De adolescente atormentada a madre malvada: el triunfal regreso de Claire Danes, la actriz que prefiri¨® ser ?una persona cuerda? a una diva
La neoyorquina concilia una de las rutinas m¨¢s mundanas y discretas de Hollywood con una trayectoria digna de los mayores talentos de su tiempo. Un camino al que ahora suma ¡°la mejor interpretaci¨®n del a?o¡± con su papel en la serie ¡®Fleishman est¨¢ en apuros¡¯.
¡°Solo quiero ser una persona cuerda¡±. All¨¢ por 1994, con apenas 15 a?os, Claire Danes ya ten¨ªa muy claro cu¨¢l era su mayor anhelo en el sue?o hollywoodiense que acababa de emprender. No buscaba llenar su sal¨®n de estatuillas, sumar ceros infinitos a su cuenta bancaria o poner nombre a una estrella en el paseo de la Fama y rostro a las carpetas de los j¨®venes del mundo. No, el mayor deseo de esta t¨ªmida adolescente que era inmortalizada patinando por el paseo mar¨ªtimo de Venice Beach por la revista ET era el de ¡°ser una persona que tiene una vida y que tambi¨¦n act¨²a¡±. Casi tres d¨¦cadas despu¨¦s de aquello, la neoyorquina puede presumir de haberlo conseguido gracias a su habilidad para conciliar una de las rutinas m¨¢s mundanas y discretas de la meca del cine con una trayectoria digna de los mayores talentos de su tiempo. Un camino al que ahora suma un en¨¦simo hallazgo gracias a la serie Fleishman est¨¢ en apuros.
Reci¨¦n estrenada en Espa?a en la plataforma Disney+, esta miniserie basada en el libro de Taffy Brodesser-Akner cuenta la historia del divorcio de Toby y Rachel Fleishman (encarnados por Jesse Eisenberg y la propia Claire Danes) tras 15 a?os de matrimonio y dos hijos en com¨²n. Pero la vuelta de Toby al mundo de las citas se ve condicionada cuando Rachel decide desaparecer sin previo aviso ni pistas sobre su paradero o posible regreso, dejando a su exmarido a cargo de los ni?os. Durante sus nueve episodios aborda de una forma tan aguda como cruda los s¨ªntomas de la crisis de mediana edad compartidos por una generaci¨®n que ha logrado despertar todo un debate social al respecto. Medios como The Cut ya han acu?ado el t¨¦rmino ¡®The Fleishman Effect¡¯ (El Efecto Fleishman) para definir al tipo de mujeres urbanas, de clase media-alta y con cierto ¨¦xito profesional, que se sumergen en una espiral existencialista cuando llegan a esa edad. Una repercusi¨®n detonada por el trabajo de una Claire Danes que, seg¨²n la prensa especializada, ¡°ofrece la mejor interpretaci¨®n del a?o¡± y a la que solo el fen¨®meno pop encarnado por Jennifer Coolidge en The White Lotus ha dejado sin premios.
La Rachel de Fleishman est¨¢ en apuros marca todas las casillas compartidas por el grueso de personajes interpretados a lo largo del tiempo por Danes, un desaf¨ªo intelectual y f¨ªsico al que la neoyorquina puede dotar de su intensidad, determinaci¨®n y versatilidad caracter¨ªsticas. Un talento inclasificable que defini¨® mejor Winnie Holzman, creadora de la serie que la catapult¨® a la fama, Es mi vida (My So-Called Life): ¡°Claire puede ser inc¨®moda y elegante y hermosa y no tan hermosa y torturada y tranquila¡±. Ella puso voz, rostro y hast¨ªo a todo un estado de ¨¢nimo generacional dando vida con 13 a?os a Angela Chase, el personaje central de una serie que lleg¨® a Espa?a de la mano de Canal Plus y que goza hoy de un estatus de culto pese a su corta vida. Aunque dej¨® a millones de j¨®venes frustradas por no poder prorrogar su idilio plat¨®nico por Jordan Catalano, a su todav¨ªa adolescente protagonista le dio la oportunidad de aprovechar ese brillante escaparate (gan¨® un Globo de Oro por su trabajo) para centrarse exclusivamente en una carrera cinematogr¨¢fica que ya apuntaba maneras con su trabajo en Mujercitas. Despu¨¦s llegar¨ªa otro cl¨ªmax de la escena noventera con el Romeo + Julieta de Baz Lurhmann, qui¨¦n no dud¨® en definirla como ¡°la Meryl Streep de su generaci¨®n¡± y cuyo talento bruto puso de acuerdo a cineastas de la talla de Francis Ford Coppola u Oliver Stone.
