La bajada a los infiernos de Chris Brown, el rapero m¨¢s t¨®xico
Su entorno m¨¢s cercano da la voz de alarma sobre la espiral autodestructiva en la que se encuentra sumergido el cantante.
¡°No es la primera estrella que cree poder manejar las drogas m¨¢s fuertes. Tengo que decirlo con el coraz¨®n, est¨¢ bailando con la muerte¡±. Un miembro an¨®nimo de su equipo trasladaba as¨ª la preocupaci¨®n generalizada por el estado de salud de Chris Brown a la revista Billboard. El cantante de r&b, hip-hop y pop, conocido por ¨¦xitos como Five more hours, parece situado al borde del precipicio. A sus 27 a?os, el ¨¦xito de su carrera profesional contrasta con un historial tan extenso como delictivo, desde que en 2008 le propinara una paliza a su antigua novia, la tambi¨¦n estrella internacional Rihanna. A pesar de haber entrado varias veces en centros de rehabilitaci¨®n, su adicci¨®n a las drogas y los recurrentes episodios de violencia machista a sus espaldas auguran un futuro negro para la estrella de la m¨²sica. En un tiempo de raperos de comportamiento ejemplar y socialmente comprometidos, la amenazante apariencia p¨²blica de Brown se cuela como elemento extradi¨¦getico en una puesta en escena que debe (o deber¨ªa) pasar p¨¢gina. As¨ª han sido los 8 a?os de continua ca¨ªda a los infiernos por parte de quien algunos consideraban el m¨¢s atinado sucesor de Michael Jackson.
La paliza a Rihanna
Supuso el gran esc¨¢ndalo del a?o en la industria y el primer borr¨®n en el, por aquel tiempo, todav¨ªa inmaculado historial de Chris Brown. La pareja contaba el primer aniversario de relaci¨®n cuando al salir de una pre-fiesta de los Grammy de aquella edici¨®n, en la que ambos estaban nominados, protagonizaron una pelea que acab¨® con la cantante en un hospital de Los ?ngeles debido a los golpes propinados por Brown en brazos y rostro. Las im¨¢genes de las lesiones de la artista de Barbados, filtradas por TMZ, conmocionaron a la opini¨®n p¨²blica y sus patrocinadores rompieron cualquier vinculaci¨®n con el joven de 19 a?os. Brown lleg¨® a un acuerdo en el juicio y se declar¨® culpable de la agresi¨®n, evitando la c¨¢rcel a cambio de cinco a?os en libertad condicional y la asistencia a clases sobre violencia de g¨¦nero. Unas ense?anzas que le servir¨ªan de muy poco en el futuro m¨¢s pr¨®ximo.
Destrozando camerinos
La redenci¨®n p¨²blica no se hizo esperar. Si hay algo que le guste m¨¢s a la industria del espect¨¢culo que una estrella cometiendo un delito, es una estrella resurgiendo del mismo cual Ave F¨¦nix. Y a Brown le recibieron con los brazos abiertos. Como si de una especie de profeta virginal se tratara, el int¨¦rprete se subi¨® de nuevo a los escenarios en los premios Bet para protagonizar un homenaje a la carrera de Michael Jackson, con quien le comparaban en sus inicios y cuya carrera tambi¨¦n podr¨ªamos tachar de pol¨¦mica. El p¨²blico se volvi¨® loco cuando un arrepentido Chris Brown se ech¨® a llorar al interpretar Man in the mirror, un tema cargado de significado sobre el deseo de cambio. Unos meses despu¨¦s, en 2011, esas l¨¢grimas se tradujeron en un camerino destrozado en el popular programa de televisi¨®n Good Morning America, despu¨¦s de que la presentadora del espacio le preguntara acerca de su episodio con Rihanna. Pese a todo, su trabajo F.A.M.E fue un ¨¦xito en Estados Unidos, despachando m¨¢s de medio mill¨®n de copias y haci¨¦ndose con el Grammy a mejor disco de r&b.
