Billie Eilish: as¨ª es la ¨²ltima megaestrella ¡®millennial¡¯ con la que colabora Rosal¨ªa

Para entender el fen¨®meno Billie Eilish basta con recordar la historia de su primer concierto en Barcelona: a los diez minutos de ponerse a la venta, no quedaba ni una de las 700 entradas para verla el pasado 9 de marzo de 2019. Y pocos minutos despu¨¦s los boletos pasaron de costar 30 euros a 100 euros. Horas m¨¢s tarde ya hab¨ªan pasado de los 200 euros. Tanta fue la expectaci¨®n que levant¨® su actuaci¨®n, que el concierto se traslad¨® a la sala Sant Jordi Club, con m¨¢s aforo que La [2] de Apolo, donde se iba a celebrar originalmente. Un dato importante: la cantante de Los Angeles a¨²n no ha grabado un disco completo.?Tambi¨¦n es la artista con la que colaborar¨¢ Rosal¨ªa y con la que ya ha compartido un estudio de grabaci¨®n, tal y como pudimos ver en el Instagram de la cantante espa?ola.

La historia de Eilish es la materializaci¨®n del sue?o de muchos adolescentes (y adultos): con 14 a?os, alentada por su profesora de baile, grab¨® la canci¨®n Ocean Eyes con su hermano Finneas O¡¯Connell para poner sonido a una coreograf¨ªa. La subieron a SoundCloud y cuando se levantaron al d¨ªa siguiente se hab¨ªa convertido en un viral. Danny Ruckasin no tard¨® en aparecer y de pronto ya ten¨ªan un manager.

De esto hace dos a?os y el tema ya lleva m¨¢s de 53 millones de reproducciones en Youtube y ella tiene casi diez millones de seguidores en Instagram, el medidor de popularidad con m¨¢s autoridad de hoy en d¨ªa. Ha grabado 17 singles, un EP recopilatorio de sus canciones (con una colaboraci¨®n de Vince Staples) y se espera que en 2019 lance su primer LP. El pr¨®ximo 18 de diciembre cumple 17 a?os y Forbes ya la ha incluido en su famosa lista de j¨®venes triunfadores 30 Under 30 de este a?o.

Adem¨¢s de su talento -ya la han comparado con Dua Lipa o Lana del Rey- el ¨¦xito de Eilish viene dado por la capacidad que tiene para comunicarse masivamente de manera natural. Domina los modos y el lenguaje de Internet porque al fin y al cabo ella pertenece a la generaci¨®n a la que se dirige: la de las personas que nunca han vivido sin Internet. Se escribe con Lorde por Twitter -con la que tambi¨¦n la han comparado-, pasa horas en Instagram, consume v¨ªdeos de Youtube como si fuese la televisi¨®n y todav¨ªa tiene una cuenta de Snapchat. E interact¨²a con sus seguidores a trav¨¦s de todos los canales sin que sea (o haya sido hasta ahora) una estrategia de marketing como lo es para muchas celebrities.

Incluso la manera en la que se escriben los t¨ªtulos de las canciones, sin respetar las normas gramaticales de may¨²sculas y min¨²sculas o el espacio entre palabras, corresponden a esa manera de comunicarse. ¡°Tengo el autocorrector de mi m¨®vil desactivado, as¨ª que nunca pongo la primera letra may¨²scula. Y luego si me encuentro algo as¨ª lo veo como muy artificial (¡­) ¡®idontwannabeyouanymore¡¯ no es lo mismo que ¡®I don¡¯t wanna be you anymore¡¯¡±, explic¨® en una entrevista en Jenesaispop, en la que tambi¨¦n afirm¨® ser fan de la omnipresente Rosal¨ªa.

En el terreno del fe¨ªsmo

Su imagen es otro de los ejes en los que pivota su triunfo. Melena lisa y te?ida de colores empolvados, poco o nada de maquillaje y ropa unisex y oversize. Eilish ya ha declarado en alguna ocasi¨®n que el concepto de g¨¦nero, tanto en la m¨²sica como en las personas, le parece algo desfasado y absurdo y es consecuente con sus afirmaciones. En su vestuario predomina la ropa deportiva -pantalones de ch¨¢ndal, sudaderas, sneakers¨C de colores chillones y estampados rocambolescos. En los estilismos que viste en Instagram aparecen prendas de Supreme, Nike, The North Face o Vandy The Pink, un artista que juega a la ¡°customizaci¨®n ir¨®nica¡± de zapatillas y ropa con los logos de las grandes marcas.

¡°Me gusta poder expresarme con la ropa. No me importa que me juzguen, as¨ª que si a alguien no le gusta lo que me pongo, estoy de acuerdo con eso. Todos los d¨ªas trato de usar cosas que no haya usado antes o me pongo una parte de conjunto de una manera diferente. Dibujar¨¦ en mis zapatos, le dar¨¦ vuelta a mi camisa o me cortar¨¦ los pantalones. Me gusta mezclar ropa de segunda mano con marcas. Algunos de mis favoritos son Gucci, Fendi, Off-White y Golf Wang¡±, declar¨® en TeenVogue el a?o pasado.

Se apoya en su estilo para reforzar su actitud de rebelde dentro de la industria en la que ha entrado (el t¨ªtulo de su EP, Don¡¯t Smile at Me, define perfectamente esa pose que no deja de ser la de una adolescente cualquiera) y ha manifestado que quiere montar su propia marca de ropa. De momento ya ha colaborado con New Era en el dise?o de una gorra, ha lanzado una colecci¨®n c¨¢psula con la firma de streetwear Joyrich y tiene su propia l¨ªnea de merchandising, que se puede comprar en su p¨¢gina web oficial y ver en su propia cuenta de Instagram: @blohsh.

Pero tambi¨¦n ha hecho sus incursiones en el mundo del lujo y el mainstream. El pasado septiembre estuvo sentada en la primera fila del desfile de Calvin Klein y actu¨® en la fiesta de oto?o de Chanel (si Lagerfeld le dio su benepl¨¢cito ya tiene medio camino hecho). Y seg¨²n WWD, ha firmado un contrato con la agencia Next Models para ser la imagen de firmas de moda y belleza. Faith Kates, la due?a de la empresa, la calific¨® como una de las artistas ¡°m¨¢s influyentes de su generaci¨®n¡± y como buena mujer de negocios que es, no ha dejado pasar la oportunidad de sacarle partido. Si la fama de Eilish no se queda en un mero hype, habr¨¢ hecho el fichaje del siglo.