Ana Curra: ?En la vida hay que darlo todo; si no, no tiene sentido?
La musa del afterpunk siniestro espa?ol, que revolucion¨® los escenarios durante la movida, es ahora profesora de piano en el Conservatorio de El Escorial, en Madrid.
El brillo en los ojos de Ana Curra ha sobrevivido al paso del tiempo como una ic¨®nica fotograf¨ªa de Alberto Garc¨ªa-Alix. Este mito musical, que form¨® parte de grupos como Alaska y los Pegamoides, Par¨¢lisis Permanente o Seres Vac¨ªos, habla sin pelos en la lengua con una fragilidad dura. Atr¨¢s han quedado los a?os en los que tem¨ªa ser malinterpretada. Acaba de finalizar la gira de su homenaje al ¨¢lbum que la catapult¨® como la musa del afterpunk siniestro en Espa?a en 1982, El acto. En la cocina de su casa, en el madrile?o barrio de Salamanca, mientras comienza los preparativos de su nuevo disco, su mirada verde esquiva la de su interlocutora al tiempo que plancha con su dedo el fanzine Superco?o. Abre una lata de Mahou, enciende un cigarro y dice: ?Dispara?.
Se ha dicho que el punk en Espa?a empez¨® como un juego de ni?os bien.
Hab¨ªa un grupo de gente que ten¨ªa acceso a esa cultura por capacidad econ¨®mica, pero no era mi caso. Yo he tenido que sacarme siempre las casta?as del fuego. Ahorraba todo el dinero para poder ir a Londres y ver qu¨¦ hab¨ªa all¨ª. Espa?a era gris y deb¨ªamos salir para empaparnos. Ahora parece que los que viaj¨¢bamos y tra¨ªamos cosas frescas de fuera ¨¦ramos pudientes, pero entre nosotros no hab¨ªa clases sociales, nos mezcl¨¢bamos como lo hace el arte.
?Importaron este movimiento?
Necesit¨¢bamos romper con todo lo anterior y el punk que surgi¨® contra el sometimiento de Margaret Thatcher nos vino al pelo. Pero ¨¦ramos muy cr¨ªos. No ten¨ªamos conciencia pol¨ªtica ni social. Solamente sab¨ªamos que no quer¨ªamos vivir en un mundo gris, triste y sometido. Que no nos quer¨ªamos comer la mierda de nuestros hermanos mayores.
Pasan d¨¦cadas. Ese movimiento se pone de nuevo de moda y se vuelven a ver punkis por la calle, ?qu¨¦ opina?
Pues que se ha vuelto a vivir un momento muy duro y hemos retomado cosas del pasado que nos sirven ahora. Al cuajar, las grandes marcas empiezan a hacer camisetas de Joy Division o The Clash y, paralelamente, se cumplen 40 a?os del movimiento. Las firmas se aprovechan para hacerlo comercial, pero tambi¨¦n es una revisi¨®n hist¨®rica merecida.
Se rompi¨® con todo. ?Qui¨¦n lo hace ahora?
La gente est¨¢ muy perdida. Lo punk hoy es el sal de tu casa, tira para adelante, hazlo t¨² mismo, s¨¦ autosuficiente, no te dejes comer por el miedo, que no te aniquile el sometimiento, guerrea. Todo eso tiene una lectura muy necesaria para poder vivir en estos momentos. Hay gente haciendo cosas, pero no se est¨¢ formalizado; y menos mal, porque cuando a los movimientos se les pone nombre se van a la mierda. Lo interesante es que la gente se revuelva, no se deje aniquilar y haga historias, porque cuando lo underground se institucionaliza, te utilizan.
?Eso pas¨® con la movida?
Los movimientos de rebeld¨ªa nacen de la generosidad y la actitud de la gente. No tienen una visi¨®n de gestionar nada. Surgen de una necesidad, de un pulso vital. Entonces se hace marca y pasas a ser utilizado r¨¢pidamente. Eso fue lo que sentimos en aquel momento.
Revisando las im¨¢genes hist¨®ricas de Alberto Garc¨ªa-Alix, podemos observar que en ocasiones los fotografiaba drog¨¢ndose. Eso ahora ser¨ªa impensable, ?no?
S¨ª. ?l retrat¨® valientemente a una generaci¨®n que estaba desinformada con respecto a determinadas drogas. Todos nos metimos en la hero¨ªna porque todas las drogas eran igual de malas y quer¨ªas probarlas. Con la hero¨ªna narcotizabas el mundo. Pero hemos perdido a muchos en el camino y Alberto ahora rinde un tributo a toda esa gente con las exposiciones que va haciendo.
Maxiabrigo de piel de Loewe, aros de Su¨¢rez y medias de rejilla de Calzedonia.
Pablo Zamora
Ten¨ªan una relaci¨®n muy l¨²dica con las drogas m¨¢s duras.
Era por falta de conocimiento y porque hab¨ªa que probar todo lo que te prohib¨ªan. Adem¨¢s, desconf¨ªo de quien no lo ha probado todo a los 18 a?os. Hay edades que son para eso. Luego est¨¢ el que se te vaya de las manos, perder a amigos y conocidos¡ pero as¨ª es la vida. Tambi¨¦n pasa con las guerras, a nosotros no nos ha tocado vivir ninguna en casa, pero nuestros padres se quedaron en el camino y fue por eso. En mi generaci¨®n fue por las drogas.
Pero usted siempre ha tenido la cabeza muy en su sitio.?
