Esto s¨ª que es ¡®Juego de tronos¡¯: la maldici¨®n de los tres a?os en la moda
Stefano Pilati abandona Ermenegildo Zegna y se convierte en el cuarto dise?ador en dejar la direcci¨®n creativa de una firma tras tres a?os al frente. ?Casualidad o tendencia?
Tras rumores y m¨¢s rumores, la casa italiana Ermenegildo Zegna anunciaba hace unos d¨ªas la salida de Stefano Pilati como director creativo de la firma. Despu¨¦s de tres a?os capitaneando la maison de moda masculina, Pilati podr¨ªa haber dejado el puesto para volver a la liga femenina (lider¨® Yves Saint Laurent, cuando todav¨ªa se llamaba as¨ª, de 2004 a 2012). Su salida lo convierte en el cuarto dise?ador en dejar la direcci¨®n creativa de una firma despu¨¦s de solo tres a?os al frente. Primero fue Alexander Wang, que dij¨® adi¨®s a Balenciaga para centrarse en su propia marca. Despu¨¦s Raf Simons se desvincul¨® de Dior para dejar a un lado el desenfrenado ritmo de producci¨®n de la maison y dedicarse a otros aspectos de su vida. M¨¢s tarde se confirm¨® la salida de Pilati casi al mismo tiempo que Brendan Mullane dejaba la direcci¨®n creativa de Brioni, casa de referencia para arist¨®cratas, actores y hombres adinerados en general. Cuatro dise?adores que no superan la barrera de los tres a?os y a los que se acaba de sumar un caso m¨¢s:??lvaro Castej¨®n y Arnaud Maillard, m¨¢s conocidos como Alvarno, acaban de anunciar que abandonan la direcci¨®n creativa de Azzaro. ?Casualidad? ?Maldici¨®n? ?O solo una consecuencia m¨¢s del vertiginoso meneo que azota las piezas de la industria?
Vanessa Friedman, reputada periodista y cr¨ªtica de moda, apuntaba en un art¨ªculo para The New York Times que quiz¨¢ este azar que podr¨ªa ser meramente anecd¨®tico es en realidad la ¨²ltima tendencia del sector. ¡°Ya conocen la regla de la moda: uno es una casualidad, dos son coincidencia y tres son tendencia. Entonces, ?qu¨¦ supone el cuarto?, ?una nueva realidad?, ?pasar un periodo corto de tiempo en una gran casa es el nuevo negro para los dise?adores?¡±, se preguntaba. ?La velocidad a la que se toman las decisiones en el plano empresarial, por parte de personas que no tienen nada que ver con la creatividad, genera malestar en los dise?adores. A pesar de tratarse de lujo, cada vez el modelo es m¨¢s similiar al del fast fashion y eso no es f¨¢cil para ellos porque el proceso creativo es lento. No s¨¦ si la tendencia est¨¢ en un l¨ªmite de tres a?os, de cuatro o de dos, pero lo que est¨¢ claro es que la presi¨®n de la venta hace que muchos creativos decidan dejar su puesto?, explica a S Moda Cristina Fern¨¢ndez Salda?a, Directora de Desarrollo de ISEM Fashion Business School.
Sea como sea, tres a?os (lo que suponen seis colecciones principales) no parecen suficientes para que un dise?ador pueda dejar su huella y legado en el ADN de una gran firma. Muchos de estos fichajes han sido jugadas estrat¨¦gicas por parte de las marcas para cumplir un objetivo concreto: revitalizar la ense?a, darle un giro a sus propuestas, hacerla m¨¢s comercial o m¨¢s exclusiva, seg¨²n los intereses de cada una. Parece que una vez conseguido el proyecto, las casas apuestan por cambiar y crear nuevas metas comandadas por nuevas caras. El problema es que una permanencia tan corta termina por asemejarse m¨¢s a un periodo de transici¨®n entre dos eras que en un verdadero hito dentro de marcas que llevan en activo un buen pu?ado de d¨¦cadas. Pocas colecciones han conseguido marcar un antes y un despu¨¦s en una firma sin contextualizarlas dentro de una revoluci¨®n m¨¢s grande. Es el trabajo constante, consolidado a trav¨¦s de los a?os, el que verdaderamente puede suponer un legado para la casa y un verdadero logro en el curr¨ªculo de su art¨ªfice. ?Los creativos, aunque tengan un paso fugaz por una firma en cuesti¨®n, suelen captar bien su esencia, pero tambi¨¦n es cierto que resulta dif¨ªcil que dejen poso en tan poco tiempo?, apunta Fern¨¢ndez Salda?a.
