?Est¨¢n los padres de Greta Thunberg detr¨¢s de su ¨¦xito como activista adolescente?

En menos de un a?o, la sueca Greta Thunberg ha puesto voz y nombre propio a la lucha juvenil por la crisis clim¨¢tica mundial. Sus discursos contundentes se?alando a los adultos, con los que hace una llamada a la acci¨®n urgente y su compromiso f¨¦rrero, que seg¨²n ha explicado est¨¢ relacionado con su condici¨®n de Asperger ¨Cde la que habla como un ¡°regalo¡± que le hace ver las cosas m¨¢s ¡°blanco o negro¡±¨C, la han convertido en icono medi¨¢tico. Ha iniciado el movimiento estudiantil internacional Fridays For Future, con el que los j¨®venes salen a la calle a manifiestarse cada viernes para protestar contra el calentamiento global. Ha participado con discursos en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico de 2018, en el Foro Econ¨®mico Mundial (enero de 2019), ante el Comit¨¦ Econ¨®mico y Social Europeo y recientemente ha sido invitada de honor en la Asamblea Nacional francesa. E incluso tres pol¨ªticos noruegos han propuesto presentarla como candidata a Premio Nobel de la Paz. Desde que vi¨¦ramos sus fotos sentada a las puertas del parlamento sueco el pasado agosto haciendo huelga estudiantil en protesta por el medio ambiente, su vida y la de su familia han dado un giro de 360 grados. Pero, ?ha habido algo (o alguien) m¨¢s tras su estallido medi¨¢tico?

Un entorno familiarizado con los medios.?Su madre, Malena Ernman, es una conocida cantante de ¨®pera sueca m¨¢s popular entre el p¨²blico mainstream por haber sido representante eurovisiva de su pa¨ªs hace exactamente una d¨¦cada. Con el tema de pop oper¨ªstico La Voix, Ernman se clasific¨® en el puesto n¨²mero 21 a los ojos de toda Europa y, sobre todo en su pa¨ªs, ha seguido gozando de fama. Su padre, Svante Thunberg, es actor y productor. Menos famoso, es hijo de actores, m¨¢nager de Malena y encargado de gestionar la agenda de Greta. Ha aparecido con ella en alguna ocasi¨®n interviniendo tambi¨¦n en el discurso contra la crisis clim¨¢tica. Malena y Svante llevan 14 a?os casados y viven en un piso c¨¦ntrico en Estocolmo junto a sus hijas. Greta y Beata, de 13 a?os, que ha seguido los pasos de su madre como cantante (se sube habitualmente con ella al escenario como parte de su coro) y quien, como su hermana, tambi¨¦n tiene TDAH y promueve activamente la conciencia sobre cuestiones de salud mental desde sus redes.

Su vida, seg¨²n el propio Svante Thunberg reconoc¨ªa frente al micr¨®fono en la Conferencia de Cambio Clim¨¢tico de Katowice, en Polonia, ha cambiado radicalmente a trav¨¦s de Greta. Ahora son vegetarianos (ella es vegana), no viajan en avi¨®n para reducir su huella de carbono, se han comprado un coche el¨¦ctrico y se mueven por Europa en tren. ¡°Hace cuatro o cinco a?os, Greta dej¨® de comer y de hablar, cay¨® en una depresi¨®n. Result¨® que estaba estresada por el cambio clim¨¢tico y por el hecho de que todo el mundo estuviera diciendo una cosa y haciendo la contraria. Despu¨¦s nos dimos cuenta de que nosotros [sus padres] ¨¦ramos una parte importante del problema. De hecho, ¨¦ramos el problema. Est¨¢bamos cogiendo aviones de un lado a otro, comiendo carne, comprando cosas y conduciendo un coche grande. As¨ª que, escuch¨¢ndola, nos embarcamos en el compromiso por la sostenibilidad y el cambio clim¨¢tico¡±, contaba. Reconociendo posteriormente en una entrevista con Financial Times que este compromiso ha supuesto un par¨®n en la carrera internacional de Malena.

