza una rigurosa labor de investigaci¨®n previa a cada show en bibliotecas, museos y, sobre todo, a trav¨¦s de entrevistas con otros artistas que participar¨¢n del viaje, como el colectivo Maywa Denki. ?El folio en blanco provoca un p¨¢nico extra?o, pero a m¨ª me encanta esa euforia, entro en un mundo en el que no existe otra cosa?, confiesa.
Li y el cuaderno de creaci¨®n de Robot: ?Me gusta levantarme a las cinco de la ma?ana y tener un par de horas que son solo m¨ªas?.
Germ¨¢n Saiz
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