El club de los ni?atos poderosos
La pel¨ªcula ¡®The Riot Club¡¯ retrata la elitista y machista sociedad secreta a la que perteneci¨® el primer ministro David Cameron
![sociedad secreta](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HTRAKBELEFMDRJJLVO747POUEA.jpg?auth=711cba58939d91615ee456007b0c7da50270b2f40757b5a0047df7ee0ecb6112&width=414)
Hay fotograf¨ªas aparentemente inocentes que persiguen a los pol¨ªticos durante todas sus vidas. Aznar se fotografi¨® para El Pa¨ªs Semanal vestido del Cid Campeador antes de ser presidente y la imagen se ha desenterrado en varias ocasiones para venir a decir que el ex mandatario siempre se vio a s¨ª mismo como un cruzado y un campe¨®n de las Espa?as. En los a?os de gobierno socialista, se sol¨ªa hablar de "la foto de la tortilla", la imagen mitificada de un picnic setentero en la que aparec¨ªan Felipe Gonz¨¢lez, Alfonso Guerra y bastantes de los que despu¨¦s gobernar¨ªan el pa¨ªs durante d¨¦cadas. La implicaci¨®n era: ese es el n¨²cleo duro y quien no se comi¨® la tortilla no est¨¢ en el ajo. Ambas fotos son c¨®micamente blancas comparadas con el retrato de juventud que ha marcado la carrera pol¨ªtica del primer ministro brit¨¢nico, David Cameron, y del alcalde de Londres, Boris Johnson.
Tomada en 1987, en la foto aparecen los dos l¨ªderes, vestidos con el cl¨¢sico frac y pajarita blanca, con peinados muy New Romantic y rodeados del resto de sus compa?eros del Bullingdon Club. Esta instituci¨®n, a la que los iniciados llaman afectuosamente "Bullers", acoge a un grupo selecto de estudiantes de Oxford provenientes de las escuelas privadas m¨¢s elitistas. Al contrario que Skull & Bones y otras sociedades secretas de las universidades de la Ivy League, Bullers tiene poco misterio y menos aparataje pol¨ªtico-cultural. La principal actividad de los miembros del club es quedar para cenar y beber, comportarse de una manera atroz, destrozar el local escogido y dejar despu¨¦s al due?o del local un cheque para pagar por los desperfectos. El ministro de Econom¨ªa brit¨¢nico, George Osborne, tambi¨¦n perteneci¨® al club, aunque en a?os distintos.?
La foto emergi¨® cuando Cameron y Johnson empezaban a escalar posiciones en el Partido Conservador en la d¨¦cada pasada y desde entonces reaparece peri¨®dicamente, para suprema mortificaci¨®n de ambos. Cameron dijo en 2009 que se siente "completamente, desesperadamente avergonzado" de la foto y que "de joven uno hace cosas de las que luego se arrepiente". Johnson, como acostumbra, tir¨® de verbo m¨¢s florido para distanciarse tambi¨¦n: "Es una vi?eta verdaderamente vergonzosa de una arrogancia casi sobrehumana". Da igual lo que digan. La foto sigue ah¨ª, con su poderoso magnetismo. Esta misma semana ha vuelto a la palestra por dos motivos. John Oliver, el c¨®mico brit¨¢nico que presenta el programa sat¨ªrico Last Week Tonight en Estados Unidos, la utiliz¨® en su brillante segmento sobre el refer¨¦ndum escoc¨¦s, que se ha convertido en un ¨¦xito viral. "Miren a David Cameron¨Cdijo¨Ctiene la cara de un tipo que, cuando salen los criados en Downton Abbey, le da al fast forward".
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/US6VYOBIRVJLNASEQUWMAM7NWI.jpg?auth=7bf22affde53611901b5f01a155d45c5228a8fb13f47c620a89822d1844aacc2&width=414)
El filme es la adaptaci¨®n de la obra de teatro ¡®Posh¡¯, de la joven dramaturga Laura Wade, que caus¨® bastante revuelo al estrenarse en Londres en 2010.