La edad de Greta ha sido tema de debate para admiraci¨®n de muchos y detracci¨®n de otros. ?Una chica de 16 a?os plantando cara y leyendo la cartilla a l¨ªderes mundiales sin reparo y con discursos contundentes sobre su falta de compromiso y sus incongruencias? Como en otros muchos casos de ¨¦xito joven, surgen preguntas. Ella misma ha dicho que a pesar de ser quien escribe sus propios discursos, pide a sus padres que los relean para orientarla (aunque no necesariamente se aplica los consejos). Y hace unos d¨ªas respond¨ªa en la Asamblea Nacional en Par¨ªs ante las cr¨ªticas de algunos pol¨ªticos de extrema derecha del pa¨ªs que rechazaban su presencia desacredit¨¢ndola por su juventud: ¡°No escuch¨¦is a los ni?os, escuchad a los cient¨ªficos¡±, incitando a centrarse en el mensaje y no en otras cuestiones.

?Podr¨ªa cualquier joven activista de su edad acceder a esos ¨¢mbitos de poder? Este ha sido otro de los cuestionamientos alrededor del caso de Thunberg. En febrero, con una columna publicada en Reporterre, la exeurodiputada Isabelle Attard dec¨ªa que Greta ha sido utilizada como instrumento por el capitalismo verde contra el que ella se declara en guerra. Concretamente, por Ingmar Rentzhog, fundador de la start up We Don¡¯t Have Time, quien precisamente la fotografi¨® el primer d¨ªa que hizo huelga ante el parlamento sueco el pasado 20 de agosto, iniciando as¨ª la viralidad de su historia.

Greta y sus padres s¨ª reconoc¨ªan a trav¨¦s de Facebook y entrevistas haber sido utilizada, sin su consentimiento, como reclamo (ya retirado) de We Don¡¯t Have Time, en cuyos folletos se la presentaba como consultora informal y sin remuneraci¨®n de cara a los inversores, gracias a lo que Rentzhog se habr¨ªa embolsado casi un mill¨®n de euros. A esto, como recoge Jaques Pezet en Lib¨¦ration, se le sumaron otros cuestionamientos que llegaban desde otros rincones de Internet donde se relacionaba esa primera aparici¨®n medi¨¢tica con el lanzamiento el 24 de agosto, cuatro d¨ªas despu¨¦s, del libro Escenas de nuestros corazones, escrito por sus padres, Malena y Svante. En ¨¦l se cuenta la historia familiar en torno a las enfermedades de sus hijas y su cambio de estilo de vida a un modo m¨¢s ec¨®logico.

La evoluci¨®n del marketing en torno al libro ha seguido alimentando las dudas. En la portada original publicada en Suecia, era Malena Ernman quien aparec¨ªa en un retrato, firmando la coautor¨ªa junto a su marido. Tras el boom de Greta, las diferentes ediciones publicadas en otros pa¨ªses se han ido modificando de manera que es ahora la foto de Greta Thunberg con su pancarta de huelga estudiantil quien aparece en las portadas, con su nombre en primer t¨¦rmino como coautora y sus padres en segundo lugar. Greta tambi¨¦n ha publicado exclusivamente bajo su nombre otro manifiesto, Nadie es demasiado peque?o para cambiar las cosas (Penguin), que recopila varios de sus discursos y art¨ªculos. Seg¨²n defienden, ambos sin ¨¢nimo de lucro y con beneficios destinados a combatir la crisis medioambiental.

El impacto e importancia de una figura como Greta Thunberg es indudable. Un nuevo referente de movilizaci¨®n juvenil que surge en el marco de otras protestas estudiantiles como las del control de armas en Estados Unidos a ra¨ªz del tiroteo de Parkland, con Emma Gonzalez a la cabeza a la que la propia Thunberg ha reconocido como inspiraci¨®n. Greta quiere continuar a fondo con su compromiso medioambiental y ha decidido llevar sus huelga un paso m¨¢s all¨¢ y se va a tomar un a?o sab¨¢tico de sus estudios para centrarse en el activismo. Sus padres, que han repetido incansables?en entrevistas que en un principio quisieron frenarla para que no perdiera clases, ahora aplauden la decisi¨®n.