En un momento en el que la industria atraviesa un baile de sillas m¨¢s fren¨¦tico que nunca, las largas estancias al frente de la direcci¨®n creativa parecen cada vez menos frecuentes. Los ¨²ltimos rumores ¨Cen realidad las especulaciones comenzaron en agosto¨C no han dudado en afirmar que Phoebe Philo, una de las dise?adoras m¨¢s influyentes y aplaudidas de los ¨²ltimos tiempos, podr¨ªa dejar C¨¦line. Tambi¨¦n se ha comentado la posible salida de Sarah Burton al frente de Alexander McQueen para ocupar el puesto vacante en Dior. Y hasta se dice que Hedi Slimane estar¨ªa a punto de decir adi¨®s a la era grunge-Saint Laurent tras poco m¨¢s de tres a?os al frente de la compa?¨ªa (rumor que de confirmarse, por cierto, ser¨ªa un argumento m¨¢s para apoyar la teor¨ªa de que los tres a?os son la nueva barrera insuperable en la industria).
Entretanto, en medio de esa vor¨¢gine de cotilleos e hip¨®tesis que siempre han formado parte de la moda pero que est¨¢n m¨¢s vivos que nunca, existen otras tantas inc¨®gnitas sin resolver. Alber Elbaz dej¨® Lanvin hace tres meses y a¨²n se desconoce con exactitud si desarrollar¨¢ su propia marca o est¨¢ en busca de su pr¨®ximo destino, Dior a¨²n no tiene director creativo (las colecciones corren a cargo del equipo de la maison por el momento) y los rumores lo mismo apuntan a pesos pesados de la industria como Sarah Burton que a posibles fichajes de alguien an¨®nimo siguiendo el modelo Gucci.
Lo que parece claro es que todos estas conjeturas, difundidas dentro y fuera de los mentideros de la industria, podr¨ªan repercutir negativamente en las ventas. ¡°Si una casa est¨¢ a punto de cambiar y va a desarrollar una nueva identidad, ?por qu¨¦ querr¨ªan los consumidores comprar su ropa?, ?por qu¨¦ querr¨ªan los minoristas invertir su presupuesto en ellos o los cr¨ªticos de moda dedicarles toda su atenci¨®n?¡±, se plantea Friedman.
Tampoco cabe duda de que los tiempos cada vez m¨¢s cortos y acelerados en la moda ¨Clas colecciones se multiplican y agolpan¨C tienen mucho que ver con los cada vez m¨¢s fugaces periodos que los directores creativos aguantan al frente (Simons, asegur¨® que en Dior no ten¨ªa tiempo para incubar sus ideas tras su salida). ?Es contradictorio que el tiempo est¨¦ tan vinculado al lujo y a la vez se respete cada vez menos. Hay que aunar talento y gesti¨®n empresarial y ser¨¢n las marcas de lujo que sepan prolongar estas relaciones las que triunfar¨¢n?, comenta Fern¨¢ndez Salda?a.
El cambio que, sin lugar a dudas est¨¢ acechando a la industria, parece que acelerar¨¢ a¨²n m¨¢s su ritmo. Burberry ha sido la ¨²ltima en anunciar que adoptar¨¢ esa costumbre fren¨¦tica de vender las prendas tras el desfile, sin esperar los seis meses de rigor, con la que ya han experimentado casas como Moschino. La ense?a brit¨¢nica, bajo las directrices de Christopher Bailey, tambi¨¦n terminar¨¢ por romper con las estaciones y los g¨¦neros: habr¨¢ dos colecciones al a?o que no distinguir¨¢n entre temporadas y mezclar¨¢n prendas de hombre y mujer. ?El modelo primavera/verano ¨C oto?o/invierno est¨¢ caduco y ser¨¢n las marcas que innoven en este sentido las que se consolidar¨¢n y aumentar¨¢n sus beneficios?, afirma la experta. En un momento en el que las prendas de verano e invierno se mezclan constantemente (?cu¨¢ntas veces hemos pensado qu¨¦ pinta ese microtop en Zara en pleno enero?) y los armario masculinos y femeninos se confunden y retroalimentan (ya lo dec¨ªa Alessandro Michele en su primera colecci¨®n para Gucci) no cabe duda de que la estructura de la moda, con sus tiempos y sus creadores, est¨¢ en pleno proceso de renovaci¨®n. Y es solo el principio.
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