Unviersal
El segundo motivo es el estreno hoy en Gran Breta?a de la esperada pel¨ªcula The Riot Club, de la directora de An Education, Lone Sherfig. El filme es la adaptaci¨®n de la obra de teatro Posh, de la joven dramaturga Laura Wade, que caus¨® bastante revuelo al estrenarse en Londres en 2010. Por mucho que se empe?e Wade en se?alar que el "Riot Club" de su libreto no es necesariamente el Bullingdon Club, digamos que ambos se parecen como un chaqu¨¦ a otro chaqu¨¦.?
En el filme, los miembros del Riot Club quedan, se ponen sus trajes, se emborrachan hasta lo indecible y siguen adelante con bien financiadas juergas hasta que un d¨ªa, en un pub, algo va estrepitosamente mal. Como si Historias del Kronen se cruzase con la escenograf¨ªa de Retorno a Brideshead. Varios cr¨ªticos han se?alado que la pel¨ªcula desactiva algo de la cr¨ªtica que conten¨ªa la obra de teatro y que, queriendo o sin querer, glamouriza a esos peque?os bastardos. Tambi¨¦n se ha se?alado la iron¨ªa de que una pel¨ªcula supuestamente hecha para denunciar los excesos de los cachorros de la clase alta est¨¦ protagonizada por, ejem, un pu?ado de cachorros de la clase alta. Aparecen Max Irons, hijo de Jeremy, y Freddie Fox, hijo del actor Edward Fox. Ambos son ex alumnos del elitista colegio Bryanston. M¨¢s controvertido a¨²n es el hecho de que produzca el filme Peter Czernin, heredero de una fortura de m¨¢s de dos mil millones de libras y ex compa?ero de piso y de curso en Eton de David Cameron.
En cualquier caso, y aunque la pel¨ªcula no pueda evitar el dotar a estos j¨®venes de cierto carisma ¨Cal fin y al cabo, son guapos y brillantes¨C, tambi¨¦n pone en evidencia que la actual clase dirigente tiene graves problemas de desconexi¨®n con sus gobernados, no s¨®lo de clase sino tambi¨¦n de g¨¦nero. De hecho, la pel¨ªcula a?ade personajes femeninos que la obra de teatro no tiene. Est¨¢ Lauren (Holliday Grainger), una chica de escuela p¨²blica que se enrolla con el protagonista y le se?ala la injusticia de ese enrarecido mundillo, Rachel (Jessica Brown Findlay, Lady Sybil en?Downton Abbey) y Charlie (Natalie Dormer, de Juego de Tronos), una prostituta a la que los chiquillos le piden que se ponga a cuatro patas debajo de la mesa durante la cena, para hacer de perro. Muchos comentaristas se?alan que hay una l¨ªnea directa entre el machismo rampante inherente al Bullingdon Club (o el Riot Club, lo mismo da) y el comportamiento actual de esos dirigentes, que van mucho m¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica y copan tambi¨¦n la banca, la gran empresa y los medios de comunicaci¨®n. De Cameron se ha dicho muchas veces que tiene un "problema con las mujeres", y no el tipo de problema-con-las-mujeres que tiene Fran?ois Hollande, sino otro m¨¢s grave. Aunque ha intentado desde el inicio de su carrera labrarse una imagen de hombre moderno que comparte al 50% el cuidado de sus hijos, ha habido momentos, como cuando le dijo a una diputada laborista "c¨¢lmate, cari?o" en la C¨¢mara de los Comunes, con tono de enorme condescendencia, en los que le ha traicionado el gen Bullingdon. A veces, una frase ¨Co una foto¨C echan por tierra a?os y a?os de esmerado trabajo de spin doctors y relaciones p¨²blicas.
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2ILUOPO2IFMTZPEOFAMYXRTPBY.jpg?auth=ebd92dd2fd718bd83ed6474d1b4514efb5d2f2f85ad5de0d68cf196748fdc421&width=414)
En ¡®The Riot Club¡¯, la directora de ¡®An education¡¯ disecciona las mis¨®ginas reuniones de la ¨¦lite masculina brit¨¢nica.
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