?Qu¨¦ va! He tenido muchas idas de olla. Pero comenc¨¦ muy jovencita a estudiar en el conservatorio. Aprend¨ª a hablar a la vez que a tocar el piano; fueron mis lenguajes maternos. En mi primer curso de carrera de Farmacia ya estaba en sexto de piano y llevaba un a?o con Pegamoides. Cuando me met¨ª en las drogas, ya hab¨ªa acabado los estudios universitarios.
?Se fue pronto de casa?
A los 16 a?os. En aquella ¨¦poca nos ¨ªbamos antes del nido. Eso hoy parece un chiste e incluso casi ilegal. Ha habido una involuci¨®n brutal en muchos niveles. Cuando cumpl¨ª 23 a?os, ya hab¨ªa vivido muchas cosas.
?Por qu¨¦ ha querido rescatar el disco?El acto??
Porque cuando tuve el accidente de tr¨¢fico [en el que muri¨® Eduardo Benavente, su novio y componente de Par¨¢lisis Permanente] dej¨¦ aparcada esa parte de mi vida. Me cost¨® much¨ªsimo tiempo enfrentarme a ella. Yo ten¨ªa 23 a?os y era demasiado joven para asimilar la muerte del ser m¨¢s querido. Con ¨¦l compon¨ªa, viv¨ªa, descubr¨ªa el mundo, el sexo¡ todo. Fue dif¨ªcil seguir. Estuve mucho tiempo dando clases de piano. Par¨¢lisis Permanente formaba parte de mi historia y sent¨ªa que era solo m¨ªo. Pero 30 a?os despu¨¦s, s¨¦ que son canciones m¨ªticas que han marcado a varias generaciones.
El p¨®ster de la gira (con la cara tapada por una m¨¢scara y el pecho descubierto), que la ha llevado tambi¨¦n a M¨¦xico, es una declaraci¨®n de intenciones.
Es una foto que me hizo Garc¨ªa-Alix. Yo quer¨ªa hacer un gui?o a la lucha de las mujeres mexicanas con un punto sadomaso. Era fuerte para el Lunario del D.?F., ya que era el primer concierto punk que se hac¨ªa all¨ª. Pero el primero en censurarlo fue Facebook. Es absurdo que lo hagan por ense?ar los pezones. Eso no pasaba ni en los a?os 80. Esta fotograf¨ªa ha estado expuesta en el Museo Nacional Reina Sof¨ªa. ?Qu¨¦ forma es ¨¦sa de educar al personal?
?Qu¨¦ le aporta dar clases en el Conservatorio de M¨²sica??
Me conecta con la realidad de las nuevas generaciones, pero la ense?anza desgasta. El profesor est¨¢ mal valorado.
?C¨®mo se lleva que puedan hasta ningunearla en clase y en un escenario la adoren?
Me viene bien, me reconcilia con lo que amo. Cuando formo ni?os, les ense?o una manera de ver el mundo a trav¨¦s de la m¨²sica. Luego me subo al escenario y me cargo de energ¨ªa. Me rodeo de amigos para hacerlo y para que no se convierta en una lucha de egos. Eso ya lo he vivido y ahora es un?hobby.
?Cuida su est¨¦tica en los conciertos?
Es una parte tan importante como el resto. Pero tambi¨¦n en el d¨ªa a d¨ªa. Yo voy lanzando mensajes a trav¨¦s de la est¨¦tica. En el ¨²ltimo concierto, con una m¨¢scara de Hannibal Lecter, le dediqu¨¦ el tema Quiero ser santa a Gallard¨®n. Creo que es el momento oportuno para que ese se?or vea c¨®mo somos las santas. En un escenario somos libres para decirlo todo. Aunque en los medios estemos invadidos por artistas pol¨ªticamente correctos, yo soy libre.
?Ha sido muy estricta a lo largo de su carrera??
He sido excesivamente perfeccionista. Me he quedado sin hacer cosas por el miedo a no estar a la altura. Pero he conseguido tener una carrera coherente. Y cuando no he tenido nada que decir o prefer¨ªa vivir otras cosas relevantes para m¨ª, me he retirado. La industria nunca ha marcado mis tiempos, lo he hecho yo. Es imposible que un artista haga discos continuamente y que todos sean buenos. Para eso hay que vivir, hacer otras cosas.
Tiene un cuerpo estupendo, ?se cuida mucho?
Como mucho, me tomo mis ca?as y hago mucho ejercicio. Me gusta correr e ir al gimnasio. Me apasiona la sensaci¨®n que tienes despu¨¦s de hacerlo. La necesidad de que mi cuerpo segregue endorfinas me viene de las drogas. Y, de paso, me mantiene sin grasas y ¨¢gil para subirme al escenario. En la vida hay que darlo todo; si no, no tiene sentido.
?Nunca se ha planteado tener un hijo?
En un momento determinado no sent¨ª la maternidad como la mayor¨ªa de las mujeres. Un d¨ªa le pregunt¨¦ a mi madre si estaba cometiendo un grave error, pues hay una cultura que te lleva hacia ello; y mi madre, que tiene seis hijos, me dijo: ?No, Curra, no te hagas l¨ªos. Tienes muchos alumnos y 12 sobrinos?. Me dej¨® tranquila, y para m¨ª no es ning¨²n trauma.
?Es feminista??
Soy m¨¢s que eso. Es un t¨¦rmino peligroso, porque la gente lo interpreta de maneras negativas, pero yo siempre estoy en el lado de la libertad de la mujer para hacer con su mente, con su cuerpo y con su co?o lo que quiera. Somos lo suficientemente inteligentes para elegirlo todo.
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