Fue adem¨¢s el propio Stone el que escribi¨® a Danes una carta de recomendaci¨®n para ser admitida en la prestigiosa Universidad de Yale en la carrera de Psicolog¨ªa. ¡°Me dijeron que no iba a ser bueno para mi carrera, pero eso es una idiotez. Es bueno empoderarte saliendo de este negocio¡±, sostuvo. Justo cuando su popularidad estaba en lo m¨¢s alto, cuando todo Hollywood hab¨ªa decidido subirse a su carro, la neoyorquina decidi¨® parar la marcha y bajarse para disfrutar de lo que no hab¨ªa podido hacer hasta entonces: vivir una juventud corriente. Hija de un fot¨®grafo y una dise?adora textil, a los 12 a?os ya se hab¨ªa visto obligada a dejar el instituto para atender a sus obligaciones profesionales, as¨ª que su escolarizaci¨®n se basaba en clases de 20 minutos con un tutor personal en los descansos entre secuencia y secuencia, con un tr¨¢iler como aula. ¡°Pod¨ªa estar rodando una escena de un asesinato y despu¨¦s volver a mi clase de matem¨¢ticas¡±, revel¨® a?The Washington Post. La interpretaci¨®n para ella fue primero una respuesta al miedo a estar sola que la acompa?a desde la infancia y en el que todav¨ªa dice trabajar: ¡°Actuar es la mejor respuesta a mi soledad que he encontrado¡±.
Apostar por la vida escolar en lugar de continuar con su proyecci¨®n mete¨®rica tuvo un precio que no muchas habr¨ªan estado dispuestas a pagar. Tras formar una pareja inolvidable junto a Leonardo DiCaprio en la relectura del cl¨¢sico de Shakespeare, el director James Cameron quer¨ªa repetir con ellos como protagonistas de su pr¨®xima megaproducci¨®n, Titanic. Claire Danes rechaz¨® el papel que acabar¨ªa yendo a parar a las manos de Kate Winslet en una de las pel¨ªculas m¨¢s taquilleras e influyentes de la historia del cine. Ella no se arrepiente, alegando que sent¨ªa ¡°terror¡± por los niveles de fama que su compa?ero y ella empezaban a experimentar: ¡°Yo no estaba lista. Creo que me iba a impulsar hacia algo para lo que no ten¨ªa los recursos de c¨®mo lidiar con ello. Sab¨ªa que ten¨ªa que construir muchos cimientos primero¡±.
Danes pas¨® dos a?os en Yale ¡ª¡°suficientes para aprender a pensar de una manera cr¨ªtica¡±¡ª antes de recuperar el tiempo perdido como int¨¦rprete. Ya sea por voluntad propia o por su incapacidad para plegarse ante las exigencias de la industria, no volvi¨® a encontrar en el cine la oportunidad para emular su proyecci¨®n streepsiana y pas¨® ocho a?os dando volantazos profesionales que parec¨ªan hacer peligrar su futuro. Feminista convencida y vocal antes de que movimientos como MeToo fueran populares en las colinas de Los ?ngeles, tambi¨¦n ha sido cr¨ªtica con el excesivo escrutinio f¨ªsico al que se ven sometidas las actrices. ¡°En una gala de los Emmy, Lena Dunham y yo estuvimos en la alfombra roja juntas y fuimos criticadas por tener diferentes tipos de cuerpo: ella era demasiado grande y yo demasiado delgada. Tengo la sensaci¨®n de que mi cuerpo es monitorizado y discutido mucho m¨¢s que el de mi compa?ero masculino¡±, aleg¨® la int¨¦rprete de 43 a?os en la revista People.
En 2010 Danes se apoy¨® en la televisi¨®n para conciliar su deseo de disfrutar de una carrera estimulante y con un bajo perfil medi¨¢tico. La miniserie Temple Gradin y, sobre todo, su papel como la impulsiva agente del FBI Carrie Mathison en Homeland la convirtieron en la actriz m¨¢s laureada de lo que llevamos de siglo. Cuatro Globos de Oro y tres premios Emmy adornan sus vitrinas entre m¨¢s de una docena de nominaciones a las que se han a?adido este a?o las correspondientes a su trabajo en Fleishman est¨¢ en apuros. Precisamente Danes se sirvi¨® de la alfombra roja de los m¨¢s recientes Globo de Oro para ense?ar en p¨²blico la barriga de embarazada del que ser¨¢ su tercer hijo junto a Hugh Dancy tras Cyrus, de 10 a?os, y Rowan, de cuatro. La pareja de actores, que forjaron su flechazo en el set de la pel¨ªcula El atardecer, se dieron el ?s¨ª, quiero? en 2009.
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