Las peleas con la competencia
Tanto amorosa como profesional. Entre 2012 y 2013, de nuevo en el estrellato, Brown protagoniz¨® altercados con otros referentes del panorama musical. Todav¨ªa resuena la batalla campal vivida en un club neoyorquino entre los s¨¦quitos de Chris Brown y Drake, quien por aquel entonces manten¨ªa una relaci¨®n con su ex, Rihanna. Hasta ocho personas resultaron heridas por lanzamiento de botellas y pu?etazos. Tambi¨¦n Brown, que public¨® una imagen en Twitter con un profundo corte en el ment¨®n. La furia del cantante se centrar¨ªa despu¨¦s en Frank Ocean, a quien empuj¨® y golpe¨® tras una discusi¨®n acerca de una plaza de aparcamiento en el parking de un estudio de grabaci¨®n. Aunque Ocean no denunci¨® los hechos, este amenaz¨® con disparar adem¨¢s de proferirle insultos de car¨¢cter hom¨®fobo. La actitud intimidatoria sigue siendo un rasgo caracter¨ªstico de su personalidad. Recientemente se cit¨® para participar en una pelea de boxeo con el rapero Soulja Boy y ¡°solucionar¡± as¨ª una enemistad regada con insultos a trav¨¦s de las redes sociales.
Libertad muy condicional
Resulta complicado violar m¨¢s veces y de manera m¨¢s heterog¨¦nea una condena que Chris Brown. Los cinco a?os de libertad condicional impuestos despu¨¦s del episodio con Rihanna no parecieron importarle al cantante que continu¨® copando titulares en la categor¨ªa de sucesos. Desde un inoportuno disfraz de Bin Laden en Halloween hasta peleas con fans, huidas tras accidentes, asalto en tercer grado, abusos de drogas como la coca¨ªna¡ Brown consegu¨ªa evitar la c¨¢rcel ofreci¨¦ndose a ingresar en centros de rehabilitaci¨®n. En apenas un par de a?os ingres¨® dos veces en estas instalaciones, siendo expulsado de ambas por infringir la pol¨ªtica interna de los mismas.
2016, el a?o de la gran ca¨ªda
S¨ª, se puede caer todav¨ªa m¨¢s. Un pu?etazo a una mujer en un club de Las Vegas, un Lamborghini estrellado, una pelea con su propio manager, habitaciones de hotel destrozadas y un asalto a punta de pistola a una modelo que se acerc¨® a su casa de Los ?ngeles han sido algunos de los episodios surgidos los ¨²ltimos meses. La violencia machista ha seguido presente en su vida. Su ¨²ltima novia, Karrueche Tran, ha conseguido una orden de alejamiento por maltrato y amenazas de muerte. Seg¨²n asegura un miembro del equipo de seguridad a Billboard, sus adicciones y su car¨¢cter impredecible son una bomba de relojer¨ªa. ¡°Nunca sabes c¨®mo se va a levantar. ?Tendremos hoy al Chris guay, al depresivo, al concentrado o al bromista? Es un persona diferente cada d¨ªa¡±, afirma la fuente, compar¨¢ndolo con el cantante de hip-hop de los ochenta Bobby Brown, marido de la malograda Whitney Houston.
Autodestrucci¨®n con tir¨®n medi¨¢tico
Por muchos esc¨¢ndalos que queramos enumerar, Chris Brown tiene la sorprendente capacidad de escapar ileso de todos y cada uno de ellos. Evitar la c¨¢rcel pese a violar repetidamente la libertad condicional, conseguir no solo el perd¨®n de Rihanna sino retomar la relaci¨®n (all¨¢ por 2012) e incluso colaborar en un dueto titulado Nobody¡¯s Business (?No es asunto de nadie?), y su legi¨®n de fans #TeamBreezy parece aumentar con cada nueva visita al juzgado. Su tour One hell of a nite ha sido un ¨¦xito incontestable pese a que conciertos como el de Barcelona han durado poco m¨¢s de una hora. Vuelve a poner cara a marcas como Snipes (zapatillas), su marca de ropa Black Pyramid es demandada por los fans y el primer single de su pr¨®ximo disco, Party (que cuenta con la colaboraci¨®n de Usher y Gucci Mane), ya suma m¨¢s de 30 millones de reproducciones en Spotify. Hasta el propio int¨¦rprete tuvo que pedir a sus seguidores que dejaran de amenazar de muerte?a sus numerosos enemigos a trav¨¦s de las redes sociales. El bucle autodestructivo de Chris Brown cuenta con el suficiente tir¨®n medi¨¢tico como para que sus delitos sigan impunes ante la opini¨®n p¨²blica. Esperemos que alg¨²n d¨ªa no sea demasiado tarde para intentar salir de ¨¦l.
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