El ¨¦xito de los ni?os vestidos de colores: la historia detr¨¢s del m¨ªtico vestuario de Parch¨ªs
Tras el estreno del documental sobre el grupo infantil en Netflix, charlamos con algunos de sus integrantes sobre sus filias y fobias crom¨¢ticas, c¨®mo naci¨® su caracter¨ªstico estilo o por qu¨¦ pasaron del polo al ch¨¢ndal de tergal.
En un siglo en el que las celebridades se sostienen en el candelero los 15 minutos de los que hablaba Andy Warhol (el artista defend¨ªa que todo bicho viviente deber¨ªa disfrutar de la fama, al menos, ese nimio tiempo), cuando escasean las primeras figuras toca echar la vista atr¨¢s para reencontrarse con los dioses del pasado, de pies m¨¢s firmes. Por esta raz¨®n, o porque la historia hay que conocerla para no repetirla, Netflix acaba de estrenar un documental sobre Parch¨ªs, el grupo infantil espa?ol que naci¨® en 1979 tras la estela del ¨¦xito de Enrique y Ana.
Superaron todas las expectativas. La formaci¨®n public¨® una veintena de discos y protagoniz¨® siete pel¨ªculas en seis a?os. El grupo, que tom¨® el nombre del popular juego de mesa, estaba compuesto por cuatro fichas y un dado. Tino era la ficha roja, Yolanda la amarilla, Gemma la verde, Oscar la azul (hasta el a?o 81 y desde entonces hasta el 85 lo sustituy¨® Frank) y David el poliedro blanco.
De la colorista indumentaria de la formaci¨®n, se?a de identidad inconfundible del grupo, se encargaba Discos Belter, la compa?¨ªa que gest¨® la creaci¨®n de Parch¨ªs a partir de un escueto anuncio en los medios locales barceloneses. ¡°Discos Belter da la oportunidad a ni?os de 8 a 12 a?os que canten bien y tengan buen sentido del ritmo, para la formaci¨®n de un conjunto infantil y grabar discos. Presentarse todos los d¨ªas de 10 a 1 hasta el d¨ªa 15 de julio, preferible vengan con una canci¨®n aprendida en: Discos Belter, C/Gomis 1. Barcelona¡±, rezaba la publicidad. Ahora, consecuencia del ¨¦xito de Operaci¨®n Triunfo, ser¨ªamos incapaces de gestar el nacimiento de una banda de espaldas a la televisi¨®n o a Internet.
Parch¨ªs debut¨® en Aplauso de TVE en octubre de 1979, un hito que marc¨® el inicio de su vestuario de colores a medida. Aunque nunca les preguntaron qu¨¦ tono quer¨ªan encarnar, ning¨²n miembro os¨® jam¨¢s robarle el color a otro, ni para despistar a sus fans en plan broma pubescente. Frank, que sustituy¨® a David cuando el grupo ten¨ªa un par de a?os de vida, reconoce que le ?hubiera gustado ser la ficha roja pero no era posible¡± y a Tino, que siempre le ha encantado el azul, le asignaron el rojo, ¡°me sent¨ª muy c¨®modo y nunca me lo plante¨¦¡±. Yolanda, la ficha amarilla, tampoco. Sin embargo, reconoce a S Moda que ¡°no aborrezco el amarillo porque me gusta cuando lo veo en otras personas, pero yo nunca jam¨¢s visto de este color. No puedo, es una cosa muy rara, me pasa con la ropa que me regalan las marcas o con el vestuario cuando act¨²o, no me veo. He intentado comprarme prendas amarillas pero acabo por no usarlas nunca¡±.
La primera firma en vestir a las cinco fichas fue Trull¨¢s, que tambi¨¦n se hab¨ªa encargado de la indumentaria de la formaci¨®n infantil Nins; las cuatro ni?as y la pareja de ni?os que cuando no vest¨ªan iguales vest¨ªan combinados. Su est¨¦tica era mucho m¨¢s infantil y apagada. En solo tres meses desde su formaci¨®n vimos a Tino, Yolanda, Gemma, Oscar y David vestidos con esm¨®quines de raso cantando ¡°Parchis, chis, chis, es el juego de colores que cantamos para ti¡±, con mono y capa de superh¨¦roe entonando ¡®Superman¡¯ y de mariachis versionando el popular ¨¦xito mexicano Me gustas mucho. Destaca la versatilidad del dado que tan pronto vest¨ªa de negro, como de blanco, como se te?¨ªa con los colores de sus compa?eros.
