Entonces, ?qui¨¦n es una mujer real?
La moda por fin adopta nuevos modelos de belleza, pero a veces no se etiqueta como reales a las mujeres de complexi¨®n delgada ?Acaso no somos todas personas reales?
La batalla entre Lane Bryant y Victoria¡¯s Secret tuvo lugar a principios de abril y ocup¨® titulares de medios en todo el mundo. Tallas grandes contra cuerpo perfecto e inalcanzable. Detr¨¢s de este desaf¨ªo, dos marcas comerciales manejando los hilos y recibiendo atenci¨®n medi¨¢tica. Aqu¨ª se publicitaba mucho m¨¢s que unos sujetadores y unas braguitas. Aqu¨ª se cuestionaba desde el lenguaje publicitario el ideal de cuerpo femenino. Si hubiese que escoger una ganadora en cuanto imagen de marca, Lane Bryant venci¨® por goleada. Su campa?a #ImNoAngel (No soy un Angel) cumpli¨® su objetivo de viralidad. Enfrentarse directamente a una marca de reconocimiento global (la emisi¨®n del ¨²ltimo desfile de Victoria's Secret en EE UU gener¨® m¨¢s de un mill¨®n de tuits en apenas 30 minutos) le vali¨® apropiarse de esa fama a su favor. Millones de personas conocieron el no-tan-famoso nombre de Jane Bryant apelando a las mujeres reales. Atacar al ideal imposible de Victoria's Secret puso de su lado a las mujeres que no son ¨¢ngeles (ve¨¢se, la ampl¨ªa mayor¨ªa de la poblaci¨®n femenina).
Hay muchos t¨¦rminos clave en el p¨¢rrafo anterior ¨Ccuerpo perfecto, campa?a, ¨¢ngel de Victoria's Secret¨C, pero el m¨¢s importante es real. Una palabra que no deja de resonar en nuestras cabezas, un mensaje enviado desde m¨²ltiples altavoces: no os preocup¨¦is, ya pod¨¦is parar con el auto-odio, sois normales y ha llegado la hora de que reivindiqu¨¦is vuestro derecho a salir en las portadas de las revistas y los anuncios de la televisi¨®n. Un mensaje que certifica la necesaria amplitud de miras de los injustos y estrictos can¨®nes de la moda y que se ha traducido en l¨ªneas especiales de las marcas (Violeta by Mango, Ad+ de Adolfo Dom¨ªnguez, Asos Curve, etc), el despunte de modelos de tallas m¨¢s all¨¢ de la 42 como Candice Huffine o Tara Lynn y la comercializaci¨®n de la cosm¨¦tica para la belleza real.
Una de las firmas abanderadas de esta tendencia desde hace a?os y que apela directamente al mensaje de las mujeres reales como lema es Dove. En 2004 realizaron un estudio con la Universidad de Harvard que desprend¨ªa que s¨®lo el 2% de las mujeres se defin¨ªan como guapas. Ese dato les pareci¨® ¡°alarmante¡± y lanzaron la campa?a StopGap ¡°con la misi¨®n de cerrar este gap (en castellano ser¨ªa ¡°brecha¡±) de 98% de mujeres que no se describen como guapas y hacer que todas aprecien la belleza que hay en ellas¡±. explica Mar¨ªa Lemonidou de Unilever, grupo del que forma parte la marca. Desde entonces, sus campa?as buscan reforzar la autoestima femenina con mensajes poderosos (y muy virales).
Dove abri¨® la veda de la publicidad que celebraba las mujeres 'reales'. Nike vio el fil¨®n y en 2005 los medios aplaudieron su campa?a que inclu¨ªa frases como "mi culo es grande" y que "intentaba reflejar lo que es real, lo opuesto al ideal". Desde entonces, multitud de firmas han relajado las restricciones sobre los ideales de belleza y lo habitual ahora es lanzar campa?as que publicitan no tener photoshop sobre sus modelos y con diferentes prototipos de belleza. Celebrar que no s¨®lo los ¨¢ngeles de victoria's secret son el prototipo ideal es un fant¨¢stico avance al que nos ha costado mucho llegar. El problema viene dado cuando el mensaje de mujer real se reduce a otro determinado tipo de f¨ªsico, el contrario. ?Qu¨¦ pasa con las chicas que no responden a este nuevo ideal? ?No son reales?
