El fin del lado pervertido de American Apparel
La firma despide a su CEO Dov Charney, encarnaci¨®n de la hipersexualizaci¨®n de la moda, tras m¨²ltiples esc¨¢ndalos de supuestos abusos.
"Queremos ser socialistas y capitalistas al mismo tiempo. Somos unas de las compa?¨ªas m¨¢s progresistas de Estados Unidos. Nuestra cruzada es fabricar productos en los que no se vea envuelta la explotaci¨®n laboral". As¨ª hablaba en 2011 Dov Charney en el documental hagiogr¨¢fico que American Apparel produjo en su honor. Parec¨ªan buenos tiempos. El canadiense aparec¨ªa entonces como la personificaci¨®n del hombre hecho a s¨ª mismo, un h¨¦roe del capitalismo que con 20 a?os fund¨® una firma basada en vender b¨¢sicos de vestuario con comercio justo 'made in USA'. Ataviado con sempiternas camisetas blancas de algod¨®n y adicto al pinganillo de su m¨®vil, el empresario que la revista Time se?al¨® en 2009 como una de las personas m¨¢s influyentes del planeta quer¨ªa convertirse en adalid de los derechos de sus trabajadores. Implicado econ¨®micamente con el partido dem¨®crata, Charney pagaba un m¨ªnimo de 18 d¨®lares la hora, defend¨ªa la reforma de inmigraci¨®n en EE UU y presum¨ªa del seguro m¨¦dico y dental que todos sus empleados disfrutaban. La viva imagen de un triunfador nato con aspecto de estrella porno de los 80 que despu¨¦s se ensombrecer¨ªa por multitud de esc¨¢ndalos y que pon¨ªa fin a su reinado el pasado mi¨¦rcoles, cuando American Apparel decidi¨® prescindir de su presidente definitivamente. Su historial de incidencias y pol¨¦micas, precisamente, no era ligero.
En 2004, una reportera de la revista Jane que pas¨® un mes junto a ¨¦l para escribir un reportaje asegur¨® que Charney lleg¨® a masturbarse hasta 8 veces delante de ella y que vio como ¨¦ste ped¨ªa a su asistente que le practicase una felaci¨®n. En 2008, cuando la empresa ya contaba con 7.000 trabajadores, llegaron las primeras denuncias de acoso sexual en el trabajo. Se dijo que Charney se paseaba desnudo por la oficina ("no hay ninguna ley que proh¨ªba ir sin ropa en tu trabajo", lleg¨® a decir en su declaraci¨®n), que se acostaba con sus empleadas y las llamaba "zorras" y "putas". Un exempleada le demand¨® acus¨¢ndole de haberle pedido que le masturbara (mientras solo llevaba un calcet¨ªn en su pene) y de haber sido despedida tras su negativa a a hacerlo. En 2009, un empleado filtr¨® que Charney desped¨ªa a gente por ser "fea y no encajar en los est¨¢ndares de American Apparel" y una investigaci¨®n federal descubri¨® que una tercera parte de sus trabajadores de las f¨¢bricas no ten¨ªan permiso para hacerlo en EE UU. Despu¨¦s, m¨¢s casos de acoso sexual. En 2012, una exdependienta de sus tiendas fue a juicio acus¨¢ndole de haber sido su "esclava sexual" en su apartamento. Se publicaron fotos y mensajes entre Charney y la adolescente en los que ¨¦l la obligaba a llamarle 'papi' (por aquel entonces acababa de cumplir 18 a?os) y pese al esc¨¢ndalo, Charney consigui¨® un aumento de 10 millones de d¨®lares anuales. Ese mismo a?o otro empleado le llev¨® a los tribunales por homof¨®bo y por haber intentado "estrangularlo". Hasta Woody Allen le llev¨® a juicio (y gan¨® 5 millones de d¨®lares) por usar una imagen suya interpretando a a Alvy Singer de Annie Hall en una publicidad de la firma sin su consentimiento. Charney contestar¨ªa en The Guardian asegurando que su intenci¨®n era utilizar la iron¨ªa de Allen, que "compart¨ªa" sus "frustraciones" frente a las continuas denuncias que ¨¦l mismo recib¨ªa por sus conductas sexuales.
Una imagen publicitaria de la firma en Nueva York, el pasado 19 de junio.
Getty
Tras una d¨¦cada de esc¨¢ndalos, American Apparel cerraba una era el pasado mi¨¦rcoles. Charney ha sido fulminantemente despedido de la presidencia de la compa?¨ªa que el fund¨® y dirigi¨® debido a "una investigaci¨®n que sigue en curso debido a su mala conducta". Seg¨²n explicaron fuentes an¨®nimas de la firma al New York Times, todo comenz¨® con una investigaci¨®n interna a Charney tras la denuncia en 2011 de la adolescente extrabajadora que aleg¨® ser su esclava sexual. Las pesquisas han destapado, seg¨²n las citadas fuentes, en "incumplimiento de su deber fiduciario, violar la pol¨ªtica de la empresa y el mal uso de activos corporativos". Lo que vendr¨ªa a ser uso indebido del capital de la compa?¨ªa con el que Charney financi¨® vuelos para sus padres y hasta lleg¨® a prestar los apartamentos de la firma a sus amigos. ?Por qu¨¦ reaccionar ahora a un caso judicial de hace dos a?os? ?Por qu¨¦ esperar tanto?
La compa?¨ªa siempre sali¨® en su defensa pese a las acusaciones y a sus pol¨¦micas campa?as publicitarias (que ¨¦l mismo ideaba y hasta algunas veces fotografiaba) en las que sexualizaba y mostraba en im¨¢genes pseudo pornogr¨¢ficas a trabajadoras de sus tiendas o clientas de la firma. Campa?as que llegaron a ser prohibidas en algunos pa¨ªses pero cuya estrategia publicitaria fue aplaudida por muchos ¨CThe Guardian eligi¨® a American Apparel como firma del a?o en 2009 y hasta Charney gan¨® un premio de "excelencia en marketing" en los LA Fashion Awards 2005¨C. Eran los tiempos en los que la 'misoginia hipster' era aupada por muchos. La era de oro del ahora denostado Terry Richardson, del auge de publicaciones como Vice, donde parec¨ªa divertido resucitar estereotipos sexistas en forma de campa?as? y editoriales de moda, pensando que aquello del feminismo y de la igualdad ya estaba m¨¢s que superado y no pasaba nada por ser ir¨®nicos con ello.
Ahora que la conducta de Richardson anda tambi¨¦n en tela de juicio (el New York Magazine le ha dedicado una reciente portada y un extenso reportaje a prop¨®sito de las acusaciones de abusos sexuales), puede que el cese de Charney no sea una b¨²squeda de nuevos valores alejados de la explotaci¨®n femenina. El New York Times destacaba que en American Apparel las acciones de la compa?¨ªa "se han desplomado un 80% en los ¨²ltimos cinco a?os" y el Women's Wears Daily apuntaba a un estudio de la consultora Brand Keys que aseguraba que la firma es una de las marcas que suscita menos compromiso entre los consumidores. 2013, adem¨¢s, fue uno de sus peores a?os fiscales. Igual la gente se ha cansado de Charney y sus pol¨¦micos anuncios. Igual toda esta hipersexualizaci¨®n y perversi¨®n en la moda, simplemente, ya no vende.
Algunos de los pol¨¦micos y controvertidos anuncios de American Apparel.
American Apparel
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