Tambi¨¦n vistieron de Macla ¨Cespecializada en ropa deportiva¨C y Tutti Frutti, mucho m¨¢s ceremonial. Dos marcas que otorgaron definitivamente al poliedro el color blanco, evitando una posible crisis de identidad crom¨¢tica, y desangelaron el estilo del grupo vistiendo a sus miembros con indumentaria urbana preadolescente en vez de con disfraces. Los colores les identificaban, el ¨²nico que llevaba estampados de otros tonos era David (el dado) en los inicios de la formaci¨®n.
El estilo fue evolucionando seg¨²n iban cumpliendo a?os. Las ajustadas camisetas combinadas con vaqueros, al m¨¢s puro estilo Miguel Bos¨¦ ¨C¨ªdolo entonces¨C, se complementaban en las giras con ch¨¢ndales de algod¨®n de pu?o cerrado y de tergal, efecto encerado, con chaqueta de corchetes, un dos piezas que hoy nos puede parecer m¨¢s infantil que un sonajero pero que en los primeros 80 llevaban los imberbes m¨¢s canallitas. Pr¨¢cticamente todo el guardarropa del quinteto fue confeccionado en exclusiva para ellos.
La est¨¦tica de Parch¨ªs era mucho m¨¢s ani?ada que la de sus contempor¨¢neos; puro formato blanco con un aire de clase alta al estilo de Privata y Don Algod¨®n. Los cinco encarnaban a ese ramillete de nietos limpios y planchad¨ªsimos que todos los abuelos de entonces so?aban con ir a buscar al colegio en vez de a los propios, cosidos a parches con toda la flora y la fauna en versi¨®n dibujo infantil imaginable.
Los preadolescentes de los primeros a?os 80 se dejaron seducir por la est¨¦tica punk de ajustados desgastados pantalones vaqueros y chupas de cuero oversize para imitar a sus mayores. Dos a?os antes que Parch¨ªs hab¨ªa nacido Kaka Deluxe. Alaska s¨®lo ten¨ªa 14 a?os. En las contestatar¨ªas pintas del sexteto se inspiraron para vestir a Los punkitos (los recordar¨¢ porque cantaban aquello de ¡°pi-p¨ª, caca, culo, pedo, pis, pip¨ª) en la cinta Las aventuras de Enrique y Ana de 1981. Enrique y Ana, totalmente desfasados ¨Cquiz¨¢s para maquillar la diferencia de edad entre ellos¨C, se presentaban en p¨²blico con jers¨¦is de punto de cuello pico y camisa blanca como estudiantes de los a?os 50. A los j¨®venes mainstream les pirraban los vaqueros de Bonaventure y Liberto, las sudaderas de Amarras y Kappa, las zapatillas J¡¯Hayber y Victoria y las bombers de Chevignon y las chaquetas vaqueras de camionero de Lee.
A?os despu¨¦s del ¨¦xito, Frank reconoce que siempre ha odiado el azul (¡°de toda la vida, nunca me ha gustado pero recientemente he cogido aprecio y empiezo a llevar algunas prendas azules?) y Tino siente una atracci¨®n irracional por la tonalidad que le asignaron, ¡°no tengo mi armario lleno de cosas rojas pero, no s¨¦ muy bien por qu¨¦, me obligo a comprarme prendas de ese color, aunque tampoco me las pongo mucho¡±. Pese a estas filias y fobias crom¨¢ticas ninguno se neg¨® a vestir ninguna propuesta, solamente Yolanda alucin¨® cuando le asignaron un traje dorado ¡°muy raro, no me gustaba, no me sent¨ªa c¨®moda pero lo llev¨¦¡±. Estas afirmaciones podr¨ªan servir como punto de partida para un estudio sobre c¨®mo los colores impuestos en la infancia afectan en la edad adulta.
De todos los estilismos que vistieron Yolanda recuerda con especial cari?o las americanas con las que se presentaron en el Square Garden de Nueva York. No eran muy distintas a las de su primera visita a Aplauso. Frank, guarda mejor recuerdo del divertido mono de motorista de la portada de Coraz¨®n de Plomo. Sorprendentemente, o no, en el v¨ªdeo promocional (teaser lo llaman ahora) todos visten en blanco y negro.
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