La periodista Raquel Marcos public¨® un tuit en el que expresaba su hartazgo sobre este tipo de lemas: ¡°Ya s¨¦ que soy real¡±, comparti¨® en la red social. Al pedirle la versi¨®n extendida de esa opini¨®n se?al¨® el paternalismo del mensaje y coment¨®: ¡°?Estamos las mujeres tan acomplejadas, somos tan inseguras, que tienen que decirnos las marcas lo bonitas que somos? Todas las mujeres somos reales, no es necesario promover una guerra de tallas para que las que no tenemos el cuerpo de Karlie Kloss nos sintamos mejor y, en definitiva, nos identifiquemos y adquiramos un producto determinado¡±.
Est¨¢ claro que esta reflexi¨®n no es compartida por una gran parte de la sociedad. Desde Dove afirman que nunca les han acusado de oportunistas por utilizar el mensaje de belleza real siendo una firma de cuidado personal que mejora el aspecto del cuerpo. ¡°Las mujeres que inspiramos a cuidarse y verse bellas, cada d¨ªa, nunca nos han acusado. La conversaci¨®n que tenemos con ellas desde m¨¢s de 10 a?os y el comienzo del concepto de la belleza real nos ha tra¨ªdo testimoniales inspiradores y emotivos, donde mujeres de todo el mundo comparten con nosotros historias de superaci¨®n y de transformaci¨®n. Nos sentimos muy orgullosos de haber aportado nuestro granito de arena en esta transformaci¨®n (¡) Adem¨¢s, hemos llevado nuestro prop¨®sito mucho m¨¢s lejos, impartiendo talleres de autoestima en colegios para ni?os y ni?as entre 11-14 a?os, queriendo transmitirles esta actitud positiva hacia su cuerpo¡±. No obstante, s¨ª que se han dado cr¨ªticas a sus campa?as de autoestima o la "inconsistencia" de definir como real a un espectro de mujeres muy definido (como, por ejemplo, en su campa?a Tested on curves).
Y los hombres, ?no son reales?
El hombre no ha aparecido hasta el momento por ning¨²n lado. Lencer¨ªa femenina, modelos curvy, mujeres bellas ?Qu¨¦ pasa con ellos? Es obvio que a los hombres tambi¨¦n se les vende el aspiracional cuerpo perfecto como de Beckham, pero ?la idea que se transmite es la misma? Para Raquel Marcos no lo es en absoluto: ¡°Las marcas saben que pueden vender su producto a un hombre calvo o pasado de peso sin necesidad de consolarle previamente. Es cierto que vivimos en una sociedad que rinde culto a la belleza y la juventud en general, pero la publicidad y las marcas dan por sentado que las mujeres son m¨¢s inseguras, y hasta m¨¢s fr¨ªvolas, que los hombres.¡±
Una conclusi¨®n est¨¢ clara y es que todas las mujeres son reales, no hac¨ªa falta darle demasiadas vueltas. Los ¨¢ngeles de Victoria¡¯s Secret tambi¨¦n est¨¢n incluidas porque no todos los cuerpos femeninos tienen curvas acentuadas o tendencia a engordar. No se pueden excluir porque hasta ahora hayan sido el modelo aspiracional que se intentaba vender. Si todo el problema es el canon de belleza, la duda radica en si la soluci¨®n a este conflicto pasa por cambiar el actual por el barroco de Rubens. O si las marcas como Lane Bryant ayudan a ello o lo que intentan es ampliar su mercado dentro del espectro femenino fomentando una guerra de tallas. No olvidemos que de lo que se trata es de incluir. Nunca de excluir.
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