Ellen no dejaba a Anne Heche vestirse sexy y otras celebridades que vetaron la ropa de sus parejas
Al igual que la actriz, son muchas otras las famosas que en alg¨²n momento de su vida se han tenido que enfrentar a las cr¨ªticas de las personas que m¨¢s amaban.
Hace pocas semanas las cerca de 6.000 personas que siguen a Anne Heche en su cuenta de TikTok se sorprendieron de unas palabras hasta ahora nunca pronunciadas por la actriz. La protagonista de Seis d¨ªas y siete noches recurri¨® a dicha red social para, en clave de humor, puntuar y contar brevemente la historia de algunos de los modelos m¨¢s ic¨®nicos que a lo largo de estas d¨¦cadas ha lucido en las alfombras rojas. Por lo general, como ella misma dej¨® constancia, no se arrepiente ¡°de nada¡±. Pero s¨ª hubo una excepci¨®n: el vestido de terciopelo azul marino que llev¨® a los Globos de Oro de 1998 con su expareja Ellen DeGeneres, con quien mantuvo un medi¨¢tico romance desde 1997 hasta el a?o 2000. ¡°?Por qu¨¦ parezco una hippie?¡±, se pregunt¨® en voz alta. ¡°Es porque Ellen no quer¨ªa que me vistiera sexy. Adi¨®s. No?, contest¨® sin titubear d¨¢ndole al atuendo un cero sobre diez y, asimismo, dedic¨¢ndole un gran pulgar hacia abajo.
Por mucho que llame la atenci¨®n, la confesi¨®n realizada por Heche no es algo precisamente nuevo. Al contrario. Son muchas las famosas que en alg¨²n momento de su vida se han tenido que enfrentar al escrutinio y a las cr¨ªticas de sus parejas por su vestimenta. Ah¨ª est¨¢ el caso de la mayor sexy symbol del s¨¦ptimo arte, Marilyn Monroe, cuyo matrimonio con el jugador de b¨¦isbol Joe DiMaggio fracas¨® por los incontrolables celos del deportista. De hecho, su relaci¨®n empez¨® a naufragar tan pronto se dieron el ¡®s¨ª, quiero¡¯ el 14 de enero de 1954. ?El motivo? ?l jam¨¢s vio con buenos ojos que la estrella aprovechara su luna de miel en Tokio para animar a las tropas estadounidenses destinadas en Corea. Tras volver a Estados Unidos la situaci¨®n no mejor¨®. Sobre todo, porque el 15 de septiembre de ese mismo a?o Marilyn se person¨® hasta el cruce de la Avenida Lexington con la calle 52 de Nueva York para protagonizar una de las escenas m¨¢s c¨¦lebres del filme La tentaci¨®n vive arriba de Billy Wilder. S¨ª, aquella en la que una rejilla de ventilaci¨®n del metro le levantaba un sugerente modelo blanco de William Travilla. A pesar de que la grabaci¨®n se program¨® a la una de la madrugada para esquivar a la prensa y a los curiosos, la ciudad se paraliz¨® por completo. DiMaggio estuvo all¨ª presente, y por todos es sabido que no le sent¨® nada bien que su amada ense?ara m¨¢s carne de la cuenta. Tal es as¨ª que esa misma noche tuvieron una sonada discusi¨®n y, apenas 42 d¨ªas despu¨¦s, la actriz pidi¨® el divorcio alegando ¡°violencia psicol¨®gica¡± y ¡°un conflicto de carreras¡±. ?nicamente estuvieron casados 274 d¨ªas.
Mariah Carey tambi¨¦n tiene mucho que decir al respecto. En numerosas ocasiones ha confesado que mientras estuvo casada entre 1993 y 1998 con Tommy Mottola, el antiguo presidente de Sony Music, ¡°no ten¨ªa libertad como ser humano. Era casi como estar presa¡±. Del mismo modo, el f¨¦rreo control que el magnate de la m¨²sica (a la par que su jefe) ejerci¨® sobre ella afect¨® de una forma notable a su armario. En una entrevista concedida a la periodista Barbara Walters pocos meses despu¨¦s de divorciarse se?al¨® que ¨¦l ¡°ten¨ªa problemas con mi forma de vestir¡± y que, una vez volvi¨® a la solter¨ªa, ¡°definitivamente ahora visto m¨¢s como soy¡±. Precisamente, esa es la raz¨®n por la que la diva, desde el lanzamiento de su ¨¢lbum Butterfly, empez¨® a adoptar una imagen mucho m¨¢s atrevida que la que caracteriz¨® a sus primeros trabajos discogr¨¢ficos. Mottola, quien era 20 a?os mayor que ella, le arrebat¨® gran parte de su juventud.
Igual de destacable fue el altercado que tuvieron Kanye West y Kim Kardashian justo la noche antes de que la socialit¨¦ acudiera a la MET Gala de 2019. Para el m¨²sico, que por entonces estaba en plena conversi¨®n al cristianismo, no era ninguna sorpresa que iba a llevar un atrevido vestido de Thierry Mugler. En realidad, estuvo pr¨¢cticamente un a?o planificando aquel look. Sin embargo, tal como recogieron las c¨¢maras del reality Keeping Up with the Kardashians, ese d¨ªa West fue de todo menos un apoyo para ella. ¡°Siento que acabo de completar una transici¨®n en la que he pasado de ser un rapero que mira a todas las mujeres a ser un hombre que mira a su mujer y se pregunta por qu¨¦ necesita ir ense?ando su cuerpo de esa manera a todo el mundo. Antes no me daba cuenta de lo mucho que eso afectaba a mi alma y a mi esp¨ªritu como hombre casado y como padre de cuatro hijos. Para m¨ª, el cors¨¦ es ropa interior. ?Para qui¨¦n es sexy una prenda as¨ª? Eres mi mujer y me afecta cuando sales demasiado sexy en las fotos¡±, dijo. La respuesta de Kim, como era de esperar, fue contundente: ¡°Sabes que anoche tuve un ataque de ansiedad y que lo ¨²ltimo que necesito ahora es m¨¢s energ¨ªa negativa a mi alrededor porque no te gusta que lleve vestidos tan ajustados. T¨² me ayudaste desde el principio a construir esta imagen de persona sexy y segura de s¨ª misma. Y solo porque ahora mismo est¨¦s en un viaje espiritual que te est¨¢ transformando como persona no significa que yo tenga que estar en el mismo lugar contigo¡±.
Por su parte, aunque han pasado dos d¨¦cadas desde que Tom Cruise y Nicole Kidman decidieron tomar caminos separados, todav¨ªa nadie sabe a ciencia cierta los motivos de su divorcio. Hay quienes apuntan a que el actor de Misi¨®n Imposible hizo firmar a la australiana un contrato de confidencialidad, redactado por la Iglesia de la Cienciolog¨ªa, para que jam¨¢s hablara p¨²blicamente de los trapos sucios de su matrimonio. Pero eso s¨ª, cuando en 2001 David Letterman le pregunt¨® por ello, Kidman solt¨® una de las frases m¨¢s recordadas de la historia de los talk shows estadounidenses: ¡°Bueno, ahora puedo llevar tacones¡±. Por muy c¨®mica que fuera la escena, aquellas palabras dejaron claro que, al fin, era una mujer empoderada.
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